miércoles, 1 de abril de 2015

Yo no soy esa

Ahora mismo tengo varios frentes abiertos. No voy a entrar en el detalle porque esto ya os lo he contado otras veces y poco más se puede aportar, pero vamos, el resumen es que está la cosa chunga. Estoy entre colapsada, aterrorizada y expectante. De hecho, no me vendría mal algo de esto.



Esta permanente situación de "a saber qué coj*nes pasa ahora" incrementa peligrosamente mis niveles de estrés y de nervios lo que está minando de forma preocupante mis reservas de buen humor. Como consecuencia, mi mala leche se ha fortalecido, se ha multiplicado y se está extendiendo por cada rincón de mi organismo. Intento hacer todo lo posible por controlarla, pero a menudo me siento a punto de explotar, no os hacéis una idea hasta que punto. Aprieto los puños, respiro hondo y resisto, resisto y resisto, pero aún así vivo con el miedo de montarle un pollo a alguien que probablemente no tenga la culpa de nada sólo porque no he podido aguantarme más. Un horror.

El tema me molesta especialmente porque yo no soy así. Cualquier miembro de la Speedyfamily os dirá que tengo un mal genio titánico pero que jamás me veréis demostrarlo porque soy un prodigio del autocontrol. Miles de oportunas broncas, necesarios castigos, duchas frías con ropa y zapatos y merecidísimos cachetes me ayudaron a aplacar mis absurdas rabietas infantiles y a convertirme en una adulta que se enfada con mucha intensidad, pero a la que casi no se le nota porque nunca lo paga con nadie. Algo de lo que me siento tremendamente orgullosa, por cierto.

Normalmente uso la risa como antídoto. Para mi es como un agua milagrosa que apaga las llamas de la mala leche cuando están a punto de prenderlo todo. Ahora mi vida colapsadísima enciende tantos focos a la vez que no llego a controlarlos ni con una manguera, ni con un camión cisterna de carcajadas y el fuego del cabreo se extiende hasta que el humo se ve desde fuera.

De repente soy la típica que va por la vida con cara de pocos amigos. La típica que murmura entre dientes. La típica que lanza laaaaaaaaaaaargos suspiros de desaprobación. La típica que se queja por todo. La típica gruñona.

Y me da rabia, porque yo no soy así.  No quiero ser así. Yo no soy esa.

5 comentarios:

  1. Yo siempre he sido así y creo que es lo mejor. Es más conveniente tener 10 miniexplosiones al día que una muy gorda al año :)

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  2. Es la primavera, y que el primer trimestre es un horror. Descansa estos días que seguro que mejora todo, aunque sólo sea un poquito.

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  3. A ver si puedes disfrutar de unos días libres y te desestresas un poquillo por tu salud mental. Lo bueno es que sabes que puedes (y debes) explotar aquíen tu blog. Te sientas, abres una nueva entrada, y te pones a rajar como si tomorrow no fuera a llegar nunca. ¡Fijo que eso te hace sentir un poquito mejor!

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  4. Pues espero que puedas relajarte un poco estos días, descansar y estar a tu aire, y que eso te sirva para distanciarte un poco de los agobios.
    Y a la vuelta, a verlo todo con más optimismo (ojo, el video que enlazo tiene tacos). :P

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  5. Pues no sé, Doctora, igual es esa la técnica buena... a mi esta ya no me funciona mucho, la verdad.

    Bich, pues gracias, a ver si es verdad!

    Holden, estos días no me va a dar mucho tiempo a descansar, pero se intentará. Thanks!

    Tarambana, madre mía, pero, pero, pero, pero... ¿y ese video? Tú estás fatal, eh? No me parece los tacos lo peor del video. jajajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.