miércoles, 7 de marzo de 2012

Cuando no pintamos nada



Guille, el hermanito de Mafalda, es un genio y tiene razón casi siempre. Los fracasos, el rechazo, duelen porque nos tocan el orgullo. Porque, ¡oh, cielos, Leoncio, qué horror!, nos ha pasado esto o lo otro por ser demasiado tal o no ser lo suficientemente cual. Porque, en el cuento de nuestra vida, tenemos que ser los protagonistas absolutos. Aquí nada de trabajos corales: todo se debe a nosotros, o tiene que ver exclusivamente con nuestros mendas o nos pilla en medio por alguna razón fundamental. Siempre, oye, qué casualidad. Bien, pues lo aviso desde ya: en las siguientes líneas voy a enunciar una teoría sobre lo poco que pintamos en nuestra vida, apoyada en demostraciones prácticas del día a día. Quien no se vea con fuerzas para darse cuenta de su propia irrelevancia, que se salte esta entrada.

Esto se aplica tanto a los éxitos como a los fracasos, pero me voy a centrar en lo malo, que siempre da más juego y más dolores de cabeza. Las cosas pasan. Y ya. Como ocurren en nuestra vida, el factor común de estos hechos es que siempre estamos nosotros pululando por las cercanías cuando acontecen. Pero de ahí a que seamos los causantes, los responsables, los catalizadores de todo, hay mucho trecho. Unas veces, sí. Otro altísimo porcentaje de ellas, no. Y como muestra un botón.

Voy a poner el ejemplo más extremo para que se vea claro: los intentos de ligoteo en un bar. Si un chico le entra a una chica y ésta le rechaza, es que él no le gusta. No es suficientemente guapo, o demasiado bajo, o rubio en vez de moreno o le falta chispa o no ha tenido bastante gracia al empezar la conversación. Bueno, pues sí, puede ser por eso. Siendo generosa le doy un 50% de posibilidades de que alguna de esas sea la causa real. Pero hay al menos otro 50% de que nada de eso tenga nada que ver. En realidad, siendo objetivos, el rechazo podría haber tenido cualquier otro motivo:

-Que a la chica en cuestión le estén matando los tacones y no tenga cuerpo para ligoteos.
-Que esté perdidamente colada por su amigo Zrutanito, que no le hace ni caso, claro, pero que, en un alarde de estupidez propio de pazguatas enamoradas, le impide pensar en cualquier otro ser masculino del planeta, aunque sea hermano gemelo de George Clooney en sus buenos tiempos.
-Que la chavala prefiera el género femenino porque sí, porque vino así de fábrica y no vea necesario compartir esa información con alguien al que conoce hace dos milisegundos.
-Que el pobre infeliz que le ha entrado le recuerde a su ex, que es clavado al primo guapo de Lobezno, pero que le rompió el corazón en mil pedazos.
-Que la chica haya cateado tropecientas en los últimos exámenes y la pilles pensando "me voy a casa ya, que mañana tengo que estudiar o mi padre me mata".
-Que también a ella la acaben de rechazar, en concreto el maromazo que esté en la otra punta del bar, y no tenga el coño para ruidos. Y nunca mejor dicho.

Pero claro, el chico nunca pensará que no ha triunfado por alguno de estos motivos, siempre creerá que ha sido cosa suya, algo que tiene que ver con él. Cómo no va estar él por medio por favor, si es la estrella de la película.

Y eso en el cuerpo a cuerpo, que bueno, es más comprensible porque no hay intermediarios. Pero hacemos lo mismo con relaciones recien iniciadas medio a distancia. Lo cual ya es lo más de lo más.

Lo típico: chica conoce a chico un milisegundo en la vida en 3D y empiezan a hablar por correo electrónico, por sms, por what's up. Él: bla, bla, bla, qué interesante eres, qué guay todo lo que me cuentas, tenemos que hacer esto, lo otro, te voy a regalar no se qué por tu cumple, este verano podíamos ir de viaje a tal sitio, patatín, patatán... La cosa va subiendo de intensidad hasta un martes de la vida a las 11 de la noche. Y el miércoles por la mañana... nunca más se supo. No más emails, ni mensajes, ni nada de nada. Como si se hubiera abierto una grieta en el suelo y se lo hubiera tragado la tierra.

