domingo, 19 de agosto de 2012

Espejismos que desaparecen

Casi todas las cosas buenas de la vida (las buenas de verdad) son pecado o delito o, peor aún, engordan. Por eso buscamos sucedáneos para prescindir de eso que tanto nos gusta y vamos tirando como podemos. Cocacola Zero, café descafeinado, mayonesa light. Sacarina en lugar de azúcar, cerveza sin alcohol, cigarrillos eléctricos mentolados. Pescado blanco para no comer carne roja, fruta y no dulce de postre, comida sin sal. Sucedáneos cutres de grandes placeres.

Como no hay más remedio, nos conformamos con ellos y terminamos acostumbrándonos. Tanto, que a veces nos da la sensación de que incluso nos gustan. Los disfrutamos. Los echamos de menos cuando nos faltan. Vivimos con impresión de plenitud, de que tenemos lo que queremos. Si no nos movemos mucho para quedarnos dentro de nuestro espejismo particular, llegamos incluso a creérnoslo.

Pero un día, de repente, algo irrumpe en nuestra realidad paralela. El camarero se equivoca y nos sirve un buenísimo café bombón con mucha leche condensada o cogemos del frigo una birra de las de toda la vida o nos invitan a comer en una cosa donde aún se cocina con sal. Y entonces... todo se derrumba.

Porque las comparaciones son odiosas y frente a frente, una fruta no tiene nada que hacer contra un pastel. Esto es así. Teniendo los dos delante, contemplándolos a la vez, la mejor opción se muestra con una nitidez asombrosamente clara. Los sucedáneos cutres vuelven a ser eso, sólo sucedáneos.

Y el espejismo desaparece.

10 comentarios:

  1. Yo vi la luz cuando un profesor nos contó en clase que los chicles sin azúcar llevan sorbitol, que en grandes cantidades es cancerígeno.
    Luego con el tiempo fui descubriendo que en realidad todo en este mundo es cancerígeno en grandes cantidades, pero en su momento lo del sorbitol me hizo desconfiar de todos los sustitutos en plan sano.

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  2. Buf, ya te digo. Por motivos ajenos a mi voluntad (insulino-no-dependiente) estoy (y estaré por desgracia el resto de mi vida) condenado a una vida y dieta sin azúcar y bajas cantidades del resto de hidratos. De vez en cuando me permito un ligerito exceso en forma de dulce, bizcochón, o algo similar. Dios, es como si las papilas gustativas explotaran; literalmente hay una descarga de sabor en mi boca cuasiorgásmica (y no exagero un pelo, casi). Y me doy cuenta de cuán triste va a ser el resto de la vida.

    Afortunadamente tengo menos memoria que Doris. Pero de vez en cuando... :'-(

    Salud y saludos y tal.

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  3. Había una frase que era algo así: si no puedes hacer lo que amas, al menos ama lo que haces. Habrá quien la entienda con conformismo, pero yo creo que no. Cuando algo te gusta no tiene por qué ser conformismo. Es que ya estás convencido de qué es lo que quieres, aunque no sea lo que querías en otro tiempo.
    Peor creo que es llevar una vida disociada por querer algo que no puedes hacer.

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    1. * habrá quien la entienda como conformismo

      Esto es lo que pasa por leer después de publicar, no antes.

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  4. jamás tomo sucedáneos, de nada, antes me muero de hambre o de sed.Y la fruta me gusta.

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  5. Doctora, mejor no pensar en lo que lleva todo lo que comemos... porque no comeríamos nada de nada.

    exseminarista, lo bueno de eso es que comerás sanísimo y te ayudará a conservar la línea, no? ;P

    Rain, no sé, esa postura me parece inteligente... pero no está al alcance de todos, me temo.

    Ala, Pseudo, qué exagerá! ;P



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  6. Entiendo perfectamente. En mi caso, dejé de sufrir esos "sucedáneos" porque me dí cuenta de que lo que más importaba, para mí era un objetivo más grande; en cuestiones alimenticias, prefiero mi salud y un peso dentro de los éstándares sanos (valga la redundancia); en la vida, prefiero el trabajo que tengo porque me permite estudiar lo que en verdad quiero hacer; prefiero vivir donde estoy para poder comprar algo, que gastar en rentas por algo más acorde con mis deseos...
    Está de la chingada, pero sólo así he podido sobrellevar lo malo o las privaciones, porque apuntan para algo más grande o importante. Además, a veces me pregunto si sería más satisfactorio comer lo que quiera y estar bien gorda y con problemas de salud, o tener un trabajo que me guste más pero con el que no pueda satisfacer mis necesidades (porque pagan la mitad)...
    Eso sí, es instintivo el deseo de lo dulce y grasoso, y en eso, sólo queda aguantarse y hacerlo de vez en cuando; porque una vida con puras privaciones tampoco vale la pena ser vivida.
    (Creo que al final me enredé)

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  7. Los posts sobre amor y sexo son los que más molan siempre. Muy bien.

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  8. Muy bueno :D Me ha gustado mucho, en serio. Desde que probé el helado de Donetes le pueden dar mucho por saco a las natillas Vitalínea de sabor a chocolate. Y, puesto que yo todo lo enfoco desde el lado simbólico, me atrevería a decir que en el campo de las relaciones pasa lo mismo. Te empeñas por apreciar a ese chico encantador y sensato que te trata como a una reina, pero luego ves a Mr. Feromonas Encanto Mortal y... se te cae la moral al suelo. Por lo menos a mí.

    Un abrazo!

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  9. Ariadna, sucedáneos con utilidad a largo plazo? Bueno, pues entonces mejor, por lo menos sirven para algo, es una manera positiva de verlo ;P

    Efe, tú diciendo "¿muy bien?" Tienes fiebre? XDD

    Marina, helado de donetes? En serio??? Tengo que probarlo como sea!!! ;P Y sobre el lado simbólico soy de tu club, me temo. XD

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.