viernes, 29 de septiembre de 2023

Veroño maldito

Veroño, palabra de moda.

Un otoño disfrazado de primavera. Manteniéndonos alerta, disparando a dar: 14 grados, 25, 32. Abrigo de plumas por la mañana, tirantes al mediodía.

Viene camuflado con calidez, pero al corazón no lo engaña. Lo huele. Intuye sus hojas amarillentas, sus noches tempranas, sus días cortos. Sus braseros, sus rachas de viento, sus castañas asadas. Adivina la retirada del verano y el avance implacable de los fríos invernales.

Y el corazón empieza a encogerse sobre sí mismo, a levantar sus muros protectores y a airear para renovar el ambiente. Por la ventana salen los restos desgastados de libertad y despreocupación estivales y entran cargamentos enteros de la melancolía que trae consigo la gelidez.

Así que, como dice Rafael en bonito, perdonadme que hoy sienta pena y la diga. No me culpéis a mi, sino al otoño.


"Nos dicen: Sed alegres.

Que no escuchen los hombres rodar en vuestros cantos

ni el más leve ruido de una lágrima.

Está bien. Yo quisiera, diariamente lo quiero,

mas hay horas, hay días, hasta meses y años

en que se carga el alma de una justa tristeza

y por tantos motivos que luchan silenciosos

rompe a llorar, abiertas las llaves de los ríos.


Miro el otoño, escucho sus aguas melancólicas

de dobladas umbrías que pronto van a irse.

Me miro a mí, me escucho esta mañana

y perdido ese miedo

que me atenaza a veces hasta dejarme mudo,

me repito: Confiesa

grita valientemente que quisieras morirte.


Di también: Tienes frío.

Di también: Estás solo, aunque otros te acompañen.

¿Qué sería de ti si al cabo no volvieras?

Tus amigos, tu niña, tu mujer, todos esos

que parecen quererte de verdad, ¿qué dirían?


Sonreíd. Sed alegres. Cantad la vida nueva.

Pero yo sin vivirla, ¡cuántas veces la canto!

¡Cuántas veces animo ciegamente a los tristes,

diciéndoles: Sed fuertes, porque vuestra es el alba!


Perdonadme que hoy sienta pena y la diga.

No me culpéis. Ha sido

la vuelta del otoño".

lunes, 25 de septiembre de 2023

La crack del gazapo

Creo que son los americanos los que recomiendan poner en tu curriculum los fracasos, los proyectos que has intentado levantar y no han salido adelante, porque eso da idea al que lo lee que tienes experiencia e iniciativa. Creo que también es un consejo empresarial heredado de los yankies eso de "fracasa rápido, fracasa barato". Bueno, pues yo un poco lo mismo, pero en general.

Quiero decir... que a partir de una número suficiente de cagadas en la vida, se te puede considerar una experta en el desacierto, una especialista en el gazapo. De otra cosa no, pero de equivocaciones, de reveses y de descalabros, sabes. Aunque sólo sea por la práctica. A la fuerza ahorcan.

Nadie podrá decirme que hablo sin saber. Yo, como Scott, hablo con la autoridad del fracaso.





viernes, 22 de septiembre de 2023

Pierde bien

No sé por qué me encontré el otro día con este anuncio de hace años. 

 

 

No es que sea mi marca favorita, pero la idea que hay detrás me gusta. "Estate a lo que estamos" como filosofía de vida. Y entre todas las cosas que dice el narrador, sobre todo esta:

"Cuando pierdas, SOBRE TODO CUANDO PIERDAS, pierde".

Totalmente de acuerdo. Ya que tienes que tragarte un sapo, céntrate en ello. No pierdas tiempo y energías en cosas que no tocan: lamentándote, enfadándote, pensando en bucle que lo que sea que pasó nunca debió ocurrirte a ti, que no te lo mereces. Analízalo por si hay alguna enseñanza oculta en ese putadón y pasa página.

Cuando pierdas... PIERDE.


viernes, 15 de septiembre de 2023

El enemigo en casa


 

Menos mal que ahora se lleva eso de la inteligencias diversas. Porque en lo relacionado con el sentido del humor a lo mejor sumo algún que otro punto de lista, pero desde luego en lo que se refiere a la incertidumbre soy tonta de remate. Soporto mal la falta de certezas. Muy mal. Me agobio. Me entran los nervios. Me pongo en lo peor.

Y buscando explicaciones al caos supremo que ha sido y es mi vida, el otro día me encontré con esto.

"A veces se produce la paradoja del autosabotaje como forma de control. Si boicoteo mi vida puedo diseñar mi propia muerte en lugar de dejar que suceda. Tal vez no sea de mi agrado, pero lo habré escogido".

Y como lo del sabotaje es un hit ya en mi día a día, me ha dado por atar cabos y pensar que no puede ser casualidad. Que aquí hay un patrón.Y que necesitaba más información sobre el tema.

 Así que aquí estoy, leyendo a Hazel Gale. Voy por la mitad, pero por ahora puedo decir que cuenta cosas interesantes y las cuenta bien. Entretenida. Clara. Pedagógica. Y que si la leéis, prepararos para ver vuestra infancia con otros ojos. Yo estoy flipando, vaya.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Here we go again

Bueno, chavalotes, pues aquí estamos otra vez. Estoy a punto, a punnnnnto, de volver a liarla. Con lo que sufrí. No me lo puedo creer.