La chica asume inmediatamente que ha sido culpa suya y empieza a pensar qué ha hecho mal: si le ha escrito demasiado o demasiado poco, si se ha pasado de graciosa o de sosa, si ha ido deprisa o despacio... A verrrrrr, alma de cántaro, de las 11 de la noche del martes a las nueve de la mañana del miércoles no os habéis visto, ni habéis hablado ni ha habido ningún problema. No sé qué ha ocurrido, pero una cosa tengo clara: NO tiene que ver contigo. Por mucho que pienses que eres la única estrella de la peli.

Nos creemos el ombligo del mundo, en lo bueno y en lo malo. Y bueno... a mí me parece que somos más bien como Miguelito en esta viñeta.

22 comentarios:

  1. Puede que la mayor parte de las veces sea como dices, pero¿ no es precisamente el orgullo el que nos lleva también a insistir? Nadie tolera que el azar o la aletoriedad sea la fuente de sus problemas eternamente y, con un poco de voluntad, acabar convertido en el protagonista de los propios fracasos no es tan difícil.

    Anónimo76

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  2. Muy, muy, muuuuyyyy cierto, mira que lo comprendí hace años pero sigo cayendo en bucles autocompasivos de estrella de cine de vez en cuando. si es que cuesta mucho recordarlo en los momentos de crisis

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  3. Muy bueno, solo un inciso, los hombres somos mas como en la segunda viñeta, si ella nos rechaza (cosa rara...) no por culpa nuestra, es que ella no ha sabido apreciarnos XD.

    No hay que castigarse, para eso ya están lo demás.....

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  4. ¿¿¿¿George Clooney en sus buenos tiempos???? ¡¡¡Todavía está en sus buenos tiempos!!! ainsss... XD. Tienes toda la razón en el post, pero entre que nos va autoflagelarnos y que somos el ombligo del mundo, pues nos va ir en ese plan. O eso, o es que preferimos echarnos la culpa a nosotros mismos que asumir que las cosas se escapan de nuestro control.

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  5. Ainsssss, los misterios de la mente humana.

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  6. Eso es así, nuestro orgullo o nuestra percepción de la importancia de nosotros mismos está sobreevaluada.

    No quiero dármelas de cultureta, peeeero ya que me leí un libro de 800 páginas en inglés en el que se trata el tema tengo que aprovechar para que veáis que en mi caso la distorsión es mínima... jajajja!

    Lo que dice el libro es que nuestra percepción sobre nosotros mismos está sobrevalorada para que no seamos conscientes a la hora de 'mentir' para medrar. De esta manera, no mentimos porque hemos interiorizado esa imagen que no es la que nos devolvería el espejo. Esto es así porque la mentira se detecta con una cierta facilidad cuando hablas con otra persona. Así que nos autoconvencemos de que es la verdad inconscientemente modificada. El cerebro es un misterio...

    Hala, ahí dejo esta chapa!! XDD

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  7. Antes se pensaba que la Tierra era el centro del Universo. Pero eso solo era una parte de la verdad: la Tierra es el centro del Universo, que (a su vez) está en el centro de nuestro ombligo.
    Y ay de quien lo discuta.

    En fin, la triste realidad es esa: nos ponemos muy malos cuando descubrimos que no pintamos gran cosa en las decisiones ajenas. Y preferimos luchar contra esa idea, aunque eso nos convierta en protagonistas de malas decisiones.
    Humanos.
    xD

    besos

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  8. Estoy de acuerdo, mucha gente se toma las cosas así.
    Si entras en una tienda y la dependienta no te sonríe o no te atiende como quieres ya es una borde, una amargada o empiezas a pensar qué has podido hacer para que te trate así. Lo mismo a la mujer se le ha muerto su padre o su perro hace una semana y está mal, pero eso nunca se piensa...

