Decía uno de mis profes (que sabía un montón y que suspendía a un número de alumnos directamente proporcional a su inmensa sabiduría) que la diferencia entre el acierto y el error es una cuestión de matiz. Como razonamiento para los rotundos cates que me cascaba el muy cabrito, esa afirmación me servía de poco, pero vista con distancia y perspectiva, la verdad es que una frase muy cierta. Y es que el éxito en muchas facetas de la vida depende del sentido de la medida que se tenga.
La cocina es el ejemplo más claro de esto. Saber cuál es la cantidad exacta de sal que hay que añadirle a un plato para que tenga el sabor perfecto o no pasarse con el chorrito de aceite con el que hay que aderezar una receta, es cuestión de instinto. Pero los fogones no son el único campo de batalla en el que "tener medida" es la clave.
La línea que separa ser extrovertido y hablador de meter unas chapas de impresión es peligrosamente delgada. Lo mismo ocurre entre ser bromista y convertirse en el típico brasas que no le hace gracia a nadie. También es fácil pasar de ser sensible a un llorón o de hacer gala de una sana curiosidad a volverse un cotilla inaguantable. Todo depende de mantenerse en el punto justo, ni un milímetro más ni uno menos.
Cuando más nos planteamos esto de las medidas es en momentos conflictivos como el doloroso y lento fin de una amistad de años o el borroso posible comienzo (o no) de una relación de pareja. ¿Cuántos intentos son suficientes para salvar un buen amigo o descubrir si la persona que tienes enfrente es el amor de tu vida? ¿En qué momento se traspasa la línea que separa ser perseverante y luchar por lo que se quiere de convertirse en el típico pesado que no entiende que N+O=NO?
Sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de las veces el común de los mortales no nos entendemos. Pero nada de nada. Yo puedo haber hecho un gesto que me parece enorme y la persona a la que va dirigido ni darse cuenta o vivirlo como algo mucho menos importante. Por eso tantas veces, cuando se empieza a perder un buen amigo y llega el momento de hablarlo, la conversación se convierte en un diálogo de sordos lleno de "¿que hiciste qué?" "¿que me comporté cómo?" Los dos se sorprenden del modo tan distinto en el que el otro ha vivido la historia. Cuando hay suerte se aclara, los dos se entienden y la amistad se salva. Cuando la conversación llega tarde y ya han hecho mella el dolor y el resentimiento por cosas que tal vez no han pasado realmente así, ya no queda nada que salvar. Una pena.
El tema es peor con los posibles nuevos amores (o no) porque en estas negociaciones todo son medias tintas, insinuaciones, estratagemas. Pocas veces se tiene la suerte de tener enfrente a alguien que te dice N+O=NO cuando la cosa no cuaja. En la mayoría de las ocasiones se aplica la máxima "a buen entendedor pocas palabras bastan", algo que sería eficaz si los humanos nos entendiéramos bien. Lo que, desgraciadamente, no pasa casi nunca. Y a ello hay que añadir los orgullos mal entendidos, los ataques de dignidad hipermusculada y super-extrema y la gran cantidad de perros del hortelano que hay sueltos por el mundo.
En todo eso no me voy a meter, que sería irse para lo hondo y habría mucha tela que cortar... Y bastante largo me ha quedado ya esto.
La culpa es del que decidió que una despedida es triste (en los casos de los que hablas claro). Tenemos que aprender a soltar. Chim pum.
ResponderEliminarConfundimos lo que es con lo que quisiéramos que sea y lo que es con lo que nuestra inseguridad nos dice que es. Me salió un Trabalenguas :D
ResponderEliminarHasta entre esposos es difícil comunicarse...
¿Cuántos intentos son suficientes para salvar un buen amigo?
ResponderEliminarSpeedy ¿qué te pasa últimamente? ¿Me lees el pensamiento?
Apuf! Otro post que me desarma... Creo que por eso te quiero tanto, jejeje.
Besos y ¿suerte?
Yo esto lo tengo clarísimo: cuando una relación, sea de amistad o sentimental, supone un esfuerzo continuo y sobrehumano, no compensa jamás. Estas cosas cuando molan es cuando no existe sensación de esfuerzo, y todo va solo.
ResponderEliminarLa verdad es que es muy complicado todo lo que planteas. Respecto a las relaciones, que es lo que a mí más me ha tocado, creo que lo primero y primordial es ser sincero con uno mismo. Casi todo es justificable y uno puede encontrar razones para actuar en una u otra dirección, pero si tu intuición te dice que por ahí no, creo que lo mejor es hacerle caso.
ResponderEliminarRespecto a las dificultades que tiene la gente para decir las cosas claras... pues en general es así, pero también te encuentras con gente sincera con la que no te haces más daño del necesario, y es una suerte. De todas maneras, tú siempre puedes elegir cómo actuar tú, incluso cuando te encuentras con capullos o con dignidades hipertrofiadas.
