Aunque llevo años militando en las fuerzas del bien y luchando contra supervillanos, lo cierto es que no suelo ser yo la que dirige las batallas cruciales, en las que interviene un operativo numeroso. No lo hago porque me falta visión de conjunto y previsión. Me cuesta intuir cuál va a ser la próxima jugada de mi adversario, porque me pierdo en los detalles del presente. Yo soy de las que se preocupa de que todos los vehículos ultrasónicos tengan combustible... y luego se sorprende de que los malos se hayan colado en el campamento por la puerta de atrás. Qué le vamos a hacer, soy guapa, inteligente y simpática, no lo puedo tener todo. (Tampoco tengo abuela, ya lo veis XD)
El caso es que también me falta visión de conjunto y previsión en mi día a día. Esto provoca que en la mitad de los viajes no me lleve suficientes calcetines, porque no he sido lo bastante previsora para poner una lavadora con antelación y tener ropa limpia y seca a tiempo. Mi falta de visión también es la culpable de que no vea venir las leches de tamaño XXL que a todos nos da la vida de vez en cuando. Y claro, me pillan totalmente fuera de juego.
Solía pensar que, como en las batallas contra los villanos, el factor sorpresa aumentaba la potencia destructora del ataque. Vamos, que me costaba más recuperarme de los faenones porque me pillaban a por uvas. Así que decidí empezar a buscar señales en el aire de mis próximas leches. Analizaba, examinaba y clasificaba todas y cada una de las cosas que podían salir mal para verlas venir. Que eso sirviera o no para esquivarlas no tenía la menor importancia. Lo importante era que no me pillaran por sorpresa.
Creía que eso aminoraría el dolor. Me quivocaba. Puede que en los primeros cinco minutos, en esos en los que el aturdimiento es tan grande, la estupefacción tan enorme, que no sientes casi ni tristeza ni rabia. En esos primeros cinco minutos, el "ya me lo esperaba"... puede que sirva de algo. Pero después, cuando lo tragas... cuando empiezas a ser consciente de la magnitud del problema, del dolor que te genera... a partir de entonces, esperárselo o no deja de influir. Y lo único que te queda es una leche real que te ha dejado para el arrastre y un millón de leches imaginarias previas que te han amargado la vida.
Y eso sin ponerse en lo peor y pensar que tanta búsqueda de lo malo, al final te ha hecho encontrarlo. Que ha empeorado tu actitud y ha provocado que de tanto intentar no creerte que podía pasar algo bueno, no te lo creíste. Y te faltó ilusión, y confianza y espontaneidad. Y eso impidió que se produjera el milagro. Y ahora vienen los lloros.
Así que ¿sabéis lo que os digo? Que yo me bajo aquí. Renuncio a mi diploma oficial de buscadora de señales de futuras leches. A mí que me pase lo que me tenga que pasar. Y ya apechugaremos.
El primer párrafo lo suscribo de pe a pá (hasta lo de la abuela)
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En cuanto a tu desarrollo ha sido impecable. Poco más tengo que añadir. Algunas leches duelen en el corazón, en el alma y en el orgullo a espuertas, por lo que el haberlas previsto no hace sino atenuar el buen tiempo que pudiste haber pasado. Y yo me niego a vivir a medias.
Porque ¿sabes? los principios asustan, los finales son tristes...así que lo del medio al final es lo que importa.
Así que para buscadora de leches Central Lechera Asturiana.
...Sí, ya apechugaremos.
(Anda que tú y yo estamos apañás últimamente, joer...)
Jo, speedy >.<
ResponderEliminar:******
Pero, pero, pero...¿qué te ha "pasao"?
ResponderEliminarLa leche que te esperas es peor, porque demuestra que no has podido pararla. En fin lo que será será, pero una gran herina como tu lo aguanta todo.
ResponderEliminarClaro que si superheroína!
