martes, 1 de febrero de 2011

Improfighters

No sé si ya he contado por aquí que formo parte de un grupo de teatro. Bueno, más bien asisto a clases, porque dicho de la otra manera parece que me van a dar el premio Max y nada más lejos de la realidad. De hecho, creo que podría decirse que soy la peor actriz de la historia, pero aún así me encanta actuar. Por un millón de razones. Primero, porque, como seguramente ya habréis notado los que pasáis de vez en cuando por aquí, soy un poco payasa y segundo porque subir a un escenario hace posible ser todo lo que uno no es en la vida real.

Los tímidos pueden ser descarados sin que se les suban los colores. Las recatadas se permiten el lujo de sacar la mujer fatal (o la zorrilla en prácticas) que todas llevamos dentro sin preocuparse de su reputación. Los malos se convierten de repente en santos y los buenos en los supervillanos más malvados. A todos nos viene bien de vez en cuando salir un poco de nuestra propia piel y librarnos un rato del pelma que nos acompaña a todas horas: nosotros mismos.

Pero si hay algo que me gusta de verdad de teatro son las improvisaciones. Crear una escena a partir de un supuesto previo o de unas mínimas normas. Tener que inventar al instante y construir una historia lo más coherente posible. Es vertiginoso, estresante... y superdivertido, porque saca a la luz lo loca que está la gente y lo diferentes que son nuestros procesos mentales. Tú empiezas una historia, de repente el otro inventa algo que te rompe totalmente los esquemas y tienes que seguir el rollo, sin parar... una locura.

Yo he visto improvisaciones geniales basadas sólo en darles los usos más inesperados a los objetos más cotidianos. En estas historias, una compresa podía desplegarse y servir de cuaderno de apuntes y un minuto después usarse para vendar los ojos. Mientras tanto se utilizaba una botella de cava de catalejo y poco más tarde de embudo. Lo que os digo, una locura.

Tampoco tienen desperdicio las improvisaciones en las que tienes que meter por obligación una palabra que lees ese mismo instante en un papel. Y así pasa lo que pasa.

(Escena: Debate radiofónico sobre el cambio climático)
-Se trata de un problemas muy importante
-Pues yo no lo veo
-Pues te estoy dando argumentos claros. (Palabra repentina: lámpara) Claros como la luz de una lámpara
-No me convences (Palabra repentina: ventana) y como me lo repitas más me voy a tirar por la ventana.
-Qué exagerada (palabra repentina: saxofón), pero bueno, si te tiras, ten cuidado no aplastes al que está tocando el saxofón en la acera, ¿eh?
-¡Qué pesada eres! (Palabra repentina FAX) Ya si eso mándame tus argumentos por FAX y ya me los leeré
-¿Como que por fax? (palabra repentina: bolso) y cuidado, que se te ha caído el bolso de la silla...

(¿Que se le ha caído el bolso? ¿En un debate radiofónico? ¿Veis como la gente está fatal? A mí jamás se me habría ocurrido esa salida...)

Las improvisaciones son tanto más divertidas cuanto más locos están los que participan en ellas, así que una improvisación con bloggers sería de traca. ¿Probamos a hacer una en diferido?
Elegimos una palabra, por ejemplo, murciélago. Se trata de que cada uno de los que participéis dejéis un comentario que empiece por las letras de esa palabra en orden. Es decir, el primero que comente que emplee una frase que empiece por M, el segundo que participe que haga un comentario que empiece por U... y así sucesivamente hasta que se acaban las letras y se empieza otra vez por la primera). La gracia es que todos los comentarios juntos formen una historia con sentido, que tenga varios personajes y que pudiera titularse, por ejemplo, "Los miércoles son el mejor día de la semana".

Y como lo he explicado fatal, los dos primeros comentarios los dejo yo para que entendáis de qué va el rollo.
1.-Me parece estadísticamente demostrable que la gente prefiere el miércoles, porque es mejor que los lunes deprimentes después de que se acabe el fin de semana o los jueves, en los que todo el mundo está cansado después de cuatro días de trabajo...
2.-Uyyyyyyyyyyyyy!!!!!! ¡Qué va! Yo me dedico a hacer encuestas y no me parece que hayas usado un método estadístico muy riguroso. La gente vota mucho más por los viernes, que son el prinicpio de dos días de fiesta.

Venga, los primero que se os ocurra. Toca la R. ¿Quién sigue?

28 comentarios:

  1. 1.-Me parece estadísticamente demostrable que la gente prefiere el miércoles, porque es mejor que los lunes deprimentes después de que se acabe el fin de semana o los jueves, en los que todo el mundo está cansado después de cuatro días de trabajo...

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  2. 2.-Uyyyyyyyyyyyyy!!!!!! ¡Qué va! Yo me dedico a hacer encuestas y no me parece que hayas usado un método estadístico muy riguroso. La gente vota mucho más por los viernes, que son el prinicpio de dos días de fiesta.

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  3. 3.- Razonable será, y todo lo que tu quieras, eso de que los viernes molan, pero donde esté un sábado noche... Un sábado noche es lo más, salvo que te visite la suegra, claro...