Vosotros no os acordaréis porque han pasado ya cien eternidades y una pandemia, pero hace unos años me metí en una supermovida que casi acaba conmigo. Me costó sangre, sudor y lágrimas terminar una tortura que me tuvo colapsada y sufriendo al máximo la tira y cuando aprobé juré y perjuré que jamás volvería a hacerlo, que como gracia ya había valido, que ya había tenido suficientes chanchullos para llenar veinte vidas y que nunca mais.

Vale pues...




A verrrr... no está decidido aún, pero me lo estoy planteando y eso ya es mucho. Estoy sopesando empezar de cero OOOOOTRA VEZ. DE NUEVO, estoy considerando la idea de cambiar el tren de vías para enfilar un destino diferente que me saque de esta parálisis. Increíble documento.

Es cierto que el chungo me dio fuerzas para salir por fin de una vía muerta y que desde entonces he estado en una estación fantasma, fuera de las líneas regulares, fuera del tiempo y el espacio. Me quedé allí apartada del mundanal ruido para hacer reparaciones y recargar combustible, sabiendo que algún día se acabaría la tregua, que en algún momento tendría que volver a circular. 

Me ha costado: mis vagones estaban muy dañados y mi GPS había perdido el rumbo. No sabía a donde ir ni qué camino tomar. Esperaba al rayo de la inspiración para ponerme en marcha y (parece) que ya ha llegado. Por fin.

¿Problema? Que me esperaba un rayo de poca potencia, manejable y ha caído una descarga de años de sufrimiento. MUCHOS AÑOS Y MUCHO SUFRIMIENTO. Y yo ya no soy un chiqui tren, llevo kilómetro y kilómetros a mis espaldas. No sé si mi locomotora va a poder a estas alturas con semejante recorrido. Y lo que es inaceptable es quedarme de nuevo tirada en una vía muerta (otra distinta) en medio de la nada.

La columna de los pros y de los contras está bastante igualada. Seguiremos informando.

domingo, 3 de septiembre de 2023

Picasso desquebrajado

Hablar del tiempo solía ser una solución de compromiso para situaciones incómodas, un tema neutro, sin polémicas, pero también soso, repetitivo y sin pizca de emoción.

HASTA AHORA

Este ¿verano? (lo llamo así por entendernos, porque los cierto es que no sé si se merecería ese nombre) nos ha tenido en guardia a todas horas, sin darnos ocasión de aburrirnos y mucho menos de relajarnos. Cuando creíamos que ya le habíamos cogido el truquillo a a cosa y que podíamos más o menos predecir lo que nos esperaría al día siguiente... ¡ZAS! cambio drástico. Lunes: 5 millones de grados, 8000 personas ingresadas por golpes de calor, huevos friéndose sobre el asfalto. Jueves: -7 grados, saca el nórdico y el abrigo de la nieve. Domingo: cae tal tormentón que las carreteras se convierten en ríos, literalmente. Todo tranquilidad y cero estrés, como se puede comprobar.

En medio de esta movida yo me he puesto morena sin planificación, sin orden ni concierto, lo que se traduce, como os podéis imaginar, en el caos supremo. Típica excursión a 58 grados en la que crees haberte aplicado protector solar, aunque quizá no y no lo recuerdas porque el calor que has acumulado en tu cuerpo apenas te deja acordarte de tu propio nombre. En esas circunstancias tu espalda puede acabar a topos blancos y negros si la camiseta que llevas tiene agujeros por detrás. Que no es que me haya pasado a mi ni nada, ¿eh? ¡Qué va!

Y en el caso de que me hubiera ocurrido (que no ha sido así, PARA NADA) habría podido pensar que mi bronceado iba a igualarse en la siguiente sesión de piscina. Lo que seguramente no habría supuesto es que dicha sesión sería después de 3 danas, 8 huracanes y 20 tifones y que hasta entonces habría lucido un tatuaje de contrastes de tonos blancos y negros en la espalda que poco le iba a envidiar a las composiciones cubistas picassianas.

Y por si fuera poca desgracia llevar un Picasso regulinchi en la retaguardia, ahora el verano ha decidido hacer dejación de funciones con antelación y traer consigo por adelantado una de las peores cosas del final del estío: la roñilla posvacacional.

Sí, amiguis, ya estoy empezando a dejar por todas partes rastros de mi ADN en cantidades suficientes para poner en serio riesgo el trabajo.de cualquier delincuente profesional que se precie. Lo que se traduce en un sospechoso e incómodo reguero de mugre que voy dejando allá donde voy y una cada vez más distorsionada creación vanguardista, posmoderna y bicolor en mis cuartos traseros. O dicho en palabras llanas: el horror total, vaya.

Yo contaba con quince días más para arreglar el cuadro (nunca mejor dicho) de mi bronceado desigual y mantener a raya el desquebrajamiento de la obra. Sin embargo parece que este verano perezoso ha decidido declararse en huelga de brazos caídos antes de lo previsto y descuadrarnos los planes a todos.

¡Qué paciencia hay que tener, de verdad!