domingo, 13 de junio de 2021

Truños literarios flipantes

Últimamente estoy leyendo mucho. Bueno, igual eso es exagerar, estoy subiendo mi media de los últimos años, que era bastante pobre, para qué nos vamos a engañar. El caso es que por razones cero interesantes que no sé como resumir aquí, no estoy pudiendo "elegir" mis lecturas sino escoger entre lo que hay un poco a ciegas, por como me suena el título y poco más. ¿Sabéis cuando vas a la casa de veraneo, no tienes nada para leer en la playa, miras en las estanterías, todo es bastante horror (porque, bueno, por algo lo desterraste a la casa de veraneo, ¿no?) y aún así te llevas el de la portada menos hortera porque mejor eso que estar todo el día en la tumbona sin nada que leer? Pues un poco eso.  ¿Y en qué se traduce esta circunstancia? En que me estoy encontrando unos truños de padre y muy señor mío, claro.

Me sorprende porque estoy acostumbrada a que eso me pase con las pelis pero no con los libros. Es decir, estoy hablando del nivel de zurullez de las pelis alemanas de sobremesa, los telefilmes de suspense de Antena3 o las historias navideñas de serie B. Lo que, desde luego, es mucha pero que MUCHA zurullez. Que cuando las veo, pienso: "No sólo alguien ha escrito esta basura de argumento y de diálogos, sino que ha tenido el cuajo de llevarlo a un productor para que ponga la pasta para rodar semejante mierda. ¡Y lo han rodado!" Increíble.  Y luego dicen que los milagros no existen.

Bueno, pues estos milagros truñescos también se dan en los libros, al parecer. Yo no los había encontrado porque, como leía poco, me limitaba a recomendaciones o a títulos que, por lo que sea, habían despertado mi interés previamente. Que luego pueden gustarte o no, ojo. Puedes ODIAR una novela o una historia y admitir que está bien escrita. O incluso puede no gustarte el estilo (porque a ti no te va o no le has cogido el ritmo o no has empatizado con los protagonistas o lo que sea) pero en el fondo notar cierta habilidad literaria, cierta destreza narrativa. Como decir: "A mi el gazpacho no me convence pero es una receta sana y fresquita para el verano y eso se lo tengo que reconocer".

Nunca me había pasado de encontrarme un libro que no hay por donde cogerlo. En el que los personajes no sólo te caen mal y son horribles sino que están tan mal construidos que parecen de cartón piedra. Con un argumento trilladísimo llenos de clichés innecesarios y un ritmo espantoso. No, no, peor, con AUSENCIA total de ritmo, en el que las cosas pasan aleatoriamente, sin ninguna justificación ni coherencia con la historia. Lo que viene siendo un TRUÑO como un castillo, vamos,

Ver mierdas gigantescas en las pelis me sorprende, pero puedo entenderlo más. La peña se las pone de fondo para la siesta, antes de dormir cuando vuelve del curro agotado y sin media neurona operativa. Un poco como la comida basura, a veces necesitas  trapiñarte una pizza con patatas fritas y sumergirte en la paz mental que te regala la sobredosis de hidratos de carbono. Pero un libro hay que LEERLO. Requiere un esfuerzo mayor que una peli. Arrastrarte penosamente en el fango de palabras mal escogidas, diálogos absurdos, personajes abofeteables y escenas de vergüenza ajena. Página, tras página, tras página. Es una tortura.

Y no hablo de historias entretenidas sin mucha profundidad pero adictivas o de las que simplemente están dirigidas a otras edades y perfiles y por eso a ti no te llegan. Hablo de BAZOFIAS monumentales, colosales, desmesuradas. Hablo de auténticas mierdas. Y sin embargo, el libro está publicado, así que algún editor ha tropezado con ese manuscrito y no sólo no ha muerto de una intoxicación tras ingerir semejante porquería sino que ha pensado que a alguien le iba a gustar y ha puesto la pasta para publicarlo. In-cre-i-ble. Yo flipo.

3 comentarios:

  1. Es como lo de grabar música. Aquellas cintas de casete que poblaban las gasolineras de extrarradio... Había canciones realmente monstruosas ahí.

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  2. Cabronidas, jajaja, es verdad, canciones monstruosas además de grandes grupos como Camela jajajaja Pero yo eso lo entiendo más, por lo menos hace años. Ibas por la carretera, la frecuencia de la radio se perdía, no tenías nada que escuchar... Pues comprabas cualquier cinta en la gasolinera, pero por lo menos tenías un entretenimiento en el coche. Pero un libro hay que leerlo. LEERLO. Es un esfuerzo mucho mayor, no sé...

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  3. Y nos vas a dejar con la intriga.
    ¿Títulos?.
    Rara vez abandono pero si es muy malo lo dejo.Aún así recuerdo como de lo peor que he acabado "Cincuenta sombras de Grey" y fíjate si lo recomendaron.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.