viernes, 6 de septiembre de 2019

Cual geisha por arrozal

Nunca he sido una gran organizadora de mi tiempo, para qué nos vamos a engañar. He perdido muchas horas y días por mi tendencia a la dispersión, por mi manía de procrastinar y porque, excepto bajo presión, la eficiencia no es mi cualidad más agudizada. Qué le vamos a hacer, ya soy guapa, inteligente y simpática, no se puede tener todo en esta vida. Tampoco tengo abuela, ya lo veis;P

El caso es que, en los últimos meses, la gestión ineficiente de mi tiempo está alcanzando máximos históricos y tengo que decir en mi descargo que yo tengo poco o nada que ver con ello. Este dilapidación temporal es culpa, fundamentalmente, de mi infierno laboral actual cuyo principal rasgo es la falta de planificación y la imprevisibilidad, lo que reduce mi margen organizativo a cero pelotero. No hay forma humana de planificarse porque nunca sé, con un mínimo de antelación, cuando voy a currar ni donde y lo que es peor, en qué momento voy a librar. Si ni siquiera sospechas que, de repente, te vas a encontrar con una cantidad variable de tiempo desocupado, no puedes pensar con tranquilidad en qué invertirlo. Así que o lo pierdes o lo usas en lo primero que se te ocurre seguramente sin preparación ni las herramientas que necesitas lo que se asemeja bastante a tirarlo a la basura.

Y si no saber cuando libras es malo, es aún peor pensar que vas a librar, organizar tu día conforme a ese plan, comenzarlo y que te llamen para currar dentro de cinco minutos en la otra punta de Speedytown. Eso, además de un estrés total por el que llegas siempre a todo despeinada, sin pintar y con la lengua fuera, es una putada porque lo poco que te da tiempo a empezar lo dejas a medias. ¿Traducción? O se te olvida terminarlo o cuando lo retomas tienes que partir casi de cero porque ya no te acuerdas de lo que habías adelantado. Total: máaas tiempo perdido.

Los dos párrafos de arriba aparecen en el diccionario de la Real Academia de la Lengua como definición de la expresión "cual geisha por arrozal", que es como yo voy ahora mismo por la vida v que en castellano castizo y para entendernos se diría como puta por rastrojo. Esto no es sólo incómodo que te cagas, sino que lo siento como un drama porque desde el Jamacuco Supremo lo de aprovechar el tiempo es mi prioridad máxima. La vida son dos días y uno nos los pasamos desenredando los auriculares y no estoy yo ahora para perder ni medio minuto. Y últimamente estoy perdiendo taaaaaaaaaaantos que me dan hasta ganas de llorar.

No lloro porque sé que esta situación es temporal, un medio para llegar a un fin y que consiga o no mi objetivo en una determinada fecha, no muy lejana, mandaré todo esto a tomar aire fresco para pasar a mejor vida (en el buen sentido, espero). Pero si en algún momento oís un aullido de dolor y hartazgo que llega desde el otro lado de la pantalla de algún lugar recóndito de la blogoesfera, que sepáis que he sido yo. Porque o grito o reviento.

3 comentarios:

  1. Pues queda mucho más elegante lo de la geisha que lo de la puta y el rastrojo, no hay color ;P

    Todos malgastamos el tiempo (y el dinero) en cosas que no van a ningún sitio, es la vida. Si al menos pierdes tiempo debido al trabajo puedes consolarte pensando que no es culpa tuya y de algún modo le estás sacando beneficio. Lo más habitual es perder el tiempo sin ton ni son.

    Para aprovechar el tiempo, y la vida en general, hay que ser millonario. Yo lo tengo cada vez más claro.

    Besos

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  2. Doctora, para casi todo en la vida habría que ser millonario jajajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.