miércoles, 24 de agosto de 2011

Entrenándome para el triatlón

Soy cero deportista, lo cual es un inconveniente más que regular para una superheroína que se dedica a defender a la Humanidad con sus poderes extraordinarios. Por responsabilidad hacia mis protegidos y porque me gusta estar en forma, siempre he intentado practicar alguna actividad. De pequeña hacía gimnasia rítmica, cuando crecí me apunté a baloncesto, después me dediqué a aerobic y tontadas de ese tipo... Le echaba tanta voluntad que incluso me levantaba a las ocho de la mañana en verano (A LAS OCHO!!!!!) para salir a correr con Speedydad. La verdad es que corríamos juntos unos cinco segundos, hasta que mi querido progenitor me dejaba atrás porque no podía seguirle el ritmo y yo terminaba volviendo a casa sola, con la autoestima bajo mínimos y con bollos para el desayuno. Pero bueno, lo importante es la intención, ¿no?

Total, que como tengo pocas aptitudes, los deportes se me dan mal, sufro cuando los practico y eso hace que no me gusten mucho. Aún así, sigo probando diferentes actividades por si doy con una que domine mínimamente. Ya os he contado por aquí mis coqueteos con el piragüismo, el rafting y el submarinismo y tengo en mente hacer algo de escalada y defensa personal. Ya veremos en qué acaba todo. El caso es que con estas trazas me he visto metida en pleno entrenamiento de triatlón. ¿Cómo? Ni idea. Yo sólo quería buscar una piscina.

Desde que volví de vacaciones está haciendo taaaaaaaaaaaaaaanto calor en Speedytown que me voy derritiendo por la calle. Ir a la piscina al mediodía es la única manera de aguantar en el curro, pero mi pisci está en la otra punta de la ciudad, así que llegar hasta ella en mis dos horas libres se convierte en toda una odisea.

Primero tengo que coger dos autobuses, porque Speedytown es otra vez zona de guerra por las obras y ningún bus conserva un itinerario medio normal. Eso implica carreras para no perderlos, claro, porque pasan cada cuarto de hora. Después nado todos los largos que puedo (a esas horas la piscina está tan vacía que es un sacrilegio no aprovecharla para nadar) y cuando ya estoy agotada, me queda el laaargo y duro camino de vuelta al curro. Los recorridos de los buses de regreso son aún peores, así que tengo que caminar 15 minutos por la calle más soleada del mundo. Aquello parece la travesía por el desierto del Sinai, no os digo más.

Y sí, ya lo sé, ya lo sé, para entrenar el triatlón me falta coger la bici... pero al ritmo deportivo que llevo últimamente, no descarto abordar esa disciplina en breve. Y todo por darme un baño. Hay que ver de lo que es capaz la gente por un chapuzón.

7 comentarios:

  1. Seguro que necesitas más deporte?, yo creo que no, jejeje.
    Yo hice defensa personal (Hapkido) durante muchos años, está muy bien si te gusta que te zurren, jajaja

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  2. Qué mona, todo por un chapuzón ^^!!

    Yo tengo la piscina súper cerca y no tengo tiempo =(!!!!!!!!!

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  3. Siempre te puedes coger la bici para cruzarte la ciudad, aunque con el solano pegando y si hay muchas cuestas... mejor el bus, mejor el bus :)

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  4. Siempre puedes apuntarte a las carreras ilegales nocturnas de bicicletas, son muy al estilo "The fast and the furious".

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  5. Hombre, Papacangrejo, espero aprender lo suficiente para que no sólo me zurren, sino que tb zurre yo (de vez en cuando)

    Kurai, maaaaaaaaaaaaal, SIEMPRE hay que sacar tiempo para chapuzones. Tanto estrés no puede ser bueno.

    Miss Hurry, sí, lo de la bici iba a ser incluso un poco demasiado.

    Malkev, carreras ilegales nocturnas, estoooo... er... sí, sí, en eso estaba pensando. XDDDDDDDDD

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  6. Madredelamorhermoso...con esa voluntad...podrás dedicarte a lo que quieras.

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  7. Pseudo, bueno, a mí el chapuzón me compensa el esfuerzo. Está haciendo tanto calor que sin piscina mi vida sería un erial. ;P

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.