miércoles, 6 de febrero de 2013

Terapia de hostilidad

Lo que quiero hacer en esta entrada seguro que tiene un nombre técnico, pero no lo conozco y tampoco tengo muy claro como buscarlo, así que echadle imaginación, que lo voy a explicar a lo cutre:

Típica escena de película americana. Una pareja va a terapia para intentar solucionar sus diferencias y el profesional de turno les aconseja que exterioricen su ira reprimida y que expresen los reproches que le hacen al otro, mientras le pegan con una especie de bate de gomaespuma blanda que no hace ni pizca de daño. Uno de los dos empieza tímidamente... y terminan zurrándose de lo lindo pero, eso sí, la mar de desestresados.

Pues bien, eso es lo que quiero hacer yo, pero con palabras, claro. Porque lo necesito de verdad. Últimamente, entre ensayos, exámenes, nervios, síndrome premestrual, faenones varios y esta puta crisis que me tiene hasta los mismísimos, estoy que muerdo. Pero no os hacéis una idea hasta que punto, ¿eh? En serio. Me siento como una olla a presión. A veces me noto tal mala leche dentro, que me da miedo que alguien me empuje sin querer en el autobús, se abran las compuertas con las que contengo a duras penas toda mi rabia y me líe a guantazos con el pobre incauto que haya tenido la desgracia de tropezarse conmigo. Que eso sería grave para cualquiera, pero que yo soy una superheroína encargada de velar por el bien del mundo. Si hasta yo me pongo a repartir leches, ¿a dónde vamos a ir a parar?

Como comprenderéis, hay que evitar eso a todo trance y a esto viene precisamente la terapia: a sacarme esta furia de dentro para evitar males mayores. Voy a agarrar mi bate de gomaespuma y arrear a unos cuantos hasta que me canse. Por ejemplo:

-Los que más van a cobrar, y no precisamente en sobres, van a ser todos esos que han usado sus puestos en la administración pública para mangar a tutiplén o derrochar a manos llenas y luego tienen la cara dura de decir que la crisis nos ahoga porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Más bien, nos han ROBADO (unos y otros, porque en esto, desgraciadamente, no hay diferencias) por encima de nuestras posibilidades. Así que... ¡¡TOMA BATAZO!! ¡¡Y OTRO MÁS!! ¡¡Y OTRO!! Y así hasta que se me cansen los brazos, que no va a ser pronto, ya te lo digo.

-También se van a ir calentitos a casa todos esos banqueros que han hecho mal su trabajo, los que invirtieron (sin preguntar a nadie) en activos tóxicos que resultaron un bluf y los que prestaron y prestaron sin conocimiento, sin asegurarse de que los que pedían el préstamo tenían posibilidades de devolverlo. Que no te lo pierdas, ahora eso va a ser también culpa nuestra. Tócate lo cojones, Mariloles. ¿Verdad que un frutero no le fía las naranjas a alguien que no conozca y que no sepa seguro que se las va a pagar más tarde? ¿Y verdad que si le fía a alguien que después no cumple, nadie le abona esas naranjas? Al revés, le llamarán tonto por confiar en quien no debe. Pues señores banqueros, aplíquense el cuento y paguen ustedes lo que han perdido. ¿Que con qué? Con las pedazo de cacho de indemnizaciones que les siguen dando a sus altos ejecutivos, que, para colmo, se van de rositas después de haberla cagado a lo grande. Bueno, hasta ahora, porque de mis batazos no les va a librar nadie. ¡ZAS! ¡ZAS! ¡Toma batazo! ¡Otro más! ¡Y otro!

-Pero no os creáis que se van a librar los pequeños malhechores del día a día, los que hacen de la vida un sitio un poco más gris. Esos que juegan con los sentimientos de los demás. Los egoístas e insolidarios que siempre van sólo a su bola. Los irresponsables que ponen en peligro los trabajos en equipo. Los maleducados que maltratan a los que se cruzan con sus pésimos modales. Los amargados que pagan sus malas pulgas con todos. A veeeeeer, especialmente estos últimos, ¿aún no os habéis enterado de la solución? Coged un bate, desahogaos y dejad de montar pollos a todas horas, que sois muy cansinos. Pero que mucho.

