lunes, 17 de septiembre de 2012

El galimatías de querer y poder

Querer es poder.

Bueno, pues sí. Con matizaciones, pero estoy de acuerdo con esa perla de sabiduría. Ahora bien, eso no quita para que sea una perogrullada que ni se acerca al quid de la cuestión. Y la prueba es que yo puedo autonombrarme una de las madres del acervo popular y enunciar otra verdad absoluta tan de perogrullo como esa:

En verano hace calor.

Sí, claro. ¿Podemos combatir las altas temperaturas? Por supuesto, con largos baños en piscinas y otras masas acuáticas o con un buen aire acondicionado. ¿Podemos sufrirlas con resignación, sin quejarnos a todas horas y negando que estamos asados? Desde luego. ¿Podemos evitar que haga calor? NO

¡Equilicua! ¡Ese es mi argumento! Si queremos algo podemos conseguirlo. Bien, de acuerdo ¿Pero podemos elegir lo que queremos? ¿Cuando querríamos querer algo porque es lo adecuado o lo mejor para nosotros lo queremos de verdad? ¿Podemos obligarnos a nosotros mismos a quererlo? No sé yo... Y ese, amigos, es el verdadero quid de la cuestión.

Y como en el párrafo de arriba no se entiende ni papa, voy a poner un ejemplo. Lo típico: te rompen el corazón y estás en plena fase "nadie en el mundo ha sufrido nunca tanto como yo y jamás en la vida volveré a amar" y blablabla todo el drama. Te metes de lleno en el proceso de recuperación y te obligas a hacer todo lo que se supone que te ayudará: gabinetes de crisis con los amigos, comer chocolate, dejar de autocompadecerte, salir, hacer cosas nuevas, conocer gente... ¿Lo haces porque quieres superarlo? Ni de coña. Lo que quieres es dejar de sufrir, de pasarlo mal. Pero no quieres superarlo porque, para eso, tendrías que aceptar que él o ella no te quiere y eso NO QUIERES aceptarlo. Lo que quieres es creer que él/ella cambiará. Lo que quieres es que él/ella te quiera.

Sabes que eso no pasará y por eso querrías querer asumirlo, porque eso significaría poner un pie en el camino de salida de la negrura en la que estás. PERO NO QUIERES. Y no querrás hasta que pase el tiempo suficiente y el dolor y la rabia empiecen a dejar sitio a algo más. Entonces, sin que intervenga en nada tu voluntad, lo aceptarás. Y en ese momento empezarás a QUERER superarlo.

¿Querer es poder? Sí. Con fuerza de voluntad se llega a casi todas partes. ¿Puede la fuerza de voluntad obligarnos a querer algo, a pensar algo, a creer algo? Insisto: no sé yo...

11 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo, hace años que aspiro a ser rica multimillonaria, y mira que uso toda mi fuerza de voluntad, pero no hay forma...

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  2. Bueno, no sé. Supongo que lo que quiere decir es que para poder llegar a algo hay que querer poder aunque eso no quiere decir que lo vayas a conseguir... Tal vez fuera más claro al revés no vas a poder si no quieres...

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  3. Supongo que querer es al menos intentarlo, conseguirlo es otra cosa. Pero si no quieres seguro que no. Un abrazo.

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  4. Ya, Doctora A, a mí e pasa igual, ¿qué fallará? ;P

    END, totalmente de acuerdo con eso, pero además hay otra dificultad más, cuando querrías querer algo, pero no lo quieres. Y ahí ya no hay nada que hacer.

    Pseudo, la teoría me la sé regular y la práctica fatal de los fatales. No te digo mś ;P

    Papacangrejo, eso seguro, si no quieres... no hay caso

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  5. A estas alturas de la vida sé que querer es poder, siempre y cuando estes dispuesto a aceptar que lo que alcanzas no es lo que querías. ..... y llegado ahí lo tomas o lo dejas. La alternativa es no querer, no poder y que te lleve la corriente sin alcanzar nada.

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  6. Tres cosas:

    1.- Me parece que te viene al pelo esa frase de: culpo a Disney de mis altas expectativas en cuanto a los hombres.

    2.- Aplica el axioma siguiente; es infalible:

    Si tiene solución, no te preocupes; aplica la solución y punto.
    Si no tiene solución, no te preocupes; traga bilis y punto.

    3.- ¿Has probado de ladear la cabeza?

    Besos, reina.

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  7. Ay, qué complicación :D

    Pero es verdad, tienes toda la razón del mundo: cuando uno quiere hacer algo hay muchas probabilidades de que ponga los medios para lograrlo. Lo que no está tan claro a veces es lo que realmente queremos.

    En fin, que si esta entrada tiene algo de autobiográfico, espero que consigas querer lo que quieres querer y lo consigas (creo que me he hecho un lío, pero supongo que entienderás que la intención del mensaje es buena) ;D

    ¡Buena semana!

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  8. Euclides, pues vaya plan, ¿no?

    Daniel, rey:

    1.-Esa frase es genial, pero, ¿me viene al pelo? ¿y eso?

    2.-Buen axioma, fácil de decir, difícil de hacer

    3.-¿Además de para solucionar las desconexiones neuronales, ladear la cabeza también sirve para esto? Entonces es el remedio para todo, eh? ;P

    Tarambana, me he perdido en el tercer "querer" jajaja Pero sí, es una complicación. ;P

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    1. Speedy: ¿para qué crees si no que el destino nos otorgó a algunos elegidos unos superpoderes de la leche?. Pues eso, para digerir bilis como si fuese mousse de chocolate y aplicar entre otras cosas el axioma dos de Daniel.

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  9. Lo siento, pero a mí esa frase de "querer es poder" me parece un horror. Además, es que es como un dedo acusador:
    Ajá, ¿así que aún no has podido? ¡Eso es porque no lo has querido lo suficiente!
    Y una leche. Eso es porque en la vida también existen los dificilísimos e incluso los imposibles (que no sabes que lo son, pero lo son). Y querer un imposible es una mierda.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.