martes, 5 de agosto de 2025

Injusticias alimentarias

(*Cuando abandono unos días el blog nunca sé a la vuelta si dar explicaciones o no, así que hago un paréntesis que es algo bastante neutro y fácil de saltar para el que quiera. Resumen: vacaciones. Falta de previsión para dejar entradas programadas. Vagancia para averiguar como escribir desde mi modernísimo móvil nuevo, del que aún no utilizo más que un 2% porque aún no sé como va. Desconexión, en general. Ya estamos de vuelta. Empecemos por algo suave.)






2 comentarios:

  1. Pues yo soy más de salado. Me como una magdalena por la mañana, y me echo una cucharada o un sobre de azúcar en el café con leche. Quizás me tomo una mediana al día o cada dos ( creo que cuenta como azúcar) . Pues fui a mirarme las piedras de riñón y me salió con que tengo el azúcar alto.
    Pues ahora la birra sin slcohol, el café con leche amargo y me comeré el papel de la magdalena
    Abrszooo

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  2. El azúcar es malo, aunque la vida, ya de por sí, es bastante amarga. Aunque está mal que lo diga alguien que lo hace desde la comodidad de su casa y a través de un pc por obra y gracia de la fibra óptica, pagando. Nadie apoya a nadie; se intenta, pero al final es la persona triste la que decide, en última instancia, salir del pozo de mierda. O no salir. No fue lechuga, seguro: ¿Qué coño significa eso?

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.