jueves, 18 de diciembre de 2014

Infiernos acuáticos y novios

Hay gente que lo de la soltería lo lleva mal, muy mal o de p*ta angustia. Yo, por suerte, no pertenezco a ninguno de los tres grupos. Me tiraría el pisto diciendo que tengo una fuerte personalidad que me permite valerme sola o que mis padres me educaron para ser una persona completa por mi misma, sin necesidad de que nadie me tenga que apoyar permanentemente, pero vamos, eso sólo influye un poco. La realidad, la verdad de la verdad de la verdad de la verdad, es que no me da tiempo para preocuparme por eso. Y os voy a explicar por qué.

Imaginaos que estáis en vuestra casa nueva, recién mudados y terminando de colocar los muebles y de colgar los últimos cuadros, cuando, de repente, se hace una gotera en el techo y empieza a caer agua. Como es normal, vosotros ponéis un cubo para recoger el líquido y que no estropee el suelo y vais a buscar el número para llamar al seguro. De camino se suelta la tuerca de un radiador y empieza otro escape, en el que colocáis una toalla que absorba hasta que podáis coger una herramienta y apretar lo que se haya aflojado. Y cuando vais a ello, estalla una tubería y empieza a salir líquido, así, en plan surtidor. Intentáis taponar con una mano, mientras alargáis la otra para cerrar la llave de paso, y con el pie tratáis de recolocar el cubo de la gotera, que se ha movido y ya no recoge nada de nada. La llave de paso está atascada y necesitáis algo para hacer fuerza y moverla y cuando vais a cogerlo resbaláis, tropezáis con el cubo, lo tiráis, rebota contra otra tubería que también estalla... Y en resumen la cosa se convierte en un caos total en el que sale agua de todas partes y vosotros no paráis de correr de un lado a otro intentando controlar el desastre. Con poco éxito, dicho sea de paso.

Bien, pues ese infierno acuático es ahora mismo mi vida y estoy yo como para preocuparme por novios mientras voy de lado a lado como una auténtica loca intentando taponar escapes. Lo que pasa es que, a veces, me da por pensar que si fuéramos dos, uno podía poner cubos, mientras el otro aprieta las tuercas del radiador. O que si la llave de paso está muy dura para poder cerrarla yo sola, no estaría mal tener al lado a alguien que igual es más habilidoso. Y que cuatro manos y cuatro pies son el doble que dos a la hora de taponar escapes. Matemáticas básicas, vaya.

Y aunque todo eso estaría genial, no es lo que más me ayudaría en mi infierno acuático particular. Lo que me vendría realmente bien, lo que MOLARÍA, es contar con alguien que sepa que, al final, voy a arreglar ese caos. Que sepa que yo giro la llave de paso a la derecha cuando se cierra hacia la izquierda, y que me tropiezo con los cubos que yo misma he puesto 10 minutos antes y que corro sin fijarme y me choco con los muebles, pero que me mire tranquilo y confiado porque SABE que, al final, controlaré ese caos.

Y es que a mi, muchas veces, se me olvida que lo sé.

8 comentarios:

  1. ¿Tan antinatural es el caos, que una vez instalado en casa deja fuera todo lo demás?
    ¿Y tan importante es tener que hacerlo todo, uno mismo, por sí mismo? ¿Y tan importante es saber de fontanería, electricidad, albañilería o lo que sea?
    Bueno, para ti sí, que eres una superheroína. Pero.
    :)

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  2. Pero , visto lo visto, cuando te sobrepasan las llaves de paso y tuercas que apretar, siempre puedes contar con familia y amigos.

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  3. Según contabas la vorágine caótica casi parecía un sketch de Benny Hill. :D

    Oye, que lo del noviete mola, pero el caos lo controlas tú como si nada, que todo se te da bien y encima eres una "culo inquieto". Vamos, que molas mucho, eso te lo digo yo, que de esto entiendo. :P

    ¡Buen (casi)finde! (Esto ni es jueves de horror ni es ná, que es casi fiesta).

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  4. Piensa que lo mismo, si fueráis dos, estaríais discutiendo por este caos
    - Te dije que no escogiéramos este piso
    - Si hubiéras cortado el agua cuando te dije...
    - Anda quita que tú no sabes!

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  5. ¡Ánimo colega! No dejes que un poco de agua te enturbie el finde, que ya está cerquita.

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  6. Bueno, Rain, no sé si es importante o no saber de fontanería, electricidad y albañilería, pero lo que está claro es que, cuanto más sepas, más facilidad de arreglar los problemas que surjan. Porque surgen. Y no siempre hay gente cerca para echar una mano.

    Pseudo, tienes razón, eso hago, tirar de familia y amigos, pero ellos no pueden llegar a todo. No pueden ayudarme con determiandas necesidades (y no hablo de nada sexual, que para eso ya hay unos preciosos juguetitos para adultos jajaja)

    Tarambana, pues lo has clavado, tengo mucho de Benny Hill en mi. Y un mucho de la torpeza de Bridget Jones también jajaja Gracias por los ánimos, solete. Tú también molas ;P

    loquemeahorro, pues sí, fijo que discutiríamos. Pero oye, mientras tape tapone escapes de agua, que discuta lo que quiera jajajaja

    Holden, ayyyyyy, sí, qué bien, findeeee!!! Gracias!

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  7. A veces lo mejor surge del caos
    y la sorpresa
    se agazapa tras el desorden
    y la inundación.

    El viejo Loqueleo
    estrenando nuevo nombre
    en este blog.

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  8. Yo soy una mala soltera de esas, seguro. La prueba es que lo soy durante poco tiempo...

    Pero soy relativamente mañosa para esas cosas; yo a los tíos los quiero para, ejem, yamentiendes. Método ensayo y error mediante, lo de los desaguisados domésticos acaba por solucionarse. Se me ocurre que si el sistema se peta por distintos sitios, igual la presión estaba alta (sube cuando sube la temperatura por poner la calefacción, además...). Míralo en la caldera, ;).

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.