lunes, 17 de diciembre de 2018

Empezando de cero

Con todo el lío del Jamacuco Supremo (JS), sustos, hospitales, bajas y demás fanfarria me he tirado un mes sin pisar el gimnasio. Esto así por escrito no parece mucho pero con lo asidua a esas instalaciones que me había vuelto yo en los últimos tiempos equivale a un siglo y medio. En todo. Primero, por supuestísimo, en mi forma física, la cual me había costado la misma vida mejorar mínimamente y que ahora ha desaparecido como por arte de magia. ¡Chas! Desaparecida total. Ooootra vez a empezar desde el principio. Me cago en la leche...

Y luego han cambiado otras muchas cosas, demasiadas para un mes, incluso. De hecho, empiezo a pensar que los gimnasios en general el tiempo se mide como en Saturno, que un día allí dura lo que seis en la Tierra, porque, chico, si no, no sé cómo les ha cundido tanto:

-Para empezar las pesas ya no son negras, se han vuelto de colores. Preciosas, además, me encantan las nuevas. Lo bien que me habría venido que fueran así de coloridas cuando yo estaba empezando y aún no distinguía bien cuanta carga suponía cada una. Me habría evitado muchos viajes de punta a punta de la sala de entrenamiento para coger otras más ligeras y muchos momentos incómodos de no poder levantar las que había elegido ante la mirada compasiva de los odiosos musculitos.

-También los profes han cambiado. Hay un montón de monitores nuevos. Que yo haya visto, tres, lo cual es un porcentaje importante del total del profesorado. Eso significa que han desaparecido otros tantos, con los que más coincidía yo y los que más fichada me tenían. Lo que me lleva al punto siguiente.

-Ya no me conoce ni el tato. Antes era una vieja del lugar, todos me saludaban, tenía bromas con unos y otros, me pedían opinión sobre los cambios que iban haciendo en las clases... A cualquiera de mi entorno que le digas que yo era una de esas típicas sabelotodo de gimnasio no se lo iba a creer dada mi trayectoria anterior, pero así era. ERA. Vuelvo a ser un cero a la izquierda, nadie me recuerda.

¿¿¿Nadie??? ¡NOOO! (Como dirían en el comienzo de los comics de Axterix y Obelix)

¿Sabéis quién se acuerda de mí?

¡GimnasioMan!

GimnasioMan, ese cucazo máximo que me ve pasar por fuera del aula mientras ellos están en medio de una sesión de ciclo y me tira un beso desde la bici. Y nada más salir me dice:

-Speedy, ¡cuántos días! ¿Dónde estabaaaas?

Así que, ¿sabéis todos los avances que había hecho para quitarme el cuelgue de manual que llevo encima? Pues ¡chas! acaban de desaparecer. Estarán en el mismo sitio que mi forma física.

Ooootra vez a empezar desde el principio. Me cago en la leche...

5 comentarios:

  1. Si vas a un gimnasio low cost de esos que son cadenas allí cambian mucho de personal, más que nada porque les pagan una mierda y en cuanto pueden los monitores se van a otro sitio mejor. Son como el Burger King de los gimnasios.

    Ahora habrás hecho cambios, comprando material nuevo, porque saben que en enero se va a apuntar un montonazo de gente.

    Ya sabes que desde el principio ese señor no me ha gustado para ti ಠ_ಠ

    Pero si después de lo que te ha pasado te anima a seguir adelante y te distrae, bienvenido sea.

    Pero ve con ojo ¬¬

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  2. ¡Hola! Hacía tiempo que no me pasaba por aquí pero hoy, que es un día un poco especial, sí que quería pasarme a felicitar las fiestas.

    Ya he leído lo del JS. Vaya susto. A veces la salud nos da un toque y es normal preocuparse. Pero de momento espero que te relajes y, sobre todo, que no te pongas en lo peor (muy típico). El sistema sanitario a veces es un poco pesado, pero también es muy eficaz.

    A lo que iba: te deseo felices fiestas, que comas muchas cosas ricas (ya lo compensarás luego en el gimnasio) y ¡feliz 2019!

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  3. Doctora, jajajaja, pero un día me tienes que explicar bien por qué le tienes tanta manía al pobre hombre. ¿Qué ha hecho? No lo termino de entender, si sólo es amable, el pobre... De todas maneras no tienes de qué preocuparte, me va a dar unas calabazas como una casa de grande. Ya os lo contaré, ya, estoy en proceso... ¡¡FELICES FIESTAS!!

    Tarambana, ¡cuanto tiempo! Gracias por lo ánimos, ya os contaré qué pasa al final con mi salud cuando me entere yo misma, que aún no lo sé. Mientras tanto, felices fiestas a ti también que 2019 te traiga todo lo mejor.

    ¡¡FELIZ AÑO!!

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  4. Que cuquín gimnasioman. Se ha preocupado por tíiii!!
    Muuuuuu bien, empieza a molar el mocete.
    Ta llevao bombones al hospi!!??

    Feliz año. me voy acercando a la actualidad.

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  5. ECDC, sí que es un cuquín, sí, en eso estamos de acuerdo ;P
    ¡¡FELIZ AÑO!!

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.