No os extrañéis si un día os digo que me han puesto una cabeza de caballo en la cama. De momento, estoy en el paso anterior: me he encontrado una cabeza de pez en mi congelador. Ahí, mirándome fijamente, con sus gigantescos ojos tristes. Al verla, me he quedado flipada. ¿Pescado? ¿En mi nevera? ¿De verdad? Soy la que no tiene Avecrem en las estanterías, porque jamás cocina. ¿Como ha llegado eso ahí?
Y entonces me he puesto a recordar, me he remontado al Pleistoceno superior y me he acordado de que un día una amiga vino a casa a hacer algún tipo de plato que ya no recuerdo, pero que llevaba caldo de pescado. Ah, sí, ese día... ¿cuánto hará de eso? ¿Cuatro años? ¿Seis? Me paso la vida peleándome para que me quepan los paquetones de patatas fritas en el congelador y resulta que parte de mi problema es que tenía un okupa en la nevera. Durante SE-IS A-ÑOS. ¿Creéis que debería empezar a preocuparme por mi salud mental?
Si no lo creéis todavía, igual no debería contaros esto, pero bueno, ya que he empezado, de perdidos al río. Como recordaréis, mi tele se declaró en huelga indefinida para siempre allá por diciembre y decidí no sustituirla porque total, para lo que la veo, igual me da tenerla que no. Cuando aún funcionaba, la tele era mi motivo fundamental para pasar por mi salón. Desde que ha pasado a mejor vida limito mis andanzas caseras a la cocina, la ducha y mi cuarto, así que el salón ni lo piso. El otro día tuve que ir a buscar no sé qué... y los vi. Mirándome suplicantes, desesperados, al límite de su sus fuerzas. Allí estaban, Jesús, María y José, flanqueados por la mula y el buey preguntándose qué habían hecho ellos para merecer que su temporada de trabajo se alargue de Navidad hasta verano y sin ver un duro en forma de pagas extra. ¡Anda! ¿No he quitado el belén? ¿En serio? ¡Qué fuerte!
Y así voy. Contestando manzanas traigo a preguntas simples como ¿a dónde vas? Dejándome paraguas por todos los rincones de Speedytown. Confundiendo personas. Mezclando conversaciones.Usando bikini debajo de los pantalones porque ahora resulta que las lavadoras no se ponen solas y llega un momento que la ropa interior limpia se te acaba y hay que elegir entre llevar bañador en pleno abril o ir en plan comando a lo Sharon Stone en Instinto Básico.
Y en este barullo de repente me acuerdo, que como Karen Dinesen, yo tenía un blog en África...
Me desorino toa, XDDD. Bueno, tu casa es tuya y te la f*ll*s cuando quieres. JA.
ResponderEliminarSi es que ya lo dicen, que los genios son despistados. Y es que lo del belén tiene delito (lo del pescado es disculpable depende del tipo de pez que no lo has dicho, que no es lo mismo una sardina un atún dea leta azul o una ballena...)
ResponderEliminarMi madre compró cuando yo era pequeña unos peluches de Mickey y Minnie con gorritos de Papa Noel que estarían de promoción en Navidad. La cuestión es que las fiestas acabaron pero como no tenía un sitio para guardarlos los dejó donde estaban y así se quedaron en mi cuarto todo el año, con sus gorros navideños hasta en Julio.
ResponderEliminarJoder, soy muy fan tuyo. Espero que no sufrieras una pequeña confusión con el resultado de desmontar la cabeza de pescado y guardarla en la tradicional caja de cartón y tirar a la basura el belén.
ResponderEliminartiraaaaaaaaaaaaa que cabecica tenemos!!!!
ResponderEliminarGato, pues sí y menos mal que vivo sola, porque si tuviera que convivir con alguien... bueno, no podría convivir y ya. Es im-po-si-ble jajajaja
ResponderEliminarSese, pues hombre, una ballena no, pero ya era un pez un poco tocho, ya...
Doctora, yo he tenido también un Mickey navideño cuando era pequeña... si que debían de estar en promoción, si, todos tenemos uno ;P
Holden, pues no te extrañe, no sería la primera vez que quiero echar un calcetin a la lavadora y pensando en otra cosa lo tiro a la basura
ECDC, y tú que lo digas!
Ja, ja, ja......lo de en plan comando...me ha "encantao".
ResponderEliminarMuy fuerte lo tuyo.
Tu nevera tiene un sistema de autolimpieza y no hace falta descongelarla jamás ¿no?.