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  4. 4.-Claro. Todos tenéis parte de razón: los días pueden ser malos o buenos en función del ritmo laboral. ¿Qué creéis que piensan los que trabajan a tres turnos rotatorios? Por cierto, que no me entero si este diálogo es entre dos o más...

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  5. Entre dos o más se puede escribir un blog y hasta puede ser mejor para eso de los dias, así cuando el uno está con la moral baja el otro se la puede subir como dijo Jenna Jamesson.

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  6. ¿Murcélago? xD

    5.-Interesante cuestión la que planteas... a mí me gustan los miércoles porque tengo una extraña enfermedad llamada palomitosis, que supone que he de ir al cine a comer palomitas al menos una vez por semana o me saldrá un sarpullido por todo el cuerpo. Y como el miércoles es el día de espectador, pues me gusta porque la palomitosis me sale más barata.

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  7. (Sigo con la L que ECDC ya ha hecho la E).
    6- Lo que seguro que nadie ha tenido en cuenta es la importancia aristotélica del miércoles. Como muy bien dijo tan importante filósofo, en el punto medio está la virtud. ¿Y qué día cae en medio de la semana laboral? Luego el miércoles, además de ser un buen día es además virtuoso, ahí es nada.

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  8. A esa conclusión aristotélica llegaríais posiblemente lo terrícolas, pero fuera del sistema solar las cosas son tan distintas... Las semanas no tienen siete días, porque los días no tienen 24 horas... ¿no veis que nuestro planeta no gira alrededor del Sol?

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  9. Girar, lo que se dice girar, yo no noto que gire alrededor de nada y menos del Sol, que además dudo que exista.

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  10. Ostras, ¿pero qué conversación es ésta? Déjense de divagar sobre si el miércoles mola o no mola y póngase a currar, so vagos, o no libraréis ningún día.

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  11. Me parece que ya sé por qué veo gente tan desastrada últimamente, ¡han dejado de ser aristotélicos! (para los de la LOGSE, que están en paro). Siendo así, ni su semana gira en torno al miércoles ni giran ellos alrededor del sol; más bien parece que van dando vueltas en una curiosa elipse que los lleva del sofá al ordenador.

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  12. Uff, si nos ponemos con reflexiones tan profundas me quedo al margen, que de filosofía solo aprendí la verdad más verdadera, la de Sócrates, que sólo sé que no sé nada.
    (Y que molan los sábados noche, claro)

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  13. Realmente yo no me fiaría mucho de Sócrates en cuanto a lo del Sábado noche, porque lo poco que bebía le sentaba fatal.

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  14. Como está el patio señores, que si Aristóteles, que si Sócrates, que si el Sol, que si elipses del sofá al ordenador... y todo esto sólo para decidir si el miércoles es o no el mejor día de la semana. El miércoles es el mejor día porque es una palabra esdrújula, y ya se sabe que todo lo esdrújulo suena siempre más importante y mejor! XDDDDDDDD

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  15. ¿Intentas decirme que sábado no lo es?
    SÁbado, SÁbado... PrecioSÍsimo día.

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  16. En realidad, ni miércoles ni sábado, es de cajón que el mejor día es el jueves, justo en medio, el punto de equilibrio de la semana. El jueves es día lectivo, pero es casi fin de semana (sobre todo para los estudiantes). Tal dualidad merece que sea considerado el mejor día de los siete.... y dejad a los filósofos tranquilos...

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  17. Lamentablemente el Jueves ha quedado descartado como mejor día de la semana por la autora del blog en el primero comentario y yo no le llevo la contraria.

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  18. A la jefa es mejor no contradecirla. Por mi, lo que diga la rubia.

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  19. Gafas necesito, porque no me habia enterado del juego o quizá la culpa es escribir en la madrugada de martes a miércoles cuando te quedan tantos dias por delante como por detrás?

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  20. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  21. omito mi opinión filosófica y me quedo con "Sábado, sábado, sábado".

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  22. Mirad, han pasado dos murciélagos por nuestras cabezas y seguimos sin dejar claro cuál es el mejor día de la semana...
    Speedy, tu idea de reunir a los mejores pensadores de Speedytown es genial, pero no sé si efectiva XDDD

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  23. Ultraefectiva, JuanRa, porque los comentariastas estáis resultando ser unos improvisadores natos. Sobre el mejor día no nos vamos a poner de acuerdo, tiene toda la pinta, pero está claro que sobre este tema todos habéis pensado, y mucho,anteriormente, porque argumentos tan sesudos no me creo yo que los hayáis podido improvisar...

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  24. Caramba, tanto tiempo sin entrar por aquí y hay que ver cómo se desmadra el bloguerío. ¿Y al final cuál era el mejor día?

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  25. Imposible ponerse de acuerdo, me temo. XDDDDDDDDDDDDDDDDD

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  26. Leo tu blog de vez en cuando y la entrada de Ítaca me ha conducido hasta aquí. No puedo evitar preguntarte... ¿por qué no te apuntas a clases de impro? Es absolutamente genial!!

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  27. Belén, que te tocaba la letra "e" mujer!!!! jajajaja Sí,la impro es genial, hice un intensivo de improvisación este invierno y me encantó. Prefiero seguir en teatro porque llevo en mi grupo muchos años y estoy a gusto, pero si veo algún otro intensivo de impro que pueda combinar lo haré

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.