miércoles, 8 de mayo de 2013

El peligro de los "ya que he llegado hasta aquí..."

La peli Forrest Gump me parece una historia originalísima plagada de momentos memorables y frases para el recuerdo. Una de ellas (probablemente no la mejor), es esta:

“Aquel día, sin ningún motivo decidí salir a correr un poco. Corrí hasta el final del camino, y cuando llegué allí, pensé que podía correr hasta el final del pueblo. Y cuando llegué allí, pensé que podría cruzar el condado de Greenbow. Y luego pensé:Ya que he llegado hasta aquí, también podría cruzar el gran Estado de Alabama. Y eso hice. Y sin ningún motivo seguí corriendo. Y llegué hasta el océano. Cuando llegué allí, pensé: ya que he llegado hasta aquí, podría dar la vuelta y seguir corriendo. Y cuando llegué hasta otro océano, pensé ya que he llegado hasta aquí, podría volver a dar la vuelta y seguir corriendo"

Y vosotros os preguntaréis, ¿por que nos viene ahora Speedy con este momento de nostalgia cinematográfica? Y yo os respondo: la clave está en el "ya que he llegado hasta aquí...". Y un poco de paciencia, jo, que ya voy al meollo.

Creo que era Woody Allen el que decía que el 90% del éxito consiste simplemente en insistir. No puedo estar más de acuerdo. La perserverancia, la constancia son la base para conseguir la mayoría de los objetivos, más que nada porque la vida es requeteperra y no te da nada gratis. Bueno, sí, guantazos y putadones, los que quieras, de eso hay barra libre. Para todo lo demás, hay que currárselo a tope. Y a veces, ni por esas.

Y precisamente es áhí donde quería yo llegar. A los casos perdidos. A las veces en las que la vida dice que no y es que no. A cuando se pone en plan madre dura negándoles a sus hijos cualquier capricho con el aplastante argumento del cambio de género ("ni coca cola, ni coca colo). A cuando no hay tu tía.

Porque lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible, pero a los que están acostumbrados a luchar las cosas, a perserverar, a no rendirse, les cuesta reconocer estas situaciones. Tardan en darse cuenta de que ya está, que se acabó, que es hora de decir a otra cosa, mariposa. E incluso cuando saben que ha llegado ese momento, se niegan a admitirlo y empiezan a agarrarse a los "ya que he llegado hasta aquí...". Y ahí empiezan los verdaderos problemas..

Los "ya que he llegado hasta aquí..." son muy peligrosos. Son una manera de seguir vinculado a una situación, a una relación, a un proyecto que no va a ninguna parte, sólo porque se ha invertido mucho tiempo, o mucho esfuerzo o todo el corazón en ello. Luchar tiene sentido mientras se ve posible el éxito. Cuando se está seguro del fracaso, seguir por seguir, como diría José Mota, es tontería.

Sobre todo porque ya nada bueno puede salir de ahí: No habrá satisfacción, ni orgullo, ni resultados. Sin embargo, la potencia destructora de los fracasos seguirá intacta: la frustración te desanimará igual, el rechazo te dolerá lo mismo, la inseguridad seguirá allí... que el corazón se te estará haciendo puré como antes, vaya. Aunque ahora te parezca que, por costumbre, aguantas mejor el sufrimiento.

Noticias frescas: no es así. No te duele menos. Eres como esa rana, que cuando la metieron en agua hirviendo, saltó fuera del bote para no quemarse, pero a la que metieron en agua templada, calentaron a poco a poco el recipiente y murió chamuscada, porque no se dio cuenta del peligro de la situación.

No quiero ponerme dramática, pero esto es serio. Just say no a los "ya que he llegado hasta aquí...."

(PostPost: Y sí, ya sé que Forrest no decía el "ya que he llegado hasta aquí" en el sentido al que yo me refiero en esta entrada... pero con algo había que engancharos, ¿no?)

12 comentarios:

  1. "Forrest Gump" no me gustó nada de nada.
    Y cada situación es didtinta, a veces hay que saber rendirse y cuánto antes el duelo mejor.
    Necesito datos.

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  2. La he visto en varias ocasiones y nunca me ha llegado a calar, sí reconozco su originalidad y la lectura de múltiples reflexiones, pero sí valoro su actitud positiva que pienso no debe perderse en ningún momento.

    Hay que insistir, demostrado.

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  3. Forrest Gump es un peliculón (de bueno, qu'icir) y me gusta que lo hayas puesto de ejemplo porque después de esa escena hay una tropa de seguidores que me hacen mucha gracia cuando se quedan sin "líder". Total... ya que llegaron hasta ahí...

