lunes, 27 de febrero de 2017

Daño gratuito

Últimamente me han dado un par de patadas emocionales de las buenas, buenas, de las que te dejan lista para papeles. Que parece mentira que no haya hecho callo ya, con la de leches que me estoy comiendo de un tiempo a esta parte, pero aquí estoy, hecha un poco una piltrafilla y pensando exactamente lo que decían en Twitter el otro día:



Y es que eso es justamente lo que me pasa por la cabeza cada vez que me calzan un guantazo anímico de estas dimensiones. Pienso: Pero esto... ¿a cuento de qué? ¿a qué fin? ¿qué necesidad?

Sí que tengo clara una cosa, y es que en el fondo de cada sopapo afectivo hay siempre un elemento común: un ego descomunal. En concreto el de la persona que te suelta la galleta, que se pone a ella misma por delante de cualquier otra y que hace su santa voluntad caiga quien caiga, o peor aún, sin ni siquiera pararse a pensar cómo te afecta a ti lo que hace. Tú ni siquiera eres un elemento de la ecuación, no estás, no cuentas, eres invisible. Como un superhéroe, oye, no te quejarás...

Y cuando es eso... pues vale que vale, eso es lo que hay y no hay más, para qué darle más vueltas. La cosa se hace más difícil de digerir cuando el bofetón te lo atizan sin que haga falta atizártelo para salirse con la suya. Cuando podrían hacer lo que les conviene sin necesidad de repartir cera, cuando conseguirían exactamente lo mismo sin tener que hacerte daño. Pero claro, para qué plantearse si quiera llevar un poquito de cuidado, si meter leches es gratis...

3 comentarios:

  1. El daño gratuito
    suele conllevar
    mucha frustración y cobardía
    si no
    pa qué??

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  2. Tienes razón. Hay ya demasiada gente que cuando algo no le parece bien, en lugar de mirar para otro lado, lo ataca. Llevo ya tiempo pensando que esa es la semilla que plantó ya hace unos cuantos años la telebasura, aficionados en repartir mierda a base de ventilador... y quedarse tan anchos.
    Besos.

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  3. ECDC, buena pregunta, pa qué?

    Elvis, la telebasura tiene la culpa de casi todo ;p

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.