martes, 24 de agosto de 2010

El derecho inalienable a no hacer ni el huevo

Finales de agosto. 40 grados a la sombra. El 90% de la población española (tirando por lo bajo) está torrándose en alguna playa o refugiándose del calor en algún lugar de la montaña. El 10% restante está compuesto por una panda de desafortunados que no tienen otro remedio que acudir a su puesto de trabajo, pero que lo último que quieren es trabajar. Son conscientes de que la mayoría de sus compatriotas está disfrutando de sus vacaciones sin mover ni un dedo, saben que la ley garantiza la igualdad entre los ciudadanos y están decididos a ejercer su derecho inalienable a no hacer ni el huevo (especialmente) en agosto.

Y ojo, cuando un español se propone cumplir la ley y ejercer sus derechos, no hay nada que hacer. Puedes intentar obligarle, presionarle, ponerle contra las cuerdas... pero le saldrá la fuerza racial y el genio propio de los hispanos y entregará la vida antes de rendirse y hacer algo productivo. Él ha decidido tocarse las narices a dos manos durante todo el mes y ni tú ni nadie logrará que ceje en su empeño.

El problema es que los contadores de cosas tenemos que seguir contando el mismo número de cosas sea la fecha que sea y necesitamos que algunas personas continúen haciendo su trabajo, para poder contarlo. No es falta de patriotismo, ni que seamos unos esquiroles ni que tengamos ganas de molestar... es que no nos queda otro remedio. Así que hacemos millones de llamadas al día para conseguir información y tenemos que aguantar que nos den largas de las formas más variadas jamás imaginables. Por ejemplo:

-Asegurar que todo es IM-PO-SI-BLE
-Uffffffff, ¿2+2? Sólo te lo puede explicar Zrutanito y está de vacaciones. Que te lo cuente otra persona IM-PO-SI-BLE, ese tema sólo lo lleva él.
-Uffffffff, ¿las tablas de multiplicar? No te las puedo conseguir, IM-PO-SI-BLE. Esos datos son dificilísimos de recabar, ni idea de quién los puede tener.
-Uffffffff, ¿qué quieres contar el qué? Cambia de tema pero-que -ya. Eso es IM-PO-SI-BLE de sacar.


-Procrastinar, a ver si te cansas o te olvidas
-"Ah, Speedy, sí, que llamaste el lunes para hablar con Don Importante, pero han pasado 24 horas y no he podido reunir fuerzas para conseguir alargar el brazo, descolgar el teléfono, marcar el número (¡que tiene 9 cifras, nada menos!) y avisarle. Llámame mañana a ver si he logrado esta hazaña.

-"Ah, Speedy, sí, que llamaste el lunes y el martes, aquí tengo la nota en la que apunté lo que querías. Pero después caí en que igual Don importante está de vacaciones y no te puede atender. Llamaré mañana a ver si está de vacaciones o no. ¿Que llame hoy? Ayyyyyy, mujer qué prisas"
-"Ah, Speedy, sí, que llamaste el lunes, martes y miércoles... le he mandado un correo a Don Importante para saber si puede hablar contigo, pero aún no me ha contestado, ya te diré algo cuando lo sepa"
-"Ah, Speedy, sí, que llevas toda la semana llamando... Tú querías algo relacionado con Don Fundamental o Don Esencial... Ah, sí, sí, es verdad, Don Importante. Ya si eso mándame un correo con lo que quieres en concreto, que no lo tengo muy claro...

-Pasarse la pelota unos a otros
A- "No, no, para esto tienes que hablar con B"
B- "No, este tema lo lleva siempre C"
C- "No, el que mejor te puedo explicar esto es A. ¿Te ha dicho que yo? No, no , pues ahora le llamo y te atiende seguro, no te preocupes"
(Jamás vuelves a saber de ninguno de ellos, por supuesto, se habrá abierto una grieta en el suelo y se los habrá tragado la tierra)

-Desaparecer por arte de Magia Borrás
-"¿Fulanito? Está tomándose un café, llámale dentro de tres cuartos de hora" (¿45 minutos? Pero qué pedazo de tanque de café se está metiendo entre pecho y espalda,¿ no?)

-"Ah, ¿eres Speedy otra vez? Pues Fulanito juuuuusto se acaba de meter en una reunión, le digo que te llame".

-"¿Fulanito? Juuuuuusto acaba de salir, inténtalo mañana".

-"¿Fulanito? Está por aquí, pero ahora mismo no le veo sentado en su sitio. Pero vamos, que le he pasado nota de que quieres hablar con él y te llama seguuuuuuuuuuuuuro".

-"¿Fulanito? No, no me suena que trabaje aquí nadie llamado Fulanito".

Trabajar en verano es genial. Yo también quiero desaparecer.

7 comentarios:

  1. Bueno, yo no soy "contadora de cosas" pero me pasa algo parecido... ¡¡¡yo también quiero desaparecer o en su defecto ejercer mi derecho a no hacer ni el huevo!!!
    Por cierto, me ha encantado el blog...

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  2. CRiS, ¡mil gracias! Y sí, tener que trabajar cuando nadie quiere hacerlo es horrible, da ganas de decir: "Valeeeeee, vengaaaa, me rindo, todos a holgazanear"

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  3. ¿Y no puedes hacer tú lo mismo y decirle a tu jefe que no has podido contar nada porque no había nadie a quien contar? Pregunto, vamos...

    PS: Genial el post :)

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  4. ¡Gracias Zor! Ya he intentado todas las excusas, pero los jefes de los contadores de cosas son implacables. Hay que contar o contar. XD

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  5. Jajaja. Muy bueno.
    Si pudiéramos poner esto en imágenes sería un corto titulado Los curradores de agosto. :D

    No sé por qué me lo he imaginado interpretado por la Sardá.

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  6. JuanRa, si hubiera imágenes de esto, sería un repor parecido a callejeros y lo llamarían "Los pringados de agosto", o algo así. Y si por lo menos estuviera la Sardá por medio sería más divertido

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.