Me da la impresión de que es el típico comentario en que en realidad aprovecho para hablar de mí... pero hoy tengo el día tonto, tú sabes.
Un besote.
Wa, cuánta razón tienes.
ResponderEliminarPero esos malentendidos y distanciamientos los tenemos todos, en mayor y menor medida. Lo mejor es decirlo todo cuando se piensa y demostrarlo lo mejor que se pueda. Es una pena que las cosas terminen mal por malentendidos.
Un besote espero que estés bien ^^
estoy completamente de acuerdo con lo que dice la Doctora Anchoa!!
ResponderEliminardicen que los amigos (o parejas) tienen que dividir nuestras penas y multiplicar nuestras alegrías... cuando es al contrario... no merece la pena!!
A mí me pasó justo eso con mi mejor amiga. Éramos no sólo amigas, sino almas gemelas, pero un par de malos entendidos, dilatamos la plática aclaratoria, y al final, de buenas a primeras, dejamos de buscarnos, hablarnos, y toda la amistad y la relación terminó. Muy triste.
ResponderEliminarEstoy contigo Speedy....estar en equilibrio para no caer en el que te pasas o en el te quedas corto es complicado...
ResponderEliminarDepende de tantas cosas...hay gente (y me incluyo) que le resulta dificil contener los sentimientos con temas que le afectan, por ejemplo.
Y en el tema de relaciones eso la verdad es que si es otro mundo...como bien cuentas en el post, es realmente soprendente comprobar como la otra persona ha vivido o ha entendido lo mismo dentro de la misma relación...muchas veces es para caerse de espaldas y no levantarse más jajajjaa
Un besi
Por cierto Doctora Anchoa, estoy absolutly de acuerdo contigo en tu comentario. Cuando en una relación estas bien...es cuando no existe sensación de esfuerzo y va rodando todo solo...asi es como se difruta en plenitud de una relación, asi es como las dos personas están igual de compenetradas, en el mismo plano.
ResponderEliminarBesi
Papacangrejo, aprender a soltar, fácil de decir, difícil de hacer, ¿no? ;P
ResponderEliminarPatito, un trabalenguas muy claro, yo creo que muchísimas veces pasa eso.
Bolboreta, igual estoy desarrollando un nuevo poder! jajaja Supongo que todos pasamos por cosas parecidas, a nuestra manera bss tb para ti!
Doctora, en general estoy de acuerdo con lo que dices, pero en algunas ocasiones, después de muchos años de pasar muchas cosas con la otra persona, ¿qué menos que hacer un esfuerzo, por si se puede salvar algo, no?
Marina, estoy de acuerdo con tu primer parrafo, a no ser que tengas una intuicion que te falle habitualmente, como es mi caso. Y respecto al segundo párrafo... no digo que todos sea por mala intención, sino por comodidad o lo que sea... pero en general hay más gente poco clara, que clara, ¿no?
Misa, pues sí, la verdad es que lo mejor es decir las cosas en el momento, porque si no todo va empeorando. Lo que pasa es que a veces cuesta taaanto!
No, sí que es difícil el punto medio, sí!
Uy espidi!!! te veo blandita...¿tenemos algun amiguito a punto de saltar la frontera u que?? Ya sabes lo que decía sabina "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió."
ResponderEliminarDoctora, el esfuerzo también es cuestión de matices, ¿cuándo pasas de cuidar una relación que merece la pena de forma razonable a trabajar desesperadamente y metiendo más energía de la necesaria por mantenerla?
ResponderEliminarSpeedy, me han encantado la entrada y las reflexiones que suscita.
Hay que ver, ECDC, hablo de cocina, de medidas, de amistad, de relaciones... y tú siempre te quedas con lo que te quedas. Si es que la cabra tira al monte! XDDDDDDDDD
ResponderEliminarGallinica, gracias, y pienso lo mismo, el problema es saber la frontera entre esfuerzos necesarios y sufrimiento gratuito
Pufff, me has recordado a una amiga que se rompía el culo por mantener relaciones que no podían funcionar nunca...
ResponderEliminarÁnimo, sea lo que sea que te pase.
A veces escribes unas tesis de matrícula. Muy cierto.
ResponderEliminar"¿que hiciste qué?" "¿que me comporté cómo?"
Repito: Muy cierto.
Perli, gracias, tú tb AUPA! EH? Que no me entero yo que no! XDDDD
ResponderEliminarSí que pasa mucho, ¿verdad JuanRa? es una pena, pero pasa mucho.
Me cago en... yo escribí aquí! lo juro! Indignada me hayo!!!!
ResponderEliminarH@n, pero, pero, pero no nos dejes ahora con la intriga! Qué ibas a decir? XDDDDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminar