martes, 4 de abril de 2017

Una homless en tacones

¿Hay algo mejor, para empezar un fin de semana, que estar en el rellano de tu escalera con taconazos y cargada hasta los dientes con bolsas, maletas y un anorak de nieve, venga una ráfaga de aire y se te cierre la puerta en las narices sin que te haya dado tiempo a coger la llaves? Sí, que esas mismas llaves que no has cogido estén puesta en la cerradura.

Por dentro.

Claro que sí, guapi.

Como ya habréis sospechado a estas alturas de la entrada, ese fue el comienzo de mi sábado. Y así, pertrechada con mis taconazos, mi anorak y mis mil millones de bultos y maletas y al lado malo de una puerta cerrada a cal y canto, valoré mis opciones:

-Darme de cabezazos contra la pared por mi torpeza.
-Maldecir mi estampa por mi mala suerte
-Aparcar todo mi equipamiento en casa de los SpeedyPadres, coger las llaves de mi casa que me guardan ellos y esperar el milagro de que, de algún modo mágico y misterioso, la puerta se abriera cuando volviera con ellas.

Sorprendentemente, mi brillante tercer plan tenía algún que otro punto débil, el primero de los cuales radicaba en que no hay modo de transportar miles de bultos en coche si no puedes entrar en el garaje porque no tienes LLAVES del garaje. Así que ya veis a una homless con taconazos, anorak de nieve y cargada de bolsas hasta lo dientes, apostada al lado de la puerta, esperando a que entrara algún vecino para colarse en su propio aparcamiento y llegar hasta su propio automóvil. Ni os cuento la cara que se le quedó al vecino detrás del cual me colé, claro...

Otro de los puntos débiles de mi maravilloso tercer plan era que la magia está para otras cosas más importantes que para abrir puertas con llaves a ambos lados de la cerradura, así que mis taconazos y yo nos volvimos a casa de los SpeedyPadres a esperar a que el cerrajero tuviera un hueco para obrar un milagro. Todo esto se traduce en una Speedy que pide asilo político en el SpeedyHogar y se pasa tres días con la misma ropa y los mismos zapatos, tan bonitos como incómodos.

Ahora escribo esto desde mi superguarida, a la que, ¡por fin!, he podido volver a entrar hoy. De mi largo exilio me he traído unos pies destrozados tras 76 horas de taconeo ininterrumpido y la certeza de que podría haber sido peor. ¿Cómo? Si el portazo me hubiera pillado a punto de ir a una fiesta de disfraces y vestida de conejita de Playboy, en lugar de con tacones y anorak de nieve.

Ni tan mal, oye...

8 comentarios:

  1. Jajaja, menuda aventura!!!. Pero te diré que no estás sola...A mi me pasó dos veces, la primera ibamos a dar un paseo y a tirar el plástico, y ¿ sabes como abrimos la puerta? Con la tapa de un queso de untar jeje. Y la segunda fue yo sola...salí un momento al súper antes de irme a trabajar, pero claro me dejé las llaves de casa y las del coche dentro...movilicé a medio vecindario y uno me abrió la puerta con una tarjeta de crédito!! Así que tranqui que pasa mas de lo que parece!!! Disfruta de tu moradaaaa

    ResponderEliminar
  2. Eh, eh, yo esa escena la he visto en Bridget Jones xD Jo, ¡Vaya mala suerte! Yo habría valorado fuertemente la cuarta opción, a saber:

    Llorar y gritsr desconsoladamente mientras doy vueltas sobre mí mismo esperando a que llegue mi mami y me lo solucione.

    ResponderEliminar
  3. Volbo, lo de la tarjeta y lo de la tapa del queso de untar lo intenté yo con una radiografía... pero menos mal que soy superheroína, porque como ladrona no me ganaba la vida. jajaja

    Holden, bueno, yo también busqué la ayuda de Speedydad, pero el pobre hombre tampoco supo arreglar el tema sin cerrajero de por medio jajaja

    ResponderEliminar
  4. Pseudo, iba a una comida (de ahí los taconazos), pero tenía que pasar antes por casa de SpeedySisterPeque para devolverle la ropa de nieve que me prestó hace un mes (de ahí el anorak) Iba taaaan cargada que el anorak lo llevaba puesto para tener una mano libre. De ahí mis pintas cuando se cerró la puerta. Ya me extrañaba que nadie preguntara jajaja

    Kristalle, poooo zi

    ResponderEliminar
  5. Que mala suerte, a mi me ha pasado eso, lo de las llaves dos veces en menos de un mes, y no hace mucho jajajaja ¿han tardado tres días en ir? a mi me tardo una hora y casi lo cuelgo jajajaja

    ResponderEliminar
  6. jaja, menuda odisea. Eso sí, "antes muerta que sencilla" xD

    En fin, espero que la factura del cerrajero haya sido asequible. Y que nos hables un poco más de esos disfraces que llevas tú a las fiestas, ejem.

    ResponderEliminar

¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.