miércoles, 9 de noviembre de 2011

Escribir

Yo escribo. Desde siempre. Desde que soy capaz de recordar. Horribles documentos que de vez en cuando todavía aparecen en algún rincón perdido del Speedyhogar (y cuya fecha aproximada fijamos gracias a la prueba con Carbono 14) demuestran que esta costumbre la tengo desde que era un mico que no levantaba dos palmos del suelo. Son las típicas hojas diminutas arrancadas de alguna libreta de Hellow Kitty con cuatro frases mal escritas y con la caligrafía ininteligible de los pequeñajos que cogen un lápiz por primera vez en su vida. Ya os podéis imaginar las perlas de sabiduría que se pueden encontrar en esos documentos.

Conforme fui creciendo, mi estilo fue mejorando, aunque las chorradas que ponía en el papel variaron más bien poco. Desde renacuaja escribía diarios en los que la primicia primiciosa eran cosas como "me han subido la propina 50 pesetas" o "me han nombrado subcapitana de mi equipo de baloncesto". Un auténtico bestseller que te enganchaba desde la primera página, vamos.

Durante un tiempo perdí la costumbre de escribir estos pseudo-diarios, pero la recuperé al empezar los estudios de contadora y ya no he podido quitármela. De hecho, se ha convertido en una auténtica necesidad. NECESITO escribir lo que me pasa. No cada día, claro. Pero cada vez que me ocurre algo importante, ya sea bueno o malo, me hace falta dejarlo por escrito.

Primero, porque todo me parece más real puesto por palabras. ¿Sabéis eso de que nada existe de verdad hasta que lo miran dos? Pues un poco lo mismo, pero con letras. Si lo escribo, lo puedo leer y es como si me lo contara a mí misma. Y desde ese momento, lo que sea que haya pasado, es real de verdad.

Escribir también me sirve para entender mejor las absurdeces que te van complicando la vida. Me ayuda a pensar, a razonar, a analizar. Me tranquiliza. Ralentiza el imparable torbellino que es mi mente las 24 horas del día. La mayoría de la gente hace esto con su mejor amigo/a. Yo al hablar me descentro, me despisto. Al escribir estamos sólo el papel y yo y al terminar todo parece estar más claro. Y ya estoy preparada para contárselo a quien sea para que desmonte las sólidas (y casi siempre poco acertadas) teorías y explicaciones que me he inventado para justificar lo que sea que haya ocurrido.

Otra cosa que me encanta de escribir es que combate la fragilidad de la vida, su impermanencia. Las cosas buenas se acaban, la mayoría de las veces mucho antes que las malas. Escribirlas me permite revivirlas, estirarlas, conseguir que duren un poco más. Si recordar es la única manera de detener el tiempo, escribir es la única forma de conservar esos recuerdos intactos, de no perder detalles con el tiempo. Como fotos de tus pensamientos.

Y precisamente por eso, me gusta escribir también lo malo, para tener "fotos" de los malos momentos. Así cuando los relees mucho después, una vez ya superados, piensas, "si salí de ésta, saldré del faenón talla XXL en el que estoy metida ahora mismo". Y relativizas. Y coges fuerzas. Y algo ayuda, la verdad.

Ahora escribo también aquí. Es otro rollo, claro, pero también me sirve. Entre otras cosas, para reírme de mí misma, que buena falta me hace. Y para teneros por aquí, que es otro puntazo.

18 comentarios:

  1. Yo también escribo, antes más a menudo que ahora, pero siempre ha sido una terapia estupenda... :D

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  2. Yo también he escrito desde siempre, de niña llevaba un diario, y después seguí escribiendo lo que me pasaba, pero no tanto como diario.
    Hace 12 años comencé a escribir como una forma de sacar lo que siento y pienso, de ponerlo fuera de mí. No suelo leer lo que escribo, pero es una necesidad hacerlo.
    Como a los 16 también empecé a escribir ficción, pero la verdad es que me falta imaginación, así que no prosperé.
    Ahora escribo en mis cuadernos y en mis blogs, procuro hacerlo todos los días, lo bueno y lo malo, lo que siento y pienso. Estoy segura de que el día que deje de escribir es porque ya no me queda nada más dentro y, por ende, lo de afuera tampoco valdrá la pena...

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  3. Nunca he escrito un diario, o puede que si de adolescente pero por poco tiempo. Me gusta escribir pero más por mi imaginación desbordada. Lo que pasa es que me falta constancia y no termino las que empiezo. Siempre he dicho que la escritura era el desahogo de los timidos, y es cierto, si no mirame a mi.

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  4. Tú sí que eres un puntazo ;). Yo de pequeña sí que escribía, más relatos de ficción que diarios, pero perdí la costumbre en seguida.

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  5. yo en el internado agotaba libretas escribiendo lo que sentía hasta que una compañero leyó gran parte de mis escritos a escondidas y los fue contando por el internado...

    ahora mismo estoy escribiendo varios relatos... y al mismo tiempo cuando puedo escribo en el post para contaros mis aventuras... aunque reconozco que la parte más negativa de mis vivencias, las dejo en un rincón del "escritorio de mi portátil"...

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  6. Me pasa exactamente lo mismo. Al hablar pierdo parte de lo que tenía pensado. Pero una vez que lo plasmas en el papel, donde las miradas, los gestos y el ambiente no influyen en lo que quieres decir, queda mucho mejor, más... tuyo.