21 comentarios:

  1. ¿me puedo unir a ti? Una vez probé a pegar puñetazos a un saco de boxeo, pero me hacía daño yo misma y ese no es el objetivo xD

    ResponderEliminar
  2. Precisamente a un tío mío le pasó eso que comentas. Era frutero y siempre le fiaba a todo el mundo, conocidos y desconocidos, aunque estos últimos rara vez le pagaban. Un día se puso a hacer cuentas y comprendió su error. Tuvo que cerrar la frutería, pero ahora se gana la vida muy bien como sicario : )

    ResponderEliminar
  3. Yo es ver las noticias y automáticamente me pongo de mala leche, así que últimamente casi que prefiero ni verlas.

    Pimiento mejor pégale una almohada, así se soluciona el problema de hacerte daño a ti misma jaja

    ResponderEliminar
  4. Yo también estoy con ganas de desahogar. Pero me han dado hoy una muy mala noticia y estoy con pocas fuerzas para empuñar un bate, aunque sea de gomaespuma. En cuando me rehaga un poco, me lío a batazos sin falta.

    besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, por cierto... sobre lo del riesgo de los bancos: me he quejado siempre de que cuando vas a pedir un crédito a un banco, te lo conceden solamente si les demuestras que no lo necesitas. Es un error. Los bancos deberían prestar a quien lo necesita, no a quien no lo necesita. Como ejemplo, podría poner el Grameen Bank fundado por el premio Nobel Muhammad Yunus.
      Volviendo al ejemplo de las naranjas: si me viene un tipo a la frutería pidiendo naranjas para hacerse un zumo hoy, le podría fiar 3 o 4 sin problemas. Pero si me dice que necesita 80 kg de naranjas para hacerse el zumo, entonces sospecho algo raro.
      Esa ha sido la equivocación de los bancos: prestar mucho más allá de las necesidades reales. ¿Quién asume luego todo ese riesgo?

      Eliminar
  5. ¡¡Madre mía, cómo está el patio!! Respiiiiiiiiiiiiiiira, respiiiiiiiiiiira.... Yo llevo tiempos leyendo las noticias así como de reojo, soy la desinformada número uno pero al menos no me hostilizo. Ánimo, Speedy, cambia el chip que necesitamos superheroínas como tú en plenas facultades.

    ResponderEliminar
  6. Qué puedo decir... te entiendo totalmente. Después del desahogo inicial, siempre puedes ponerte una pera de esas de boxeo en casa, y cada vez que pases cerca le das una vez. Así tienes una descarga de estrés continua, que visto cómo está el tema seguro que no es mala idea.

    Eso sí, no te olvides del post-it con la correspondiente traducción de "pera de boxeo" al alemán! ;-)

    Anónimo F

    ResponderEliminar
  7. Pues sí, hay cosas que son como para enfadarse. Lo de rescatar a los bancos es sencillamente un pitorreo porque es MENTIRA que si se liquida una entidad que no sea viable eso vaya a repercutir negativamente en la economía del país. Donde repercute es en sus inversores, que se han equivcado inviertiendo en entidades llenas de avariciosos.

    Arrrrgggghh, ahora que me has recordado todo esto, me entran ganas a mi de hacerme con uno de esos bates de gomaespuma...

    En fin, intentemos relajarnos, que enfadándonos no solucionamos nada.

    ResponderEliminar
  8. Perdona, pero con un bate de goma-espuma vas a ser el descojone durante décadas. Acero toledano y empezando por los huevos.

    ResponderEliminar
  9. Me recomendaron comprar un saco de boxeo, pero como no tenía dónde colgarlo opté por comprar una punching ball (http://www.decathlon.es/punching-ball-jr-guantes-id_8064759.html la junior me vale, sí). Lo malo es que hasta marzo me dijeron que estaban agotadas... deben recomendarlo mucho últimamente ;p.
    ¡En marzo voy a por ella! ¡¡¡Te tienes que quedar de a gusto!!!

