Borro fotos. Tiro entradas de cine viejas. Archivo chats. Evito ciertos restaurantes, determinados conciertos. Cambio las rutas habituales.
Sin embargo, no funciona.
No sirve de nada porque estás en los olores de cada día, en los snacks picantes, en los cachivaches del móvil, en los gorros rosas, en la casa del oso Yogui, en los vuelos baratos, en los pueblos de vacaciones, en los postres japoneses, en los animales mimosos, en las presas, en los premios al turismo sostenible, en los tenedores, en los viajes de moda, en los turrones originales, en las marcas de labiales, en los taquillazos, en las cartas, en los centros comerciales, en la comida india, en los memes, en los videos de pandas traviesos. En todas partes.
KH7 cerebral para eliminar los pensamientos pegajosos no han inventado aún, ¿no?
Pues DEBERÍAN.
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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.