miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ponga un contador de cosas en su vida

Una de las cosas buenas de ser contadora de cosas es que cada día haces algo distinto y hablas con un montón de gente diferente. Eso significa que absorbes millones de datos absurdos que en general no tienen ninguna utilidad en tu vida diaria, pero que, para ciertas situaciones, no vienen mal. Por ejemplo:

-Te conviertes en un as de las conversaciones de ascensor.

Para qué hablar del tiempo cuando puedo darte la réplica a casi cualquier conversación que empieces. ¿Que te dedicas a montar paneles solares en las casa? Yo te puedo comentar cuál es la potencia instalada de esta energía limpia en Speedytown. ¿Que has pedido cita en el médico y te ha dado hora para dentro de dos meses? Yo te tranquilizo contándote los plazos para que entre en vigor el decreto que regula las listas de espera sanitarias. ¿Que eres un juerguista y lo que te interesan son las fiestas? Pues te cuento el programa de conciertos que acaba de cerrar el Ayuntamiento. Que, a pesar de todo, te van los clásicos y SÍ quieres hablar del tiempo, pues te detallo la previsión para la jornada. No hay problema.

-Pasas a ser un potencial ganador del Trivial

Porque reconozcámoslo, ese último quesito, el definitivo que decide la partida, siempre depende de una pregunta absurda como de dónde viene el nombre que se le dan a la estatuilla de los Oscars o cuántos corazones tiene un pulpo. En momentos como ése todo el mundo quiere un contador de cosas en su equipo a ver si él ha oído esa tontada en alguna de sus múltiples actividades y consigue el triunfo.

-Te transformas en la baza más segura para una noche de guardia.

Para que esto se entienda, tengo que explicar el concepto "noche de guardia". Cuando, allá por el Pleistoceno, alguna de mis amigas quedaba con un nuevo ligue que no conocía prácticamente de nada, necesitaba que montáramos guardia. Esto significaba acompañarla al bar donde había quedado con él y quedarnos hasta que ella estuviera segura de que el chico no era un asesino en serie que la iba a descuartizar. Una vez comprobado eso, la función de la guardia continuaba entreteniendo a los amigos del ligue en cuestión para dejar intimidad a los nuevos tortolitos, que así podían conocerse a fondo.

Y era en la labor de entretenimiento en la que una contadora de cosas era más útil que nunca. Porque los amigos del ligue podían ser de todo pelaje. Si eran informáticos interesados en ordenadores, la táctica era comentar la última novedad en motores de búsqueda o exploradores. Si a los chicos les gustaba más la historia, una apuesta segura era hablar del último descubrimiento arqueológico y si eran de Matemáticas o Físicas... bueno, entonces había que recurrir al comodín del público y empezar las rondas de chupitos de tequila. Que nadie se ofenda, ¿eh? Es que los contadores de cosas somos más de letras y empezar conversaciones con gente muy muy muy de ciencias... pues nos cuesta. Y los chupitos siempre ayudan.

Seguro que ser contador de cosas tienen más puntos positivos... ya se me ocurrirán.

8 comentarios:

  1. Hola, ¿a qué piso vas? ¿al 18? Vale...

    Pues parece que se confirma la sospecha de que los neoliberales rusos acatarán la ley de extranjería de la UNESCO, ¿no?

    Venga, desenfunda...

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  2. ¡Ahora yo! Conversación de bar, hombre guapísimo y perfectísimo:
    "Querría encontrar una mujer con la que poder compartir mis ideas acerca de la alimentación y engorde de la mosca malaya"

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  3. En realidad, el modo más seguro de callar a los físicos es con un hábil movimiento encamatorio. No falla jamás, garantizado.

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  4. JuanRa, puffff, ¿sólo hasta el piso 18? No me da tiempo a contarte todo lo que sé sobre los neoliberales rusos... y para quedarnos a medias mejor elegimos un tema más ligerito, ¿no? XDDDDDDD

    Doctora Anchoa, tan perfectísimo no sería si en un bar me pregunta por la mosca malaya... pero vamos, que si hay que hablar se habla, ya le contaré alguno de los problemas que hay en Speedytown con la mosca negra, que seguro que también le interesa. XD

    Efe, no se trataba de CALLAR a los físicos sino de EMPEZAR UNA CONVERSACIÓN con ellos... Y puffff, en esta vida he hecho muchos millones de guardias y me he encontrado con todo tipo de ganado masculino... con la mayoría de ellos el movimiento encamatorio NO era una opción.

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  5. Buah, qué sosa. ¡Así va el mundo!

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  6. Efe, es verdad, el mundo iría mejor si la gente se acostara más con los físicos en general (y con alguno en particular XDDDDDDDDDD). Yo, como superheroína, quiero el bien en el mundo, pero acostarse con muchos de los especímenes con los que me encontré era un sacrificio demasiado grande, incluso por el bien de la Humanidad... XDDDD

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  7. Para mantener a los físicos entretenidos también viene genial una Nintendo DS. Lo he comprobado.

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  8. Jaja, Cattz, bueno es saberlo, me lo apunto para cuando tenga que entretener otra vez a un físico.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.