Es curioso que cuando a los niños les preguntan qué quieren ser de mayores casi nunca responden una sola cosa. Dicen que policía o futbolista o astronauta o profesor. Y muy a menudo ni siquiera tienen una preferencia clara, se ven bien en cualquiera de esas profesiones.
Luego crecemos, elegimos estudios y también ponemos en la solicitud varias opciones, para tener un plan B por si no nos da la nota de acceso a nuestra primera elección. Y en este momento todavía somos capaces de visualizarnos en todas esas dedicaciones.
Pero después entras en el mercado laboral y te pegas años y años y años haciendo variaciones mejores o peores de una misma labor y cuando ya no quieres/no puedes/no te dejan hacerla más, te quedas en blanco. No te identificas con otra profesión, ni te apetece aprender algo de cero, ni empezar desde lo más bajo oooootra vez. Quiero decir, si te preguntaran lo que a los pequeños, ¿que quieres ser? no tendrías una respuesta. Probablemente porque ya no consideras tu trabajo lo que eres, sino lo que haces en un apartado de tu vida que ya ni siquiera está en la balda de arriba de tus prioridades, sino más bien escondido al fondo de la de abajo. Así que te da igual, lo único que te importa es que te ocupe el mínimo espacio posible para que te quepan más juguetes, más chucherías, más pelis, más libros y más música. Por seguir con la metáfora de la imagen de arriba, a lo mejor te bajas del tren pero ya no quieres volver al punto de partida ni tienes claro ningún otro destino.
Dicho lo cual, no me queda otra que preguntar en plan encuesta. Si en la actual fase de vuestra vida tuvierais que cambiar de profesión, ¿a qué os dedicaríais?
Por curiosidad.
No lo sé. Recuerdo que no me gustaba ningún trabajo de los que hay para elegir. Y ahora, a dos años y pico de jubilarme, sigue siendo así. Ahora bien, he acabado trabajando en una mina sin saber si sería lo mejor o lo peor. Tal y como está todo, fue la decisión más acertada de mi vida, más que nada por lo que me pagan y por la pronta jubilación.
ResponderEliminarYo decia entonces,
ResponderEliminarque queria ser medico,
menos mal, hubiera sido
un suplicio para alguien
como yo, que soy de
letras, ahora resulta
que hace la de dios ,
que no se , lo que es
estar en una consulta.
Pues yo cambié de profesión a los treinta y pocos y ahora a los 53 me encuentro de nuevo en reconversión. Esta vez en ciberseguridad, pero ya veremos.
ResponderEliminar