Hace ya 12 meses que no estás. Cómo pasa el tiempo. No me parece que hace tanto que no te veo. Será que me acuerdo mucho de ti. Y son curiosas las cosas que recuerdo.
Me acuerdo de todo lo que sabías y de que todos en casa te utilizábamos de enciclopedia humana (“¿qué afluentes importantes tiene este río?” “¿En qué año cayó la primera república?”) pero me acuerdo más de los juegos que te inventabas para que nos aprendiéramos las provincias españolas, de esos minipuntos que se ganaban cada tres aciertos y de ese mapa mudo de España que, contra todo pronóstico, convertías en la diversión de las tardes de verano.
Me acuerdo de tus férreas ideas políticas, de tus sólidas convicciones religiosas, pero me acuerdo más de tu tolerancia hacia todos los puntos de vista, de tu respeto a los demás y del humor con el que te tomabas que “me haya salido una hija más roja que el puño de Lenin”.
Me acuerdo de tu interés por todo lo nuestro, pero me acuerdo aún más de que fuiste mi crítico más constructivo (y más feroz) en mis primeros trabajos estudiantiles como contadora de cosas (“¿No te parece que sobra esta palabra?” “¿Y esto mejor que esto otro?”) No olvidaré que tú me diste la idea para mi primera labor medio seria de contadora y que me acompañaste. Cuando volvimos le dijiste a todo el mundo: “Yo como estoy tan sordo no he oído nada, pero lo ha hecho muy bien porque ha estado muy simpática”. No sé si eras un juez muy imparcial...
Me acuerdo de tus inquietudes, de tu curiosidad inagotable por todo, de tus continuas ganas de aprender. Pero me acuerdo sobre todo de tu empeño por adaptarte a los nuevos tiempos (“Si abro el cacharro ese del ordenador que tiene la W y me sale un cuadro gris en medio, le doy al aspa para cerrar, ¿no?”. “Depende de lo que diga.” “Ni idea, está en inglés”)
Me acuerdo de todo lo que jugaste con tus nietos, pero aún recuerdo más que te quedaban fuerzas para hacer lo mismo con tus cuatro bisnietos. Que a tus 86 años te pusieras a cuatro patas para hacer el gato y así conseguir que J dejara de llorar sólo me merece un comentario de dos palabras: IM-PRESIONANTE.
El de este año ha sido mi primer cumple en el que no he recibido una preciosa postal tuya. Y estas navidades han sido las primeras en las que no has castigado a los vecinos con tu estruendoso repertorio de villancicos. intensificados con tu potente voz y tu sordera. Hablamos tanto de ti que parece que no te has ido. Pero aún así, cómo se te echa de menos abuelo.
Hoy eres tú la que has estado impresionante, Speedy.
ResponderEliminarMe ha llegado dentro.
Un abrazo
Me has emocionado, Speedy. Qué post tan bonito y qué suerte de haber tenido a tu abuelo.
ResponderEliminarPrecioso texto... Hace tiempo que leo tu blog, y es sencillamente genial.
ResponderEliminarLa entrada de hoy es especialmente tierna y emotiva, gracias por compartir sentimientos tan bonitos.
Enhorabuena porque como "contadora de cosas" eres un hacha!!! :D
Precioso. Entrañable.
ResponderEliminarEnhorabuena por saber plasmar las cosas así y por haber tenido la suerte de tener una persona así en tu vida =3
Me hiciste llorar..y ahora te dejo, que tengo que hacer una llamada a mi abuela;)
ResponderEliminarGracias y mil besos
GRACIAS A TODOS, SOIS UNOS SOLES!!!!!!
ResponderEliminarGracias JuanRa, te parecerá una tontería, pero se fue muy rápido y no dio tiempo a decirle adiós... Y esto no sé por qué tengo la sensación de que lo oye.
Naray, era un lujo tenerle cerca, la verdad Y con todos esos recuerdos siento que no se ha ido del todo
Doctora, tienes toda la razón, fue una suerte.
Bolboreta, me alegro de que tu guste el blog, eso intento, contar cosas y contarlas bien, si es posible.
Gracias H@n, pero la verdad es que es mucho más fácil plasmar bien algo si se tiene una buena fuente de inspiración
Llámala, Adalias, llámala, hay que aprovechar a tope a los que queremos cuando los tenemos cerca.
Que lindos recuerdos Speedy, Es maravillosa tu nostalgia porque está provocada por un gran hombre que te dejó grandes recuerdos.
ResponderEliminarAqui toi sonandome los mocos!!! que tierrrrno.
ResponderEliminarSiempre recordamos las cosas buenas.
ResponderEliminarPatito, gracias, sí fue un gran hombre, sí...
ResponderEliminarECDC!!!!!!!! Llorar tú???????? No creo.. XDDDDDDDDD
Papacangrejo, en este caso había muy poquito malo que recordar, la verdad.
Estoy dividido entre el pesar por tú pérdida y la alegría de que tuvieras alguien así en tu vida, como bien dice H@n.
ResponderEliminarUn besote grande >__<
Otro para tí, Zorro, gracias...
ResponderEliminar