jueves, 18 de febrero de 2021

Relevos de mierda

Hace no tanto una de las SpeedySobris, que ahora es mediana pero entonces era chiquitina, se puso malita por la noche. Era verano, estábamos todos apelotonados en la casa de la playa de los SpeedyPadres (con el aforo máximo más que sobrepasado) y a ella y a mi nos tocó dormir como pudimos en un invento que quería imitar a una cama nido al lado de la despensa. Esos días éramos compañeras de cuarto y de aventuras porque, a falta de padres trabajadores castigados sin vacaciones, yo ejercía de mamá temporal sustituta. Y con ese panorama.. la peque se puso malita por la noche. Y yo soy una experta en tareas de tía: jugar al Uno, saltar olas, mangar galletas saladas del armario 5 minutos antes de la comida.. Pero en temas serios estoy pez. Pez PEZ PEZ, que no sé cuidar ni de mi misma. Así que cuando hacerle caricias y darle agua con azúcar simulando que era un remedio milagroso no funcionó tuve que pedir refuerzos en mitad de la madrugada. ¿Y qué hice? Llamar a quien llamo yo cuando la cosa se pone fea: a SpeedyMum. La mujer, medio dormida, hizo lo que pudo (no teníamos ninguna medicina infantil) y cuando se despertó SpeedySisterMayor (madre de una buena colección de retoños y convertida en toda una SpeedyMum 2.0) me soltó:

-¿Pero por qué no me has despertado a mi? Siempre llevo en la maleta Dalcy (ese milagro que cura todo a los peques)

Y pensé: "Joer, es verdad, soy imbécil, he despertado a la mamá equivocada"

Tenía toda la lógica pero a mi ni se me ocurrió. Me las vi canutas y pensé en mi salvadora oficial, en quien he recurrido siempre ante cualquier marrón de cualquier ámbito: SpeedyMum. Bueno, los Speedypadres, más bien.

¿Que no me aclaro con la declaración de la renta? Papa llama (que diría Nuria Bermudez) ¿Que la lavadora hace un ruido raro? Papa llama. ¿Que no sé qué curro escoger de los tres truños absolutos que me ofrecen? Gabinete de crisis en el SpeedyHogar. Que qué sabrían ellos, pobrecitos míos, que de superhéroes lo que quieras pero del oficio de contar cosas no tenían ni idea. Les faltaban criterios y experiencia para aconsejarme cuál de esos tres zurullos era algo menos mierder que los otros y por eso debía elegirlo. Y sin embargo allí iba yo, a peguntarles.

Lo he hecho siempre, incluso siendo bien mayorcita. Hasta ahora. Se me acabó el chollo. Ya hace años que les contaba cosas a los SpeedyPadres y no se terminaban de enterar mucho, pero ahora están fuera de juego. Bastante tienen con cuidarse, aclararse con sus citas médicas y recordar todos los cumples de su legión de nietos como para implicarse en mis eternas movidas. Además este puto CoronaApocalipsis les está afectando a la cabeza y al ánimo (normal) y ahora sí que sí, se han intercambiado los papeles cuidadores-cuidados.

¿La oficialización de esta putada (que sí, que será ley de vida y todo lo que queráis pero no deja de ser una PUTADA)? Sin ir mas lejos el otro día: ingresa SpeedyDad en el taller de reparación, piden número de contacto de emergencia... y les tengo que dar el mío y no el de SpeedyMum. Por primera vez en una situación así. 

Todo llega.

Qué putada.

6 comentarios:

  1. Putada y bien grande. A mi me queda mi madre y ya tiene 83 años, cada día es importante, pero con este virus no puedo ir a verla.

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  2. Ellos siempre han sido el numero de emergencia para nosotros, ahora nos tuca ser el suyo.
    Bss

    Ps-. estaba yo pensando si tienes un mogollón de sobrinos te puedes disfrazar de nieta y colarte en el grupo para que te hagan mimos a tí también no??

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  3. Pues sí, todo llega, y dicen que lo importante es poder llegar.

    Besos.

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  4. Babilonio, y que lo digas.

    PapaCangrejo, eso es lo peor de este maldito bicho, lo ratos que no está quitando con la gente que queremos.

    ECDC, no es mal plan lo del disfraz, no, jajajaja

    Devoradora, sí, es verdad, habrá que sacarle la parte positiva aunque cueste

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  5. Yo recuerdo como un "shock" la primera vez que pagué yo en un restaurante porque ya era lo que tocaba, no porque invitara por algo.Y cuando conduje yo el coche familiar porque mi padre ya con ochenta cumplidos cedió por ser un viaje nocturno de 300 km.
    Es raro pero si, es lo natural.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.