Cuando se ha sido toda la vida una gacela (*1) en las praderas del ligoteo, pasar a ser cazadora es divertido a más no poder. Primero por la novedad, claro, porque el ambiente está lleno de primeras veces que en el tradicional papel de gacela estaban agotadísimas. Y después por la emoción. La emoción es lo más divertido de la caza.
Porque tú puedes elegir bien la munición, cargar la escopeta, apuntar y esperar el momento adecuado para disparar, pero una vez que aprietas el gatillo ya no dispones de ningún control sobre la trayectoria de la bala. Puedes tener suerte y dar de lleno en el blanco o que la presa se mueva en el último momento y sólo consigas rozarla. Entonces debes estar ágil para efectuar un segundo disparo que la inmovilice, o se escapará cojeando y avisada del peligro. Y eso sí que no. El factor sorpresa es fundamental.
Como también lo es diseñar una buena estrategia, una fase tan importante como divertida. Y en esto los cazadores blogueros tenemos ventaja, lo reconozco, porque para urdir un buen plan es vital visualizar el campo de batalla al milímetro, imaginar cada detalle del combate, suponer todos los posibles desenlaces posibles... Y en esto, queridos blogguers, en inventarnos historias que han pasado, pasarán o podrían haber pasado como las escribimos, no nos gana nadie. Qué os voy a contar que no sepáis.
Las gacelas se pierden estos momentos previos porque están allí, en la pradera, esperando a que pase algo, lo que es moooooooooortalmente aburrido si las cosas tardan en ocurrir. Y algo que es aún peor: la presa nunca lleva la iniciativa. No elige el momento del combate, ni el lugar, ni las armas. Tiene que improvisar una respuesta inmediata al ataque que se acaba que encontrar de sopetón. Y claro, así pasa lo que pasa.
Aún así, es curioso que hay muchas más gacelas que cazadoras. En parte porque la ley de la selva es del año catapún y no se ha adaptado al cambio de los tiempos, por lo que aún queda mucho animal suelto por ahí que critica a las cazadoras. Dicen que lo son porque no les queda otro remedio. Qué sabrán ellos. Muchos se merecerían ser expulsados de la fauna por tontos del culo, no os digo más...
Aunque es verdad que ser gacela tiene una ventaja clara: la falta de riesgos. El cazador apunta, dispara y se la juega: puede hacer diana o que la bala se vaya a tomar aire fresco. O lo que es peor, que la gacela ponga escudo protector, rebote y le dé en su mismo trasero. La vida es así, son los riesgos del directo. Pero todo merece la pena por ver la cara del cazador experimentado cuando se da cuenta de que, por primera vez en su vida, una gacela le está apuntando. Es de traca.
(*1) El concepto de gacela no es mío, es de Moli o de las chicas de Quédate a Dormir, no lo recuerdo. Ahora no encuentro los textos en donde lo definen, así que si queréis saber más, os leéis todos sus blogs enteros, que además de aprender un montón, os lo vais a pasar de coña.
Creo que la escasez de cazadoras no se debe tanto a que la ley de la selva sea del año catapún, sino a la comodidad, porque la vida del cazador no es fácil a pesar de decidir el dónde y el cuándo (pero nunca la cantidad de veces que el disparo sale por la culata).
ResponderEliminarTú misma reconoces en el siguiente párrafo que es mucho más relajado ir de gacela antes que empuñar el escopetón. Los cazadores se juegan el tipo, la reputación y muchas cosas más. A fin de cuentas, hay gacelas cuyo mayor éxito consistiría en ser cazadas, pero nada de ponérselo fácil a ningún cazador. Da esa sensación.
Tabla de resultados:
- No cazadas -> victoria sobre el cazador.
- Cazadas (siempre con esfuerzo por parte del cazador) -> victoria moral que se apunta la gacela.
Esto es la selva xD
besos
Hasta que las gacelas se den cuenta que en realidad son ellas las que cazan y los cazadores las presas engañadas.
ResponderEliminarcazar mola.
ResponderEliminarjajaja, toda la vida he sido una gacela... ¿o no? ya no me acuerdo. ´:D
ResponderEliminarApoyo la moción de leerse enteros los blogs que has recomendado ¡y el tuyo también!
Ah, el gacelismo, cuántas disquisiciones permite! Ese cazador cazado, esa presa que ataca... la vida...
ResponderEliminarPor cierto, cojeando es con j... (modo repelente niño vicente on)
Mola mucho más ser cazadora, dónde vas a parar, y muchas veces la presa hasta te lo agradece, harto de tanta gacela que no se mueve XD.
ResponderEliminarYo creo que soy cazadora de historias, porque no espero a que me pasen las cosas: si tengo más de cinco minutos de calma, ya me estoy inventando algo. La calma es taaaaan aburrida ;)
ResponderEliminarUn beso!
jajaja me has transportado a la selva ,te ha quedado una gran historia de gacelas-cazadoras( el termino me suena que es de Molinos o al menos lo ha usado en varios posts )
ResponderEliminarSer gacela ser´´a mas seguro ,pero tiene que ser muy aburrido esperar sin hacer nada hasta que deciden cazarte .
Unbesazo
No es cazar, es pescar......es mucho mas divertido y productivo....
