Cuando pasa algo increiblemente bueno y se acaba en dos milisegundos, ese algo, la ausencia de eso, más bien, se convierte en algo increiblemente malo. Algo tan malo que hace muy difícil seguir adelante. Primero por el dolor de la pérdida y la rabia de haberlo perdido. Y cuando ese dolor se atenua, aparecen las terribles comparaciones.
No hay nada más difícil que conformarse con lo habitual cuando se ha conocido lo extraordinario. De repente ya nada es suficiente. Ya nada es bueno, en comparación con eso que hemos perdido, que se convierte en lo mejor y a la vez en lo único aceptable. La frontera entre la realidad y el recuerdo se difumina y cuesta distinguir lo real de la imagen idealizada que conservamos. La vida se vuelve más gris y sólo podemos pensar en los que no tenemos, en lo que la vida nos ha arrebatado.
Y en este punto hay dos reacciones distintas:
-Para unos el dolor es tan intenso y la rabia tan grande que no terminan de adaptarse a lo que les queda, porque no consiguen olvidar que hay algo mejor que se les ha vetado. Saber lo que se pierden es mucho más duro que no haberlo conocido nunca y llegan a desear que eso tan increiblemente bueno no hubiera ocurrido jamás. No se sufre por la oscuridad si no se ha visto nunca la luz. Nadie sabe lo que es la sed hasta que ha bebido. El sufrimiento no les merece la pena y desearían seguir en la ignorancia, pero tranquilos. Como la pastilla azul de Matrix.
-Para otros conocer lo extraordinario compensa el sufrimiento. Haber disfrutado de algo increiblemente bueno, aunque sea durante dos milisegundos, merece la pena. Saben que hay algo mejor, que hoy no lo tienen, pero un día lo tuvieron. Y eso les basta. Vivir en la realidad, nada tranquila, por cierto. Como la pastilla roja de Matrix.
¿Y vosotros cuál elegís? ¿Pastilla azul o roja?
(Edito: vistos los primeros comentarios, necesito hacer una matización. Con la pastilla roja se borra todo, también los "y si", porque siempre has vivido en la oscuridad, no te planteas qué pasaría si hubiera luz, ni siquiera que exista la luz. Entonces, ¿qué pastilla elegís?)
Siempre la roja, claro. Uno se arrepiente mucho más de no haberse arriesgado (siempre queda el "¿Y si?") que por haberlo apostado todo.
ResponderEliminarCreo.
Si me tomo las dos que pasa?
ResponderEliminarBueno en realidad la roja.
Casi siempre el ¿Y sí? pesa demasiado, pastilla roja.
ResponderEliminarBueno.. voy a matizar, con la pastilla roja se borra todo, también los "y si", porque siempre has vivido en la oscuridad, no te planteas ni qué pasaría si hubiera luz, ni siquiera que exista la luz. Entonces, ¿qué pastilla elegís?
ResponderEliminarMe tomo la roja porque "sarna con gusto no pica" Bueno se dice eso porque no hay dolor pero si el dolor está encarnado se prefiere la azul sin duda. ¿Y tu cual te tomas?
ResponderEliminarEs que son sólo dos milisegundos. Para estar toda la vida echándolo de menos.
ResponderEliminarLa roja. Si han sido dos milisegundos y lo has perdido, a no ser que fuera por causa mayor (ej. muerte), en mi opinión no era más que una ilusión, así que siempre habrá algo mejor.
ResponderEliminarEn cualquier caso es mejor haber rozado la felicidad (aunque luego duela) a no haber sentido nada, por muy tranquilo que se viva.
La verde:P
ResponderEliminarLa vida no puede elegirse. Hasta los que no se arriesgan sufren porque no disfrutan de la posible plenitud.
Y los que lo buscan muchas veces no lo encuentran.
No sé porqué pero empiezo a dar credibilidad a lo de "todo pasa por algo".
Este post me hace plantearme una cosica...¿estás bien Speedy? besito
La roja, sin duda. Aspirar a conseguir algo es la única manera de acabar consiguiéndolo. Si no sabes ni siquiera que eso exista, en la vida lo alcanzarás. Joer, soy masoquista perdida. ¿Qué te ha pasado?.
ResponderEliminarDepende del día en que me lo preguntes. Hoy te diré que la roja ^^
ResponderEliminarBesos!
Inés, los "y si" son otro debate.
ResponderEliminarPapacangrejo, mejor, la combinación de las dos pastillas no debe de ser nada buena ;P
Exor, de acuerdo en el peso de los "y si", pero eso no sirve para tomar la decisión entre pastilla roja y azul.
