Son curiosas las cosas que se echan de menos, ¿no? Te pasas las vacaciones en la playa y cuando vuelves a la ciudad puedes pasar sin la arena, el mar, el sol, la brisa e incluso las siestas interminables en tumbonas y hamacas. Pero te quedas sin las cañitas de última hora de la tarde en la terraza del paseo marítimo y la vida se vuelve más gris.
Tres cuartos de lo mismo, pero al revés, ocurre con lo malo. Rezongas a todas horas de lo llena que estaba la casa de tus padres cuando vivías con tu familia en pleno: habitaciones compartidas, desorden por todas partes, baño lleno siempre a la hora de ir a trabajar, gente tocando tus cosas sin tu permiso, bullullu, caos, locura a tutiplén... el ho-rror. No ves la hora de vivir sola para disfrutar de un poco de tranquilidad y cuando lo consigues por fin... echas de menos el barullo. Esto es así. Por supuesto, lo niegas, claro, y mucho más delante de tu familia, pero tanto silencio te cansa y casi que prefieres el ruido, aunque sea un poco locura.
Yo... echo de menos esa mirada. Las risas, las cenas, los besos, los viajes, la conversación, los planes, los amigos y las caricias también, claro. Pero sobre todo esa forma de mirarme.
Yo tengo una teoría: el secreto para estar bien junto a alguien es estar bien contigo mismo. Está claro que la otra persona te complementa, pero no puede ser una necesidad, porque entonces la relación pasa a ser una dependencia, y a la larga uno de los dos (o los dos!) se cansa.
ResponderEliminarAunque no la veas, esa mirada sigue existiendo. Igual te la regala alguien desde un autobús que pasa, o que se cruza contigo en las escaleras automáticas, o simplemente es alguien que de alguna forma está cerca tuyo y que no has notado todavía...
Aunque no haya muchas razones, regálate una sonrisa, es gratis y te queda de fábula!
Anónimo F
Vaya vaya te veo con morriña rosconera.
ResponderEliminarVenga animo que seguro que te toca la sorpresa!!!
Mimos.
Ainsssssssssssss.
ResponderEliminar¿Tú sabes eso de que no hay mal que cien años dure? Pues eso, piénsalo y con suerte pronto llegarás al barullo que quieres conseguir. Pero sí, tiene que ser raro ese cambio. Ánimo... ¡y organiza una fiesta, que ya verás como así das un pasito para animarte!
ResponderEliminarPues yo estoy deseando vivir sola, será porque ahora lo tengo más difícil que nunca y siempre anhelo los imposibles.
ResponderEliminarPor cierto, sin el sol no podemos pasar, porque sin el sol no habría árboles y sin árboles los gorilas invadirían las ciudades y nos matarían a todos, así que el sol es imprescindible, que no se te olvide.
Joer, hoy no pillo. ¿Cual és el mensaje de fondo? Vale, vale, ya sé que es lunes y que mi neurona de guardia no da pa'mas. A ver si suben algunas a por hielo y me aclaro.
ResponderEliminarBesos.
Anonimo F, de acuerdo con lo que dices de que lo importante es estar completo uno solo. Con eso de que esa mirada está ahí, en alguna parte... con eso no estoy tan de acuerdo.
ResponderEliminarECDC, jajaja, "morriña rosconera", buen término técnico... pues sí, será eso. Gracias por los mimos ;P
Pseudo, eso digo yo ;P
Juan, no sé yo si quiero llegar al barullo como dices, pero lo de la fiesta me lo apunto. Una fiesta nunca viene mal.
Hombre, Doctora, no sé... yo creo que tampoco hace tanta falta el sol. Para parar a los a gorilas ya nos inventaríamos algo, ¿no?
Daniel, pues no sé, que igual mis neuronas también están de lunes y no hay mensaje de fondo ;P
Hace poco oí que hay cosas que tienen que acabar para que otras nuevas puedan llegar. Es una frase odiosa cuando estás echando de menos lo que ya no está, pero cuando llegue algo nuevo, ya verás como te alegrarás.
ResponderEliminarEso es como el que trabaja y quiere vacaciones y el que esta parao quiere currar, al final queremos siempre lo contrario cansados de lo mismo xD.
ResponderEliminarTe iba a decir que eso es por el síndrome del inconformista, pero es que esa mirada... ¡cómo no echar de menos esa forma de mirar! ;)
ResponderEliminarbesos
Bueno es lo que tiene el concepto de echar de menos, que se añora lo que no se tiene.... y se desea.
EliminarCasi es mejor preguntarnos que echaríamos de menos...
Besos
Te entiendo tanto que me he puesto ñoña...
ResponderEliminarY es que es cierto que una mirada te dice tantas cosas que cuando te falta no sabes ni como has podido dejarla escapar...
Igual no debería decir estas cosas, pero lo echo de menos...
PD: Ya te vale Speedy, tienes que controlar ese nuevo super poder de leer mentes, que está armodigievolucionando en empatia pura! ¬¬
Un besote grande niña, dicen que las cosas se superan,visto lo visto yo me quedo con la idea de que el recuerdo siempre queda y siendo bonito vale la pena
Awww... si es que en el fondo eres todo corazón :)
ResponderEliminarLo de echar de menos el barullo familiar lo entiendo perfectamente, máxime por lo que cuentas de la speedyfamily, que con ellos no debe haber tiempo para aburrirse.
Y sobre tu misterioso mirador, seguro que también era estupendo. ¿También estaba en la terraza del paseo marítimo?. Es una lástima que lo eches de menos, pero seguro que tienes más (ad)miradores a tu alrededor y otros que seguro que llegarán!
¡Buena semana!
Miss Hurry, sabias palabras
ResponderEliminarJuanjo, pues sí.
Rain, pues también
Sese, tan fácil como eso, ¿no? ;p
Pipa, jajaja, armodigievolucionando? jajaja, puede ser...
Tarambana, en el fondo????? Sólo en el fondo??? Y en la superficie también, ¿no? O qué tipo de imagen tienes de mi! jajajaja
A mí, que aún no he logrado independizarme, me pasa cuando mis padres se van un par de semanas de vacaciones. Supongo que es cuestión de aprender a estar solo.
ResponderEliminarEchar de menos es señal de haber disfrutado...
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