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  9. Yo ya sé que soy un figurante o como mucho un actor de reparto. Para mi la vida es como estar en una cárcel, es mejor pasar desapercibido sino puede que venga el matón de turno a partirte las piernas y a diferencia de Vd. yo no tengo superpoderes. Se está mejor en la sombra, no me da el sol y me ahorro melanomas innecesarios.
    Un saludo.

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  10. Anónimo 76, estoy de acuerdo contigo, claro que hay que pensar qué tenemos que ver con lo que nos pasa, por ver si podemos cambiar algo para mejorar las cosas. Pero de ahí a pensar que todo, ABSOLUTAMENTE TODO, SIEMPRE, es culpa nuestra hay un trecho, ¿no? Ni una cosa ni la otra ;P

    Ya, Primaveritis, todos caemos de vez en cuando, no?

    Babilonio, lo de no castigarse es super-buena técnica, os voy a copiar ;P

    Doctora Anchoa, uyyyyy, no hay nada más fácil que convencer a la que ya está convencida, a mi George Clooney me encanta! Ahora y siempre! ;P

    Pseudo, ainssssssss, y tanto! ;P

    END, 800 páginas en inglés? Tú estás FA-TAL ;P

    Dicho esto... bueno, unos mienten mejor que otros, no creo q a todos les hicera falta autoconvencerse de que molan mil, ¿no?

    Pues sí, Rain, hay tantos centros del mundo como ombligos. Eso es así ;P

    Doctora, pues eso

    $MK, actor de reparto? Tú???? TURURÚ!! XDDDDDDDD

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  11. Hola Speedy:
    Antes de nada, me encanta tu sentido del humor
    Desde la distancia que me dan algunos años más y una vista al pasado, creo que sin negar que algo de razón pueda haber en las explicaciones que propones, es preferible que si en un bar o una discoteca alguien a quien abordes pasa de tí, pensar que es por tu culpa, que no suscitas el interés o no sabes ni aciertas a entrar del modo adecuado. Simplemente porque por estadística se supone que quienes estén allí lo están porque quieren y porque quieren pasar el rato y otear sus expectativas y si tu no entras en ellas pues ... te jodes
    . Lo otro, pensar que la culpa es del otro, resulta demasiado peligroso en mi opinión. Es menos insano arrastrar frustración por tener la autoestima por los suelos que ira por pensar que las chicas son idiotas porque alguien con estilo, belleza, apostura y personalidad seductora no les impresiona (naturalmente es una perspectiva muy realista ésta, ja ja ja). Pensar que le aprieta el zapato, le duele la tripa, la cabeza o está con mala conciencia por no estar chapando... no siendo imposibles, son de lo más improbable que se le pueda ocurrir a un escaldado......
    Claro que también es debatible si el amor de tu vida te estará esperando en un bar o en una discoteca. Lo de internet lo dejo para otro momento.

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  12. Criiii, criiii, criiii, chica que me has pillado con la mente en blanco.

    Ahora en serio, ni me va ni me viene, y mejor que así sea. ¿Os imagináis que TODAS las tías que pasan por la calle te miren con ojos de "cómeme chavalín"? Creo que se acojona hasta el más pintado.

    Un beso.

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  13. Hola, Euclides, gracias, me alegro de que mi sentido del humor te haga gracia. Y sobre tu comentario, ¿de verdad es menos insano arrastrar frustración y autoestima baja? ¿En serio? Por algo que no sabes si de verdad ha pasado?? Tú dices que es poco probable que te rechacen porque les duelen los pies, que la mayoría va a los bares a ligar. No tengo yo tan claro que esa mayoría sea taaaaaan mayoritaria, pero vale. En todo caso, ¿desde cuándo en la vida funciona la estadística? Desde nunca, si te tiene que pasar algo te pasa, aunque haya pocas probabilidades. Por eso es "taaaaaan divertida" a veces la vida! ;P

    Estoooooo, Daniel, no termino de entender tu comentario. Me temo que ha pasado una de estas dos cosas:
    -Que has entendido en mi entrada algo que yo no pretendía decir.
    -Que tu intención era comentar en otro blog, supongo que tendrías varias ventanas abiertas y te has equivocado de formulario.

