domingo, 22 de abril de 2018

Ser como Damon, pero sin colmillos

Hoy me he acordado de Ian porque... bueno, para empezar porque nunca está de más recordar  un maromazo como Ian. De hecho, ya que estamos, me voy a recrear un poquito que estoy teniendo una semana muy dura y me lo merezco. Regreso después de la pausa para el disfrute visual.





Vale, ya estoy aquí, volvamos  a lo que nos ocupa: la entrada. Decía que aunque nunca está de más recordar a un cucazo de ese  nivel, lo cierto es que hoy me he acordado de él por uno de sus personajes: Damon. Este vampiro de ficción es un chuleras de manual que se pasa las tres primeras temporadas de su serie vacilando a la peña y básicamente creyéndose el más listo, el más fuerte y el más guapo. Lo curioso del tema es que en esas tres primeras temporadas Damon está enamorado de una chica que no le quiere y lejos de sentirse un perdedor o un pagafantas para él es un orgullo que le cuenta a todo el que quiera escucharle. Se lo dice a ella, al novio de ella, a sus compañeros de copas, a sus colegas y hasta a sus peores enemigos. Está enamorado de alguien que pasa de él, ESE es el drama. Que lo sepa más o menos gente ni le quita ni le pone sufrimiento.

Bueno, pues toda esta chapa del párrafo de arriba viene, además de a darme una excusa para poner fotos de tíos buenos en el blog que siempre es BIEN, a que me gustaría ser como Damon. .En lo de chupar sangre, arrancar cabezas y otras manías poco higiénicas de vampiro no, claro, pero en la faceta concreta de vivir con naturalidad los amores no correspondidos sí. Y es que yo, en eso, soy el polo opuesto. Un puto horror.

A mi que me guste alguien al que yo no le gusto me da mucha vergüenza. MUCHISISISIMA. Muchísima más de lo conveniente y DESDE LUEGO de lo razonable. El amor no correspondido me parece que tiene algo de humillante. Sólo para mí, ¿eh? En los demás me parece genial, honesto y valiente. Pero cuando la implicada soy yo no tengo piedad. Me fustigo día y noche.

Total, que ¿qué es lo que provoca esta paranoia absurda? Que me ponga la venda antes que la herida y cuando alguien empieza a hacerme tilín disimulo a full. Del todo. Sobre todo. Delante de todos. Hasta del implicado. ESPECIALMENTE del implicado. Vaya, que me falta decirle "¿tú quién eres, vendes libros puerta por puerta?" de todo lo que disimulo. Y así me va, claro.

Porque a ver, la escasa puntería de Cupido ya hace bastante difícil coincidir, pero que yo me haga la sueca de Estocolmo tampoco ayuda precisamente. Así que mi siguiente propósito en el Desafío Aórtico es dejar de esforzarme para que me den el Oscar a la Mejor Actriz protagonista y de reparto. Echarle más ovarios y disimular un poco menos.No avergonzarme de cosas totalmente naturales de las que no hay ninguna razón para avergonzarse.

Vamos, ser como Damon, pero sin colmillos.

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Pues sí, hay que ser más naturales. Mostrar los sentimientos es algo buenísimo y deberíamos hacerlo más a menudo. El hecho de disimular que un hombre te gusta, lo aleja más que otra cosa, porque ese tipo de comportamientos extraños o incluso el forzar el desinterés, hace que la otra persona salga corriendo.

    En cambio, insinuar que alguien te gusta, dejarlo entender o directamente expresarlo, hace que la otra persona nos vea con otros ojos. Para empezar, hace que nos vea como una persona abierta y emocional (y eso siempre es BIEN), y además hace que se establezca una conexión que pueda llevar a que también le gustemos.

    Y eso... que hablo más que perdido cuando aparece.

    Mil besos!!!

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  3. Pero lo de este hombre no tiene mérito, el tío es muy guapo y podría tener a cualquier otra.

    Steve Urkel sí que tenía valor. Sabía que Laura pasaba de él, y estuvo currándoselo toda la serie hasta que consiguió conquistarla.

    Te diría que por mucho que disimules, esas cosas se notan, pero no es cierto. Hay gente que finge muy bien, y luego hay personas (usualmente tíos) que no se enteran de que le gustan a alguien.

    Besos ;)

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  4. Eso de avergonzarse cuando te gusta alguien es muy natural, como si fuese una especie de debilidad.

    Yo no he visto nunca la peli esta de Damon, pero creo que tendré que echarle un ojo, a ver si también aprendo algo. :D

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  5. Maribel, grandes consejos, fácil de decir difícil de hacer, a veces, ¿eh? jajajaja

    Doctora, ¡¡Steve Urkel!!, jajajaja, es verdad, qué recuerdos... Ejemplo donde los haya de ser inasequible al desaliento ;P

    Tarambana, sí, es verdad, lo has expresado muy bien, más que vergüenza es como si fuera una debilidad, como dejar ver a los malos por donde pueden atacarte, ¿eh? Jajajaja. Pero no, Tarambana, tenemos que mentalizarnos, ¡no puede ser! ;P

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.