jueves, 26 de agosto de 2010

¡Quiero el libro de reclamaciones pero-que-ya!

Siento decirles esto a los fans incondicionales de los superhéroes, pero no somos perfectos. Tener poderes extraordinarios es genial, pero como todo los bueno en esta vida, causa efectos secundarios. En mi caso, por ejemplo, mi supervelocidad me afecta al cerebro y propicia que tenga reacciones extrañas. Como ésta.

Cuando me pasa algo lo suficientemente malo como para poder incluirlo en la categoría de Putada-como-la- copa-de-un-pino me lleva un tiempo aceptarlo. Durante unas horas o unos días (depende del tamaño de la putada en cuestión y de mi momento vital) entro en un absurdo bucle de pensamiento en el que no hago más que repetirme a mí misma que ha habido un error y que la putada no debería haber pasado.

Es irracional, desatinado e inútil, lo sé, pero no puedo evitar reaccionar con enfado, como si me hubieran estafado con la factura de la luz, por ejemplo. En esos días me encantaría que la vida tuviera un Departamento de Reclamaciones al que ir a montar un pollo. Con mi superpoder de velocidad verbal ya os podéis imaginar que sería un pollo que pasaría a los anales de la historia como el pollo más grandes jamás montado.

Speedygirl (S): Mire señorita (me atendería una mujer, porque una reclamación en la que no se pueda decir "señorita", pierde mucho) llevo años esperando a que George Clooney me pida matrimonio y me acabo de enterar de que tiene una novia nueva, que obviamente no soy yo, porque esta cara iba a tener yo si mi novio fuera George Clooney. En fin, a lo que iba, creo que he sido lo suficientemente paciente, pero la verdad, no veo que estén ustedes haciendo lo necesario para que yo empiece una brillante carrera de actriz en Hollywood o para que él se compre una casa en España para retirarse. A ver si se creen que me vale con que nos conozcamos a los 90 años, que yo no firmé para pasar los últimos cinco minutos de mi vida con un galán arrugado como una pasa.

Señorita del Departamento de Reclamaciones (SDR): Es que las cosas llevan su tiempo...

S: Si bueno, pero es que tampoco es que se estén luciendo en otros terrenos, porque a estas alturas yo debería ser ya la superheroína más famosa de la historia y míreme... que no tengo ni mi propio cómic. Harrrrrrrrrta estoy de oír hablar de Superman, Spiderman y la Mujer Maravilla. ¿Qué pasa? ¿Que ellos pagaron más? ¿Que su dinero es mejor que el mío? Mire señorita, no me gustaría tener que usar mis contactos como contadora de cosas para decirle a la gente cómo gestiona su empresa la Vida, haciendo diferencias entre unos y otros, que no quiero ni pensar lo que han hecho para obtener este trato de favor.

SDR: Tampoco nos pongamos así...

S: Vamos, y si empiezo a hablar de dinero no acabo. ¿Dónde están mis millones? ¿Y mi limusina con chófer? ¿Y mi mansión? ¿Pero usted sabe la cara que se me queda a mí cada vez que me encuentro con el pánfilo de Batman y me cuenta lo bien que se duerme en las 200 habitaciones de su casa? Pero a ver, ¿por qué ese tipo es rico y yo no? A ver, ¿por qué? Deme una razón, venga, deme una.

SDR: Las cuestiones pecuniarias las lleva otro departamento

S: Si aprecia en algo su vida NI SE LE OCURRA mandarme a otro departamento. Llevan meses mareándome y pasándose la pelota unos a otros. Yo es que, de verdad, no sé para qué me molesto en explicarle mi caso a usted, que no decide nada. Quiero hablar con su jefe. O mejor, con el jefe de su jefe. Vamos, hombre, esto no va a quedar así. Como que me llamo Speedygirl que lo mío lo arreglan. Por mi honor de superheroína.

Cómo me gustaría poder montarle un pollo así a alguien. Casi seguro que no servía de nada. Pero me iba a quedar de un relajado...

4 comentarios:

  1. Pues a mí me has acojonao, niña. :S

    Vamos que yo soy la señorita esa y te hago un apaño como sea.

    Pero para alegrate un poco la vida te diré que me gustan mil veces más las superheroinas de carne y hueso que las de piel de cómic y alma de tebeo.
    Mucho más.

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  2. Desde luego, el día que encuentres a la señorita esa, se va a quedar pallá... Te lo arregla todo en un pispás, seguro.

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  3. JuanRa, ¿a que acojono? Pues cuando se me acabe lo de superheroína y lo de contadora de cosas, ya sé a que me voy a dedicar; a matona de la mafia XD

    Zor, que tiemble la señorita si la encuentro...

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  4. Es que por muy superheroína que seas, si pones la reclamación pero luego no vas a Consumo, te van a seguir ignorando. Con esas reclamaciones, la empresa se limpiará los mocos, o harán cosas aún más marranas. Hazme caso, ve a Consumo, que con tu supervelocidad en un par de minutos estas allí.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.