    Y también tengo pseudodiarios megaentretenidos de cuando era pequeña. No sé donde estarán, pero tengo miedo que mi madre los encuentre y lea...

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  7. Tal vez porque nunca fui la más creativa, ni bohemia, ni intelectual de mis amigos, nunca me he considera "escritora", de la rama de escritores desde pequeño, quicir.
    Sí que es verdad que escribía un diario ( y escribo, lo empecé con 15 años, ahora tengo 31..), pero poco más que eso. Por cierto, me encanta leerlo y no solo ver los cambios en mi vida, sino como he ido ¿madurando? y dando un valor diferente a las cosas.
    Nunca he pensado que lo hacía bien, más bien al contrario..
    pero lo que sí comparto contigo es queahora NECESITO escribir y contar lo que me pasa.

    Me ha encantado el post, y como lo has contado;)

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  8. Sí que es una buena terapia Bolboreta, es verdad...

    Ariadna es que escribir es como las drogas... engancha ;P y más si coges la costumbre desde pequeña. Y a mí me pasa lo mismo con la ficción, que no tengo tanta imaginación como me gustaría.

    Papacangrejo, qué gran verdad lo de la constancia... a mi me pasa un poco igual.

    Ejem, Doctora, mucho mucho la costumbre no las has perdido... que si no tu blo que es, ¿hacer calceta? XDDDDDDDDDDD

    Nikita, puffffffff, si alguien encuentra lo que yo he escrito en esta vida... me llevan a un manicomio! O con un poco de mala suerte a la cárcel! ;P

    Misa, ¿verdad que pasa eso? Cuando hablo con alguien, aunque tenga con él/ ella 100% de confianza no digo EXACTAMENTE lo que me gustaría expresar... es como si me despistara o yo qué sé. Por escrito me aclaro mejor.

    Hombre, Adalias, yo no solo me he considerado nunca "escritora" es que creo que lo que escribo para mí tiene un estilo pésimo. De hecho creo que casi ni se entiende sin estar dentro de mi cabeza, porque epleo palabrejas que solo tienen sentido para mi y doy por supuestas cosas que yo ya sé de qué van. Pero como terapia me sirve mogollón...

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  9. Yo tengo un par de diarios inacabados de cuando era peque, y son una vergüenza absoluta xD

    Ultimamente nos dices unas cosas que me hacen pensar un montón ^^

    Un beso grande, Speedy!

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  10. Pues que bueno que escribas porque es muy bueno leerte. Tienes razón escribir es bueno para desahogarse y el leerlo después te pone en perspectiva, como si te estuvieses viendo desde fuera y eso es genial.

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  11. Ya se sabe, los escritores son sus propios psicólogos. Por mi parte siempre he sido de escribir mucho desde pequeño; con los años fui perdiendo fuelle, pero sigue siendo una necesidad y me siento irrelevante y fútil si no lo hago. Y para el desahogo, nada mejor que mis cuadernos negros, en los que se escribe pero no se relee nada.

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  12. H@n, lo de que os hago pensar es una manera sútil e llamarme pesada, ¿no? Recibido, corto y cambio XDDDDDDDDDDD Otro beso para ti!

    Patito, sí que da perspectiva, ¿verdad? (Y gracais!)

    Khal Yeleytr ¿cuadernos negros??????? Qué miedo, no? XDDDDDDDDD

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  13. Yo también guardo unos cuantos diarios, y cuadernos con chorradas, y cuentos...
    Cuando le he echado un ojo a algo de aquello me ha hecho reir y avergonzarme a partes iguales :S
    Pero es verdad, a los que nos gusta escribir lo hemos hecho desde siempre.

    Me ha encantado esta entrada, Speedy. Me identifico con todo lo que dices.

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  14. Jajaja, JuanRa, los cuentistas como nosotros lo hemos sido desde siempre... q gran verdad! XDDDDDD

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  15. Chica, son negros. Son esos cuadernos de Moleskine tan elegantes y pijos en los que más te vale no escribir con una pluma un poco generosa con la tinta so pena de que no puedas leer nada xD

    No sé si son exactamente estos que te pongo, pero son muy parecidos: http://www.casadellibro.com/papeleria-moleskine-cahier-xlarge-plain-negro/9788883705038/1026042

    También los hay en azul, en un color burdeos muy chulo y en una especie de marrón.

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  16. KHaL, jajajaja, que te había entendido mal, como habías dicho que los "cuadernos negros" no los releias, pensaba que los llamabas "negros" porque tenían un contenido oscuro, triste, deprimente (ideas negras, vaya). POr eso decía qué miedo. No pensaba que te referías al color de las tapas XDDDDD

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  17. Te entiendo perfectamente, me ha encantado la entrada =)

    A mí me sirve también para mantener la objetividad con el tiempo, que es traicionero y tiende a cambiar la perspectiva de cómo fueron las cosas. Por ejemplo, cargando con culpas que no son tuyas o echando sobre otra persona las propias. Me sorprendo a veces releyendo pasajes y pensando: "Hostia, así fue como fueron la cosas, y así como me sentía".

    Y eso =P

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  18. Zorro, es verdad que el tiempo lo cambia todo, yo tb flipo releyendo cosas, a veces me parece como si lo hubiera vivido otra persona y pensando ¿que yo hice eso? Y lo gordo es que lo pienso para bien y para mal. ;P

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.