Patito, eres la primera que saca el tema clave: el dolor. No sé yo si todos los que tienen la elección tan clara eligirían lo mismo cuando el dolor duele de verdad.
Perlita, buena defensa de la pastilla azul
Miss Hurry, muy segura te veo...
Adalias, verde! Buena elección! Estoy perfectamente, gracias guapi!
Doctora, buen razonamiento, pero sí, un poco masoquista, ¿no? XDDDDDD
Durante unos años de mi vida elegí conscientemente vivir en gris, me bastaba con que no doliera...pero eso se pasa y quieres que duela, que te haga feliz, llorar y reir, vivir en extremos de vez en cuando...
ResponderEliminarDe Matrix nada, una vida gris es lo peor que te puede pasar.
No logro decantarme del todo por una opción. Desde luego tus ejemplos me han recordado algo en lo que he pensado muchas veces. Cuando traen a España niños saharawis en acogida durante un tiempo limitado, por ejemplo. Esos niños que ven correr el agua que sale de un grifo, que abren la nevera y la encuentran llena de alimentos, que ven ropa y calzado y juguetes... ¿qué sentirán cuando vuelvan a su tierra, carente de tantas cosas? ¿No será como volver al infierno después de haber conocido el paraíso? Yo no estoy seguro de que les hagamos realmente un favor. Un verdadero favor sería traerlos para siempre.
ResponderEliminarTras meditarlo un poco creo que me quedo con la pastilla azul. Ojos que no ven...
No hay nostalgia peor que añorar lo que nnunca jamás sucedió... cantaba sabina
ResponderEliminarBich, vivir en extremos de vez en cuando suena bien... pero... ¿y si siempre se está en el mismo extremo? En el extremo equivocado?
ResponderEliminarJuanRa, el único que ha apostado por la azul... tú siempre llevando la contraria! XDDDDDDDDD
ECDC, Sabina es un sabio...pero no sé si habla de lo que yo hablo
Kurai, que no te había visto... hoy roja... ¿seguro? ;P
ResponderEliminar¡Ay niña!
ResponderEliminar¿No existe una pastilla del color que te salga de los güitos CUANDO y en el momento que QUIERAS?
Menos mal que mañana me voy a comer un cochinillo segoviano, porque si no tú, y otras como tú, me vais a amargar el día juas.
Besacos. Muy buena entrada.
Speedy, dice Fito (y creo que tiene razón) "y es tan frecuente como extraño, si no puede hacerte daño, no te hará feliz".
ResponderEliminarAl margen de los "¿Y si?", esto se resume, desde mi punto de vista, en poner en una balanza el posible dolor y la posible felicidad.
Y yo siempre apuesto por la felicidad.
PS: Y sí, me han hecho daño. Me han roto. Y a pesar de todo (o precisamente por eso), sigo apostando por la posibilidad de ser feliz. No tengo otro objetivo en la vida que ser feliz.
Ya sabes la mía. La roja.
ResponderEliminarFiebre, joooooo, yo no te quiero amargar nada, pero si existiera esa pastilla que tú dices, sería demasiado bonito para ser verdad, ¿no? XDDDDDDDD
ResponderEliminarInés, en eso estoy de acuerdo, en esta vida hay que jugársela. Pero sigo pensando que no hablamos de lo mismo. No me estaré explicando bien.
Misa, tu elección la tenía clarísima! AUPA PEQUEÑAJA!
Evitar el sufrimiento a toda costa acaba matándonos, desde luego prefiero vivir intensamente lo bueno por breve que sea que de lo malo ya me repondré... claro que así me doy las bofetadas que me doy ¡y las que me quedan! Matrix para los tristes y cobardes
ResponderEliminarJamás he sido capaz de ver "Matrix" entera, pero yo soy de pastilla azul, aunque jamás la recomendaría.
ResponderEliminarSí, evitar el sufrimiento no es sólo una mala idea, es además completamente inútil. Es imposible controlar si se sufre o no.
ResponderEliminarPseuso, a muchas gente le pasa eso mismo me parece a mí.
Lo mejor es la pastilla roja. Lo otro es de cobardes, de gente que no sabe vivir, de vegetales absurdos que no le sacan jugo a la vida.
ResponderEliminarDicho lo cual, ¿te sobra alguna pastilla azul por ahí, que a mi me hace falta? Tendrás de sobra, que nadie las ha querido, ¿no? Espero que no hayan caducado porque llego tarde...