viernes, 25 de junio de 2010

Los speedysobris

Teniendo en cuenta que somos primos lejanos de Los Increíbles ya podréis imaginaros que mi familia es bastante especial. Todos tenemos algún superpoder, pero voy a empezar presentándoos a los speedysobris, porque son los más poderosos: son SUPERMONOS y tienen la capacidad de ponernos a todos de buen humor con el menor esfuerzo.

Los tres hombrecitos más importantes de mi vida viven en Capilandia, así que no les puedo ver tan a menudo como me gustaría. Todos son rubios, guapísimos, con unos ojazos azules enormes que les iluminan la cara. J es el mayor: tiene siete años, es bastante grande para su edad, come un montón y es hiper-carnívoro: puedes conseguir más de él si le ofreces un filete que una golosina. Te mira tan intensamente que parece que te escanea y tiene unas salidas sorprendentes que casi siempre me dejan sin palabras. Todavía me acuerdo de una noche, hace años, que dormía en la misma habitación que su hermano pequeño y como éste no paraba de llorar le dijo a su padre: “¡Papá apágalo, por favor, apágalo!”

A es el mediano y es el más distinto a los otros dos: tiene los ojos más verdes que azules y el pelo un poco más oscuro. No le gusta el chocolate, siempre te repite las cosas tres veces y le encanta la peli Cars. Sospecho que es el que ha heredado mi superpoder de hablar a toda velocidad, porque parlotea todo el rato, sobre todo lo imaginable. Como te despistes les cuenta su vida (y la de los demás) a la primera mamá incauta que se encuentre cerca de los columpios del parque. Todavía no habla tan rápido como yo... pero estos superpoderes se desarrollan con la edad y él tiene mucho potencial. Su especialidad es hacer reír a su hermano I, que acaba de cumplir un año y que ahora mismo es el rey de la casa.

I es una fotocopia de J, tanto, que cuando comparamos fotos de los dos con la misma edad, a sus propios padres les cuesta distinguir quien es quien. Tiene el récord mundial de velocidad de gateo y desde hace casi un mes, si le coges de la mano, también da unos cuantos pasos erguido. Sonríe a todo el mundo todo el tiempo y se tira encima de sus hermanos como Hulk Hogan en sus mejores tiempos de Pressing Catch. Los mayores si quisieran podrían aplastarle, pero siempre le dejan ganar.

El equipo de Speedysobris se completa con L, que es hija de otro de mis hermanos (Speedybrother) y que vive en Speedytown. En agosto cumplirá un año y su misión en la vida es sustituir a Monserrat Caballé, porque tiene la voz más potente que he oído jamás, aunque no se enfada casi nunca, así que la utilzia poco. Tiene mucha fuerza y si te agarra el pelo ya puedes hacerte a la idea de vivir con un mechón menos, porque es suyo para siempre. Tiene la costumbre de frotarse los pies hasta que consigue sacarse los zapatos, come como una lima y lo mira todo como si pensara “Pero hijos míos, ¿qué estáis haciendo?”

Miedo me da cuando los speedysobris crezcan y formen su propia división de superhéroes, porque van a ser increíbles. Increíblemente desastrosos, me temo, pero muy majos

2 comentarios:

  1. Aún me estoy riendo con lo de "Apágaloo, por favor, apágaloo" XDDD

    Me temo que tu visión sobre estos Speedysobris es poco objetiva y por lo tanto irreal. Aún no ves cuántos peligros tienen sus superpoderes :D

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  2. JuanRa, lo de "apágalooo" fue muy bueno, pero cuando se lo recordamos alguna vez, él lo ve tan normal. Y sí, lo sé, los Speedysobris tienen mucho peligro. Pufffffff, eso da para otro post.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.