lunes, 30 de diciembre de 2024

En defensa del cliché

Bueno, voy a darle un break al intensismo vital porque a este paso terminaré consiguiendo que explote blogger por exceso de decibelios llorones. Y tampoco quiero ser la responsable de la desaparición de un CMS decano como este.

Así que yo qué sé, hablemos de libros. No voy a hacer balance lector del año porque he leído poco y casi todo de mamarracheo en plan medicina de emergencia para bajones XXL. Pero vi el otro día este gift en el antiguo Twitter y pensé que tenía razón. Que lo clichés literarios tienen mala fama y los ponen de ejemplo de falta de creatividad, pero eso no es cierto. Los clichés lo son porque nos gustan, porque son situaciones familiares que nos pasan en la vida real y que nos da curiosidad saber como los vivirían otros personajes que nos molan. Los clichés bien contados son una chulada y poco nos paramos a pensar cuáles son nuestros preferidos.


Yo creo que el que más me gusta es el de slow burn, que muchas veces está mezclado con el de forced proximity. Son los más creíbles y los que dan oportunidad de hacer escenas más tiernas y cute. Otros como los de rivals to lovers o los de encuentros mágicos son menos verosímiles.

¿Y vosotros?

1 comentario:

  1. Los que salían
    en esas series,
    eran un poquito
    muerdealmohadas .

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.