jueves, 28 de enero de 2021

CoronaMetaforas

Con esto del CoronaMierda vivimos en el Apocalipsis perpetuo, así que elegir entre lo malo y lo peor es una situación habitual, diría que incluso diaria. Hasta en las cosas más tontas.

A mi no me gusta demasiado conducir, la verdad. El coche es muy cómodo, pero en muchas facetas me tensa y no puedo olvidar que la tira de veces dependes totalmente de los demás. Da igual que tú no conduzcas cuando bebes si un borracho se pone al volante, se salta un stop y te arrolla. De nada sirve que tú hagas los descansos necesarios durante el viaje si otro se duerme conduciendo y se te cruza. No sé, veo muchos factores incontrolables, que están también si vas en tren o en avión, claro, pero que los noto menos cuando yo no estoy a los mandos.

Total, que no me gusta mucho conducir (en general) pero ODIO conducir con lluvia, con niebla, con nieve o con hielo. Lo ODIO. Y en este 2020 alargado (porque tal y como ha empezado 2021 no parece algo nuevo sino una continuación heavy del anterior) de eso hemos tenido para dar y regalar. Lo que pasa es que como PANDEMIA, PICO DE LA CURVA, AEROSOLES, AGLOMERACIONES y demás, pues el transporte público tampoco era precisamente la panacea, así que me ha tocado agarrarme los machos y tirar pa'alante con el volante. No quedaba otra.

Y en Speedytown no es que haya niebla, es que cuando se pone la cosa seria parece que vas a entrar en la bruma como Speedy y cuando salgas te va a presentar Bertín Osborne caracterizada de Whiney Houston. Pero como no te queda otra, respiras y sigues conduciendo pensando que no ves nada. Que podrías tener delante un camión de 20 metros de largo o 100 motos y que te daría igual. Y por instinto levantas el pie del acelerador pero no demasiado, porque el de detrás tampoco te ve a ti y no se va a esperar que reduzcas la velocidad. Si aminoras demasiado, se te comerá sin quererlo, así que continuas a ciegas, cruzando los dedos. No hay más tu tía.

¿A que me recordará esto de seguir sin saber lo que hay más allá, aguantar lo que caiga y resistir contra toda esperanza hasta que el horizonte se aclare?

Ah, sí, al puñetero CoronaMierda. 
 
Putas CoronaMetaforas.

4 comentarios:

  1. Yo no es que odie conducir, pero la verdad es que cada vez me gusta menos y según en qué situaciones también me produce algo de ansiedad.
    De momento me libro porque no necesito conducir más que en contadas ocasiones, y cruzo los dedos para que así siga.

    Besos.

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  2. Juas, juas, juas....
    Me gusta conducir y meterme en la niebla me parece una aventura, prefiero hacerlo en compañía pero como ir al cine, por compartir la emoción.

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  3. Devoradora, pues sí, chica, para qué complicarse, si no te gusta y lo puedes evitar, pues mejor.

    Pseudo, uy, sí, la niebla, emocionante como un parque de tracciones jajajaja. Y luego dices que yo estoy fatal... ¡pues anda que tú! ;P

    ECDC, pues si tú que eres de Triana no lo sabes quien lo va a saber jajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.