ResponderEliminarHay que volver a las bases. Poco a poco nos vamos poniendo chalecos antibalas y llega un momento en que no podemos ni movernos ni ser nosotros mismos, aun sabiendo que, por muchos que llevemos, las balas nos seguirán afectando.
Muchos ánimos speedy! Nadie dijo que combatir el mal fuera mas fácil que combatir la vida. ^_^
Dí que sí, ésa es la actitud, tú relájate y déjate de andar buscando leches por ahí, y si llegan las coges y haces cuajada y les echas miel o algo más rico. ¡Los superhéroes necesitáis mucho calcio!
ResponderEliminarSpeedy mejor vivir en la ignorancia, estoy contigo, porque total cuando te viene de frente da igual que te la esperes o no ¡duele qué no veas!
ResponderEliminarSea lo que sea si hay que pegarle a alguien llámame, que te ayudo!!! :p
Penita grande, Speedy. Yo soy de las que piensan que la ignorancia es un estado de felicidad perfecta, muchas veces es mejor no saber.
ResponderEliminarFiebre, tú también pones combustible a los vehículos ultrasónicos? XDDDDDDDDDDD Pero sí, llevas razón, para buscadora de leches, Central Lechera Asturiana! Y ya apechugaremos! Con nosotras no pueden, eh? AUPA GUAPI!
ResponderEliminarNo, Kurai, si no pasa nada.
Pseudo, no ha pasado nada. Nada nuevo, digo. Sólo que me he dado cuenta de que tengo que cambiar ciertas actitudes... a ver si así me va mejor.
PapaCangrejo, pues también llevas razón, además de todo, te das cuenta de que no has sabido parar la leche. Otra razón más para no buscarla.
Malkev, es verdad, tanto chaleco para nada...
jajaja, Gallinica, qué bueno, sí señora, eso es lo que tengo que hacer, fabricar cuajada. Y ya de paso fundo un imperio de postres lácteos, me hago millonaria y me retiro de la lucha contra supervillanos. XDDDDD
Bolboreta, gracias, por ahora no hay que pegar a nadie, pero si las cosas se ponen feas, ya sé a quien llamar. XDDDDDDD
Pues sí, Doctora y tanto. A veces... bendita ignorancia!
Por desgracia soy de las del penúltimo párrafo.
ResponderEliminarMe cuesta lusionarme "conscientemente" (porque inconscientemente lo haces quieras o no) no sea que luego me vaya a pegar la leche, por si acaso.
Pero siempre acabo con la torta en la cara.
En fin....
¿Cuestión de actitudes? Ójala.
Si te sirve tú cambio, dínoslo, para seguir tu ejemplo;)))
Un besote
Yo opino igual que tú: el disgusto es tremendo aunque te lo esperes, y encima el estado de alerta genera mucha tensión y estrés...
ResponderEliminarCuando pase, si es que pasa, ya habrá tiempo de preocuparse.
Además, siempre queda la posibilidad de que no pase!
Un beso!
El que confieses que te das esas leches y que duelen, te hace más humana que sobrenatural, pero el que lo tomes con filosofía y sentido del humor te hace de nuevo una gran super heroína.
ResponderEliminarAsí que nos quedamos como estábamos, Speedy ;)
Tómatelo con buen humor, es difícil, pero hay que intentarlo, y tienes razón cuelga el diploma por un tiempo, que descansar de la leche viene bien.
ResponderEliminarAdalias, pues si nos vamos a dar la torta igual... de qué sirve no ilusionarse? No sé si será cuestion de actitud o no, sólo sé que el plan del penúltimo párrafo no estaba funcionando, al menos en mi caso. Y sí, si encuentro un plan mejor os lo cuento, por un módico precio, claro XDDDDDDDD
ResponderEliminarBueno, JuanRa, si por lo menos nos quedamos igual y no perdemos nada... algo es algo ;P (Gracias, salao! XD)
Sí, Apple, qué razón tienes, un descanso de leches nunca viene mal! XDDD