    ResponderEliminar
  10. Pimiento, yo lo del saco de boxeo lo he pensado muchas veces, pero además de estar duros, pesan y ocupan mucho... así que tenerlos en casa no es una opción. Pero vamos, que por falta de ganas de liarme a puñetazos con eso no será ;P

    Uy, Pseudo, a mí hace mucho que eso del "ommm" y sus variantes me ha dejado de funcionar ;P

    Doctora, sicario! Otra profesión que tiene que desestresar mogollón! Siempre que te dejen elegir a tu víctimas, claro ;p

    Tomate, es que las cosas que están pasando son tan graves que te enteras incluso aunque no veas las notcias ni leas los periódicos: está en twitter, está en facebook, lo oyes en los bares en las cafeterías... es imposible escapar. ;P

    Rain, pues ánimo y te guardo el bate para cuando te apetezca arrear a diestro y siniestro ;P Y sobre lo de los préstamos estoy solo medio de acuerdo... llevas razón en los de fiar demasiadas cantidades, pero yo tampoco fiaría pocas. Tienes que demostar que vas a poder devolver ese dinero: que ahora no tienes líquido, toda esa cantidad de dinero junta, pero que puedes conseguirla poco a poco en el futuro. Si no, claro que se nos cae el chiringuito!

    Gallinica, si ya intento cambiar el chip... pero es que me lo ponen difícil entre todos, ¿eh?

    Anónimo F, jajaja, podría poner un cartel de como se llama ese aparatejo en alemán, pero primero tendría que saber cuál es su nombre en español... porque mucho me temo que "pera" no es su término técnico ;P

    Tarambana, coge un bate, coge, ya preveia este incremento de la hostilidad del público asistente y he traido bates para todos ;P

    Miss Hurry, no te lo vas a creer, pero estuve mirando una de esas para mí no hace tanto.... Lo que pasa es que dada mi situación de inestabilidad actual, me vi obligada a posponerlo. Pero vamos, que como el tema siga así, va a terminar cayendo una fijo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Pero cómo demostrar que puedes devolverlo? Tienes un trabajo y en unos meses te dejan en la p--- calle, ¿qué haces? ¿O solo se presta a los funcionarios?
      ¿Y si quieres montar una empresa?
      En definitiva, ¿para qué están los bancos? Algo de riesgo tendrán que asumir. Pero se minimizan las pérdidas si se prestan cantidades razonables que la gente está más dispuesta a devolver, no prestando los pastizales que se han prestado para pagar caprichos en muchos casos, incentivados por las propios bancos.

      Y gracias por los ánimos :) muacks!

      Eliminar
    2. Y sobre todo, no condonando deudas a partidos políticos a cambio de favores como poco cuestionables. Si los pequeñitos pagan, los grandes también

      Eliminar
  11. En mi condición de no superhéroe, comprendo la ira y la frustración que te tiene que rondar. Quizás el hecho de no ser superhéroe pero sí un poco veterano me da perspectiva no exenta de desánimo viendo que hay demasiadas cosas que se repiten pase lo que pase, vicios como la codicia y la insolidaridad extrema en la clase banquera y la empresarial, codicia y estupidez en la clase política, y lo peor codicia, ceguera y estulticia en una sociedad que ha decidido establecer unos estándares de exigencia a sus políticos que está muy por debajo de cero. Y está claro, cuanto más bajo sea el umbral de exigencia de la sociedad más bajo será también el nivel de quienes les gobierne o quienes les representen.

    ResponderEliminar
  12. En su momento me puse a escribir una carta a los Reyes Magos pidiendo ostias como panes para los granujas que nos han metido en esta situación; la idea era publicarla en mi blog. Luego recordé lo rápido que estamos retrocediendo en cuestión de democracia y o la cobardía o el sentido común se impusieron y no me atreví a darle salida.

    ResponderEliminar
  13. ¿Bate de goma? Con uno de acero les daba yo, oye, pero así, con acritud y maldad.

    Menos mal que no dejo que me haga mala sangre. Pero sí, guillotinas hacen falta.

    Venga, píllate también una capa de resbalabilidad que se pasa todo mucho mejor. Menos cuando te olvidas de ponértela. Salud y saludos.

    ResponderEliminar
  14. Euclides, lo preocupante del tema es que no hay donde elegir. El nivel de exigencia es menor que cero porque no hay ni uno que se salve. Eso es lo preocupante.

    KHaL, pues si ya no podemos ni escribir una carta a los Reyes Magos mal vamos... Yo, por suerte, no creo que aún estemos en ese punto.

    exseminarista, pues no me iría mal una capa de esas, ¿dónde las venden? ;P

    ResponderEliminar
  15. Pega, grita, patalea que yo te acompaño guapi porque todo esto ya no tiene nombre!!!!! Pero que ascooo!!!
    Menos mal que queda gente decente, yo confío en las personas buenas, que son muchas, los verdaderos superhéroes y superheroinas.

    ResponderEliminar

¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.