ResponderEliminarHay que tener cuidado con la caza masiva o las gacelas estarán en peligro de extinción con el tiempo :)
ResponderEliminarRain, no te quejes tanto, que ser cazador tiene casi tooooooooooodo ventajas (una vez que asumes que unas veces se gana y otras se pierde) Y desde cuándo la gacela "no cazada" gana???? En una cosa te doy la razón, esto es la selva, desde luego. ;P
ResponderEliminarPapacangrejo, no sé yo, dependerá de gacelas, eso...
Primaveritis, y tanto.
Bolboreta, pues si no sabes seguro si eres gacela... es que NO lo eres! ;P
END, upssss, gracias por el chivatazo (resultado de escribir a altas horas de la noche) Arreglado!
Doctora Anchoa, pues no sé qué te diga, hay presas que todavía no se acostumbran a esto de que les ataquen... Pues mira, oye, más tontos son... XDDDDDDD
Lili, pues de ese club somos muchas, me temo...
Anusky, ya, las gacelas tiene que morirse de aburrimiento, eso fijo!
Doctora, no sé yo si hay mucho problema de caza masiva, ¿no? XDDDDDD
Osease, ¿que has cambiado de bando?
ResponderEliminarjejeje a ver: ¿la vocación de la gacela es ser cazada o no?
ResponderEliminarEn los documentales, si escapa del cazador es que ha vencido. Entonces gana.
Otra cosa es que quiera ser cazada. Entonces ya se las ingeniará para ponerse a tiro. Y lo más seguro es que también gane.
Bueno, es que yo soy muy poco cazador, pero no sirvo de "gacelo".
Qué drama.
xDDD
¿Que la selva no se ha adaptado al cambio de los tiempos? Pero si los cazadores y cazadoras de hoy no necesitan ni apuntar con escopeta, ¡se caza directamente por internet!
ResponderEliminarA mi la necesidad me hizo cazadora.. una vez fui gacela y lo flipé...
ResponderEliminarAins...
Qué dura la vida del ligoteo!
Babilonio, que tus comentarios siempre se van a spam!!!! Pescar? No es lo mismo? Bueno, pues pescar... tú eres el experto! ;P
ResponderEliminarPues no sé, depende desde que bando me estés preguntando, ¿en cuál estás tú? ;P Toma rebote de pregunta! XDDDDDDDD
Pero, Rain, claro que las gacelas quieren ser cazadas!!!! Igual tendrías que informarte de estos temas en otros sitios que no sean documentales de La 2 XDDDDDDDDDDD Y ya será menos tu drama, Don Dramas! ;P
Uyyyyyyyy, JuanRa, no sé yo si Internet ha modernizado tanto el ligoteo... las praderas virtuales son igual de peligrosas que las reales ;P
H@n y tú que lo digas, el ligoteo es taaaaaaaaaaan duro!
Jo, Speedy, yo siempre he sido una gacela xD Creo que tu entrada me ha inspirado para intentar convertirme en cazador hahah
ResponderEliminar¡Un plumífero saludo, mi veloz heroína favorita!
Es que cuando yo cazaba todavía se hacia con arco y flechas y me he quedado derogado...si me tiraran a la selva sería como esos monos de zoo que a los dos pasos ya se los ha comido el león...con lo que hemos sido.
ResponderEliminarBUeno y una pregunta ¿cual es tu traje de cazadora? de camuflaje o en plan killer???
Las cazadoras no siempre están bien vistas... que todavía hay muchos a los que les pone lo de "hacerse valer" y esas tonterías, pero es lo que hay... si me gusta llevar escopeta, qué voy a hacer si no? :P
ResponderEliminarPájaro del Norte, pues harás muy bien si te conviertes en cazador, ellos se lo pasan mejor. ¡Otro saludo plumífero! XDDDDDDD
ResponderEliminarECDC, ya será menos, no creo que a ti te coma ningún león XDDDDDD Y mi traje de cazadora... pues verde fosforito, del mismo color que mi super traje de superheroína. Suponiendo que sea cazadora, que nunca se sabe... XDDDDDDDDD
Miss Hurry, pues si te gusta llevar escopeta, estás perdida como gacela ;P
Por supuesto, totalmente de acuerdo con raindrop: os llamáis gacelas, pero este romanticismo de la caza desaparece cuando tienes que hacer frente al campo de minas que rodea a esas gacelas que, expectantes, esperan con miradas lánguidas a algún osado iluso que se acerque para hacer picadillo su autoestima.
ResponderEliminarEn mi caso yo creo que más que gacela o cazador soy una piedra: hay gente que caza, gente cazada y seres inanimados que pasamos desapercibidos a ambos bandos... y no, que nadie me venga con ideas románticas del camaleón cazador entre la foresta, del buitre leonado que acecha invisible a su presa desde las alturas :)
jajaja, KHaL, el final de tu comentario quedaría guay poniéndole de música de fondo la sintonía de "El Hombre y La Tierra", de Félix Rodríguez de la Fuente XDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarY esta conversación la he tenido con muuuuuuuuuuuuchos chicos y sigo sin entenderlo, ¿por qué creeis que sois los chicOs los únicos rechazados? A las chicAs también las rechazan, o no las caza nadie, que es exactamente igual que ser rechazada. El juego es igual para todos, por suerte o por desgracia.