    Creo que fue Picasso (otros se la atribuyen a Edison y otros a Einstein... ah, el maravilloso mundo de las citas) quien dijo que en el genio está compuesto de una parte de inspiración y de noventa y nueve de transpiración. Y lo que hace es destacar el valor de la constancia. Peeeeeero, ojo, que esa parte de inspiración es la que permite saber en qué asuntos uno debería dejarse todo ese sudor por el camino. Correr como pollo sin cabeza no tiene mucho sentido.

    besotes

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  4. Estoy de acuerdo: se trata de racionalizar un poco los esfuerzos. Es decir, las cosas no hay que hacerlas por inercia o porque "ya que he llegado hasta aquí...", sino que hay que hay que aplicar la lógica e intentar averiguar si los esfuerzos tienen probabilidades objetivas de resultar útiles.
    Y si no las tienen, siempre se pueden planear nuevas estrategias para que tus esfuerzos resulten más efectivos.

    Pero, vamos, que esto no contradice lo que comentas acerca de la perseverancia.

    ¡Que tengas buen miércoles! :)

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  5. Soy de los que les cuesta rendirse. Mucho. A mí me dicen que tengo una paciencia infinita y que aguanto cosas y situaciones hasta puntos que parecen carentes de toda esperanza. Es peligroso, sí, pero qué le voy a hacer... Dicen que perro viejo no aprende nuevos trucos, y en algunos casos creo que esa frase encaja perfectamente en mí...

    Asumo que, pasado el gancho de 'Forrest Gump' (¡enhorabuena por el enganche!), lo dices porque te estás planteando rendirte en alguna situación o relación concreta. Ánimo, que tomar decisiones así es complicado. Si hay que apostar por que aciertas, me lo dices, que apuesto.

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  6. Pero, Pseudo, ¿¿¿¿¿¿¿Cómo no te va a gustar Forrest Gump?????? Pero... ¿por qué? jajaja Y de lo otro... Pues ahí vienen cuando la matan, ¿no? Saber cuáles son esas veces, que no siempre está tan claro. Por lo menos para los implicados.

    Sergio, demostradísimo ;P

    Rain, como pollo sin cabeza, sí señor. Cuantas veces vamos como pollo sin cabeza y ni nos damos cuenta.

    Taramaba, y no sólo que tenga posibilidades de éxito, sino que merezca la pena... es decir que lo que consiga sea suficiente para compensar todo lo que se ha dejado por el camino. Llega un momento que ya no lo es, hay que saber darse cuenta y parar. ¡Buen miércoles para ti también!

    Juan, yo también soy totalmente de ese club que describes y cada vez tengo más claro que hay que salir de él como sea, porque hay situaciones sotenidas en el tiempo que acaban por destrozarnos la vida. ¿Que como se sale? Buena pregunta, cuando me entere, te cuento. ;P

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  7. Henry Ford dijo que son más numerosos los que renuncian que los que fracasan. Yo pienso que la mayoría de la gente que renuncia es porque ya saben que van a fracasar.
    Por otro lado hace poco escuché a Geraldine Chaplin decir que de niña le dijeron que gente con talento hay por todas partes, si quieres tener éxito, trabaja. Personalmente pienso que además hay que tener suerte, lo que pasa es que cuando dices lo de la suerte en estos casos da la sensación de que eres una pesimista, o una amargada o una vaga, pero sin suerte no vas a ninguna parte.

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  8. A mi no me cuesta nada rendirme, aunque también soy tenaz e intento las cosas las veces que haga falta, pero ya que he llegado hasta aquí...

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  9. Forrest es una religión y si dice que hay que seguir, se sigue. Alabado sea Forrest! Lo dice una que abandona todo lo que empieza xD

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  10. EL problema no es rendirse o luchar siempre hasta el límite, por sistema. LA gracia está en saber interpretar las señales para ver si hay esperzanza o es una causa perdida. Y muchas veces ese saber interpretar va más allá de la lógica, a veces es una cuestión de instinto y no todos lo tenemos.

    Y es que las cosas son como son y no como nos gustarían que fueran. (claro que no siempre sabemos como son)

    Besos

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  11. Pues no sé, Doctora, yo creo que la suerte influye. No lo que más, pero influye. Y lo que digan los demás, pues si no saben de lo que hablan, tampoco importa mucho, ¿no?

    Papacangrejo, pues si eres tenaz ya me parece raro que no te cuetse rendirte. ¿Cómo lo haces? ¿Tienes algún botón de "apagar" en el cerebro y dejar de pensar en el tema que sea? ;P

    Pimiento, ¿todo, todo? No creo ;P

    Sese, pues entonces mi instinto era algo verde y se lo comió un burro, me temo... ;p

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  12. Yo no soy constante en nada en mi vida, y se que eso hará que no alcance algún sueño. Eso y que me disperso.
    si los objetivos los tenemos claros y nos centramos en uno cada vez , no tenemos el éxito asegurado pero tenemos muchísimos numero.
    Fíjate si yo era la antítesis de forest gump que cuando me sacaba el carnet de conducir llevaba tantas practicas y tantos suspensos que lo iba a dejar , me daba igual el ya que he llegado hasta aquí (a nivel de inversión monetaria) no podía mas... Mi ex me convenció que continuará que lo iba a conseguir y así fue a la siguiente justamente. Menuda felicidad y menuda lección. Aunque estoy contigo en que hay casos que hay que saber rendirse.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.