lunes, 17 de marzo de 2014

La Cuchipandi

Dicen que la política hace extraños compañeros de cama.... pues no sé, puede ser, pero lo que está claro es que los agobios mortales también favorecen unas combinaciones grupales (y con esto no me refiero a orgías ni ninguna otra actividad sexual, que ya os estoy viendo venir y lo de la cama era SÓLO una expresión) de flipar. Y yo a las pruebas me remito.

Me parece que ya he contado por aquí que en la Supermovida somos cada uno de nuestro padre y de nuestra madre. En mi clase hay de todo: profesionales con larga trayectoria en el sector, señoras con hijos ya criados que dejan por fin sus labores para salir al mundo, chavalillos que casi es la primera vez que se enfrentan a unos estudios medio serios, despistados que pasaban por allí... de todo. Eso más que una fauna es un ecosistema completo.

Al principio éramos unos cuantos, pero conforme la cosa se ha ido poniendo más y más cuesta arriba hay bastantes que se han tirado del barco. Ahora somos igual de variados, pero menos numerosos, lo que hace las diferencias entre nosotros aún más evidentes y la situaciones que se viven en clase surrealistas a tope. Lo mismo te encuentras a uno diciendo que ayer no vino porque le cambiaron el horario de la autoescuela, que ves bebiendo café a otro porque se ha pasado toda la noche atendiendo a su pobre hija pequeña, que tenía mogollón de fiebre. Y los dos IGUAL de preocupados, cada uno por lo suyo, claro.

De toda esa panda yo me junto sobre todo con otros tres, con los que, como os podéis imaginar, tampoco tengo nada que ver. En este mes del horror absolutérrimo, nos hemos preguntado dudas, nos hemos pasado apuntes, hemos llorado de agobio, nos hemos reído de desesperación y entre unas cosas y otras nos hemos ido contando trocitos de nuestra vida. Después de todo eso han pasado a ser socios de pleno derecho de la Cuchipandi y se ha ganado a pulso que les presente oficialmente en este blog. Así que:
Queridos lectores, la Cuchipandi.
La Cuchipandi, mis queridos lectores.
Vamos a ello.

R es alto como un castillo y un todero. Y con eso que parece un insulto lo que quiero decir es que vale para un roto y para un descosío. Lo mismo te alisa una pared, que te cambia los no-sé-qué-mega-complicado del motor del coche, que te pincha una sesión de música, que te prepara comida para toda la semana, que te adorna una carpeta con letras de colores, que te arregla ese cable que se te ha soltado en el techo. Flipante, en serio, un todero total. Y a pesar de lo llamativo de esa capacidad multitarea, lo que más llama la atención de él es lo buenín que es y su amabilidad. Es amable. Amabilísimo. Amabilérrimo. Es amable de aquí a la luna y volver. Una pasada, de verdad, super-amable. R es la clase de chico que querrías que se echara de novio esa típica amiga que todos tenemos que tanto sufre por amor, porque piensas: "Con éste se te iba a acabar la tontería, hija mía".

Ñ es... alternativo. Alternativísimo, diría yo. Tiene una manera de razonar completamente diferente a la habitual. Si todos pensamos de abajo a arriba, él lo hace de arriba a abajo. Probablemente tiene que ver con su extraordinaria agilidad mental y con que, como es un tío muy, pero que muy listo, cuando nosotros vamos, él ya está volviendo. Para colmo, su mente está especialmente bien estructurada para los temas de la Supermovida, así que mientras todos oímos blablablabla él ya ha comprendido el concepto, localizado los errores y encontrado una manera alternativa (la suya propia) de hacer lo que le acaban de enseñar hace ni 5 segundos. Oír sus preguntas en clase es todo un espectáculo. Y si os digo que en los exámenes nos dejan consultar todos los apuntes y ejercicios que queramos, yo me llevo 200 folios y a él le basta con un post-it que ni siquiera está escrito por las dos caras, creo que entenderéis perfectamente lo que quiero decir. Lo más curioso de Ñ es que al principio parece que va de alternativo y de raruno y luego no es así ni por el forro. Es gracioso, se ríe un montón y tiene una carcajada muy contagiosa. Le podrían dar el título de cotilla oficial del reino porque le puede la curiosidad, está permanentemente pinchando y si te ve con una bolsa siempre te pregunta si es un regalo para él, pero luego le das una piruleta por sorpresa y le desarmas. Él no os lo va a reconocer ni de coña, pero es un sentimental. Os lo digo yo.

L es la compañera con la que trabajo desde principio de curso y es todo un personaje. Es despistada, un poco locatis y tiene una salidas totalmente inesperadas, como si estuviera metida en el torbellino de sus pensamientos y de repente se le escapara algo en voz alta, venga o no a cuento. Por eso te puede contestar a las cinco de la tarde a una pregunta que le has hecho a las doce de la mañana o cambiarte de tema tan de improviso que te deje totalmente fuera de juego. Es deportista, super-fiestera, organizada y normalmente mantiene el zen en niveles bastante aceptables hasta que algún tema de la Supermovida se le atraganta y la saca un poco de sus casillas. Aún no la he visto nunca enfadada, pero miedo me da, porque estas que tienen tan buen carácter, cuando las cabreas, son de agárrate no te menees.

Y esta es la Cuchipandi. Más vale que los vayáis conociendo. Dada la emoción y los estreses de la Supermovida, mucho me temo que irán saliendo por aquí en el futuro...

7 comentarios:

  1. Veo que la Chuchipandi es muy variada y con gente muy maja, ¡muy bien! (sobre todo teniendo en cuenta que tenéis que compartir sufrimientos de la supermovida).

    Según leía las letras con que te refieres a tus compañeros me imaginaba que eran sus iniciales y le ponía un nombre a cada uno que empiece por su letra, pero me cuesta encontrar un nombre que empiece por Ñ... :D

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  2. La verdad es que parecen gente maja. Que no siempre se puede decir lo mismo de los compañeros de estudio/trabajo.
    Primera vez que entro por aquí. Si das permiso, repetiré de vez en cuando :)

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  3. pues eso, que quien a buen árbol se arrima...

    Seguro que a ti también te tienen en un alto concepto :)

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  4. Es importante conocer gente de todo tipo, sus distintas habilidades y personalidades te pueden ser útiles en el caso de que naufraguéis en una isla desierta y tengáis que cooperar para sobrevivir :)

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  5. Tarambana, a lo mejor es la letra de su apellido, ¿no? Eso no lo habías pensado! jajaja

    Pseudo, pues sí, son dignos de conocer ;P

    Pues bienvenido Jatz Me, pasa por aquí cuando quieras

    Pues no sé, Sese, eso tendrías que preguntárselo a ellos

    Doctora, no sé, creo que en una isla desierta moriríamos de hambre, me temo

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  6. Mola la peña supermovidera!
    Yo de ti diría que tienes una gran capacidad de análisis. Solo hay que ver la forma en que has descrito algunos rasgos de su personalidad. Chapeau!

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.