    En todo caso, que todas las chicas te miren así, tendría que ser un motivo de alegría, no de acojone, ¿no? ;P

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  14. Ejem, nops, la primera parte se refiere a esto:

    Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.

    Un chiste malo que veo que no has pillado. En fin Pilarín...

    Segunda parte: pues qué quieres que te diga; todos los excesos cansan. Un día vale, dos perfecto, pero al que hace setecientos, creo que el asunto no va a funcionar. Opino, claro está.

    Un beso.

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  15. Supongo que es inevitable sentirse alfa y omega. Nadie puede realmente desvincularse lo suficiente de sí mismo como para no tomarse como punto de referencia o de causa y efecto (la de veces que me ha pasado lo de que no me contesten el mensaje y agobiarme, por dios).
    Bueno, claro que luego están esos personajes que me gusta llamar "críticos teóricos", que se supone que están por encima de las capacidades humanas habituales y pueden posicionarse siempre completamente objetivos. ¡Já!

    Un pajarraco saludo ;)

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  16. Mi conclusión es que falta "comunicación". Para decir que si, que no o todo lo contrario.

    Desde luego es más fácil y recurrente echarte la culpa cuando te encuentras con una situación que no puedes entender. O puede que sea problema de ego (o muy grande o muy pequeño).

    Mi experiencia me dice que puede darse la explicación más extraña e inverosímil a situaciones como las del bar, internet y demás...y también la más sencilla: no le interesas. Pero claro, a veces, nos falta información y piezas del rompecabezas y comienza el bucle.

    Chica, qué cansino es todo...XDDDD

    Lo mejor es no pensar demasiado, no?

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  17. Tenemos almas de mártires, tantos años de represión clerical que nos autoflagelamos siempre como primera opción.

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  18. Pues no sé Daniel, si tú lo dices...

    Uyyyyyy, Pájaro, nadie es objetivo, ya nos gustaría a todos...

    ¡Ojalá Adalias! Si hubiera comunicación, si supiéramos lo que ha pasado, dejaríamos de darle vueltas e inventarnos explicaciones en las que siempre somos los protas, para lo bueno y lo malo. ;P

    Apple, pues va a ser eso...

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  19. Pues sí, de vez en cuando viene bien intentar ver las cosas con otra perspectiva. Hay muchos acontecimientos que influyen en nosotros: algunos los podemos cambiar y otros no.

    De todos modos, está bien pensar que influímos o causamos muchas cosas, porque eso significa que podemos hacer algo al respecto. No hay que darse por vencidos de antemano, pensando que lo que hagamos no importa.

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  20. Muy complicado eso de no sentirnos el centro de todo, la estrella de la película: me da incluso que nuestros cerebritos están precisamente programados para funcionar de esa forma para, por ejemplo, convencernos de que aunque la vida es una mierda, suicidarse es peor porque sin nosotros no hay vida (no hay peli sin el prota). En esto los animales nos dan mil vueltas, viven y ya está.

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  21. Amen ... es que no tengo nada más que decir :) no cambio ni una coma

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  22. EHHHHHH, yo ya había conetstado aquí!!! Blogguer me tiene hartita, os lo digo. Dicho lo cual:

    Tarambana, totalmente de acuerdo en que tenemos que ver cuál es nuestra responsabilidad en lo que pasa, porque así podremos cambiarlo y mejorarlo para la próxima. Sólo digo que es sano darse cuenta de que algunas/muchas cosas no dependen de nosotros o por lo menos no las causamos. Que igual luego las podemos solucionar o mitigar... pero que no las hemos desencadenado nosotros. Y en temas como el ligue... esto pasa muy pero que muy a menudo.

    KHaL, en mi opinión hay bastantes cosas en las que los animales nos dan mil vueltas ;P

    Blog A, si es que esto pasa mucho, ¿a que sí?

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.