viernes, 8 de junio de 2018

Patinaje, ese sería el titular

El otro día estuve en Capilanda. Fue un viaje relámpago de algo más de 24 horas y hace siglos que no iba, así que decir que tuve una agenda apretada es quedarse asombrosamente corto. Estuve literalmente TODO el tiempo de la ceca a meca quedando con unos y con otros y haciendo las actividades más variadas, porque como ya tengo una edad y muchos de mis amigos ya han abierto sucursales, los planes ahora incluyen actividades infantiles, de adultos, al aire libre, en recintos cerrados y haciendo el pino, si me apuras. Os daré un dato para ilustrar mejor la situación: llegué a Capilandia por la mañana y a la hora de comer mi podómetro marcaba ya 20.000 pasos. Os hacéis una idea de como fue la cosa, ¿no?

En fin, a lo que voy, en todo ese ajetreo quedé con muchísima gente, algunos de los cuales no veía desde hacía años. Igual habíamos intercambiado felicitaciones y seguido nuestras respectivas vacaciones por el Caralibro, pero poco más. Total, que en los primeros 10 minutos de café y antes de entrar en materia, había que resumir toooodo eso que el otro se había perdido en dos o tres frases y como respuesta al primer "¿qué tal?" Lo que viene a ser un poco como el ejercicio periodístico de buscar el titular de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros más largo de la historia. Es decir, una tortura china.

La gente tira por lo fácil, ¿no? Lo más relevante. "Pues bien, me casé con Fulanita y ahora vivimos en el barrio tal". "Pues bien, estaba harto de ser superhéroe, hice unas oposiciones y ahora soy un cartero feliz sin el agobio continuo que tener que salvar al mundo permanentemente" "Pues bien, ahora cansado porque a mi segundo hijo le están saliendo los dientes y no nos deja dormir nada el pobre..." "Pues bien, lo pasé mal el año pasado con el divorcio pero parece que poco a poco voy viendo la luz, he conocido a una chica..."

Mientras quien sea está hablando (porque les dejo empezar a ellos, que es siempre lo más hábil) busco en mi cabeza algún cambio de mi vida con la suficiente relevancia y la mínima claridad para poder servir de frase introductoria-resumen. Podría hablarle de trabajo, pero si hace mucho que quien sea no me ve, se habrá perdido mis 2 millones de curros de los últimos años y va a entender poco o nada en una sola frase. Podría decirle que me acabo de comprar una casa, pero dado que mi casero podría ser el general en jefe de los Golfos Apandadores, estoy más cerca de cambiarme a otra superguarida que de comprarme ésta. Podría decirle que tengo dos hijos preciosos, pero va a pedir pruebas gráficas, voy a tener que enseñarle fotos de un catálogo de juguetes y va a cantar un montón. Podría relatarle como un maromazo estupendérrimo, tras algunas dificultades iniciales, me declara su amor todo el rato siempre, pero el evidente parecido de esto con una comedia romántica standard va a cantar aún más que el catálogo de juguetes de la línea de arriba. Podría contarle que ya tengo suficientes SpeedySobris pata hacer un equipo de futbito, pero a lo mejor le pasa un poco como al nuevo ministro de Cultura, que no le interesa mucho el deporte...

Así que por no contestarle a alguien que no veo desde la academia de Superhéroes (es decir, hace ya unos añitos), "yo igual, como siempre, sin novedad en el frente" prefiero tirar por lo fácil y responderle con mi última ocurrencia: "Pues yo bien, en mi línea, sin parar, ahora me he apuntado a un curso de patinaje. Ese sería el titular".

Lo digo, nos reímos y seguimos hablando. Pero no os creáis que oírme a mi misma decir eso no me deja un pelín preocupada.

Un pelín.

7 comentarios:

  1. Por regla general el de enfrente no suele mostrar mayor interés.
    Yo lo hago mucho como ejercicio de pseudosociología, respondo "bien, nada del otro mundo" (aunque acabe de romper con el último hombre de mi vida, o se haya muerto mi madre o mi jefe, o me hayan detectado un bulto en el pecho la noche anterior).
    Y la inmensa mayoría no siente necesidad de indagar más.Así que mejor escuchar y no te creas que por no vivir topicazos vives menos, tú tienes ESA voz y ÉSTE arte de contar historias y cuando estás con alguien que de verdad te importa te tomas más tiempo y le cuentas tus mil y una cosas, también es cuestión de tiempo.Con un café no hay tiempo para resumir TODO lo que tú haces.
    Ahora también te digo:¿es necesario que te apuntes a patinaje?

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  2. No me gusta encontrarme con compañeros del colegio porque siempre digo que no tenemos de qué hablar, pero es mentira. Puedes contarles un millón de cosas, lo que pasa es que no tienes ganas.

    Lo más socorrido son las frases breves, como la tuya. Eso o hacer preguntas, pero esto tiene sus peligros.

    -¿Qué tal tus padres?
    -Murieron.

    -¿Que tal con tu novio?
    -Me dejó.

    -¿Terminaste la carrera?
    -La dejé.

    -¿Sigues trabajando en ese sitio?
    -Me echaron.

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  3. Podrías haberles contestado "tengo un blog de exito mundial con un pseudónimo, pero no puedo desvelarlo porque si no luego tendría que matarte" y así generas la inquietud y la curiosidad en los demás.
    No news good news
    Besis

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  4. Eyyyyyy no me había dado cuenta!!
    Me dice mi primo que está ordenado y escondido que te transmita su agradecimiento por meteerle en el blogroll!!

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  5. Yo siempre voy tirando jajaja la de cosas que he tirado ya. como dice Pseudosocióloga para que contar si al otro en verdad no le interesa, si pregunta más vale, pero si no...

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  6. Pseudo, gracias por los ánimos. Y sí, el patinaje es muy necesario. Ahora mismo gracias a él ya he ganado un bronceado pre-vacaciones que me va a hacer la ´más molona de la playa cuando vaya, porque no estaré blanca los primeros días como me pasa siempre. jajajaja

    Doctora, lo de las preguntas es una recurso guay, la mejor defensa es un buen ataque ;P

    ECDC, lo de nombrar el blog es siempre un peligro, el anonimato es más frágil de lo que parece ;P

    PapaCangrejo, "voy tirando" es un gran hit en lo que a respuestas se refiere, sí...

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    Respuestas
    1. Lo de las preguntas es peligrosísimo. Hace muchos años entré en casa de unos amigos y vi que tenían una tele nueva. Ahí va la conversación:

      - Yo: Ostras!!! qué tele más molona!!! la habéis heredado o qué??? quién se ha muerto???

      - Él: mi abuela.

      (True story)

      Nos reímos todos mucho porque son muy amigos míos y me quieren, pero en otras circunstancias me podrían haber echado de su casa :(

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.