lunes, 5 de marzo de 2012

Sustituir

Los sustitutos tienen mala fama porque claro, dos galletas medio de cartón y un batido soso, para saltarte una comida durante un régimen estricto, es una caca de la vaca paca. La cosa tampoco mejora si cuando te apetece a morir fumarte un pitillo tienes que conformarte con un triste parche de nicotina y no digamos si el tema es que te cambian una estupendísima sesión de sexo por un KitKat. Que sí, que yo como buena adicta al chocolate, sé mejor que nadie lo buenísimo que está, pero que sirva para sustituir otras cosas no lo tengo yo tan claro, ¿eh?

En fin, que me desvío. Decía que los sustitutos tienen mala fama, pero no deberían porque toda la vida es pura sustitución. Se te caen los dientes de leche y los sustituye la dentadura adulta. Desaparece tu precioso bronceado de verano y ocupa su lugar una piel blancuza que te acompañará todo el invierno. A tu poblada melena morena la sustituirá algún día una enorme cantidad de canas.

Y no pasa sólo en la biología, también en tu armario. A la horterísima ropa que llevabas hace 10 años la han sustituido otras prendas de las que dentro de no tanto te avergonzarás lo mismo o más (y si no, que levanten la mano las que al principio juraron que jamás se pondrían pantalones de pitillo y leggins y ahora los llevan sin problemas la mitad de los días. (Os estáis haciendo las longuis, pero sé que estáis allí, perracas, no me engañáis ;P) Igual ocurre con el tiempo ocupado (primero el cole, luego el instituto, luego el trabajo, luego la jubilación... (bueno, no creo, tal y como está la cosa, supongo que trabajaremos hasta la muerte) y con el tiempo libre: a las clases de ballet a las que te apuntó tu madre, las sustituyen los entrenamientos de baloncesto que prefieres cuando creces y luego el deporte lo cambias por juergas infinitas y después ganan terreno tu sofá, tu mantita y tu mando.

Aunque suene duro decirlo así, a las personas, en realidad, también las sustituimos. Muy pocas amistades del cole sobreviven si al pasar al instituto conoces gente nueva. Tres cuartos de lo mismo ocurre si estudias una carrera universitaria fuera de tu ciudad, por ejemplo, o cuando la vida empieza a alejar tus intereses y necesidades de las de tus amigos de siempre. Y como muestra un botón: ¿cuántas parejas con niños pequeños siguen teniendo una relación cercana y habitual con las eternas solteras de la pandilla? Pocas, ya os lo digo. A ver, que cariño y eso sigue habiendo, claro, pero en el día a día, para hacer cosas... pues no queda más remedio que sustituir. También para cerrar temas y desterrar dolores. Es así.

El problema es cuando a la vida se le acaban los recambios de algunos ámbitos y no le peta mandarte sustitutos. Tú los pides por correo electrónico, por fax, llamas a atención al cliente... pero que si quieres arroz, Catalina. Así que nada, por si a los mandamases del Universo les da por pasarse por mi blog, también lo digo aquí:

¿Qué hay de lo mío?

18 comentarios:

  1. Que razón tiene, nos pasamos la vida sustituyendo unas cosas por otras, lo de ropa tienes toda la razón, yo decía que nunca me pondría zapatos con plataformas, y ahora cuando salgo soy incapaz de bajarme de ellos.

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  2. Te juro que odio esta frase, pero va a resultar que es verdad: "llegará cuando menos te lo esperes"
    Odiosa, verdad??

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  3. Envejecer es lo que tiene... siempre te puedes comprar un tinte para el pelo :P

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  4. Esos sustitutos son personas/animales/cosas/... que acaban ocupando el protagonismo en un momento determinado, porque es imposible que todas las experiencias que se viven con el paso de los años se puedan mantener sumando y sumando y siempre al mismo nivel. El tiempo es limitado, y cuanto más se suma, más espacio se necesita y hay que abandonar por el camino esas personas/animales/cosas/... que pensábamos que siempre estarían ahí.

    Lo malo es cuando te das cuenta de que has liberado espacio para algo, pero ese hueco no es ocupado por lo que esperas que lo ocupe...

    besos

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  5. ¿Sabes? A los dos años mi madre tuvo que ponerse en contacto con la madre de un tal Flavio, con quien accidentalmente yo había cambiado mi babi (especie de delantal para niños).

    A dia de hoy mi mejor amigo sigue llamándose Flavio. Nadie sabe lo afortunado que me siento. Y tengo más de 25.

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  6. Si al menos la vida te va sustituyendo unas cosas por otras, todavía: hay que aceptar que el cambio forma parte de ella. El problema viene cuando no hay sustituto en cuestión; por ejemplo, ¿qué sustituye el pelo de un calvo? ¿Una calva deslumbrante? No me convence, la verdad.

    No sé qué estás buscando, pero ánimo... aunque asume la posibilidad de que el cambio también significa que algunas cosas quedan atrás y no tienen sustituto.

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  7. Ayyyyy, Apple, eso nos ha pasado a todas con alguna moda! ;P

    Miss Hurry, no sé, si tú lo dices...

    Pseudo, pues no sé qué decirte, no sé si termino de pillar el término "restituto" ;P

    Doctora, el tinte lo arregla todo entonces, ¿no? ;P

    Pues eso, Rain, exactamente eso.

    Pues no me extraña que te sientas afortunado, Holden, 25 años de amistad es poco frecuente. Espero que te dure toda la vida!

    KHaL, asumir eso es un poco triste... no sé si quiero pensar así, costaría mucho más tirar p'alante.

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  8. A ver si te van a escuchar los mandamases del universo y lo que hacen es sustituir a tus amigos majos por gente de esa con flor en el culo... :D

    En serio, espero que esas sustituciones de las que hablas lleguen pronto (aunque no sé a qué ámbitos concretos te refieres). En cualquier caso, una artista políglota como tú seguro que no necesita muchas más cosas del Universo... ;D

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  9. Lo bueno es cuando el sustituto se convierte en titular.
    El leggin pasa a ser tu prenda estrella. La liberación de la nicotina, una nueva forma de vida. Ese tinte para tapar las canas una forma de dar brillo a tu melena. Esa amiga que conociste por casualidad, en tu mejor confidente. Y ese chico que te "sirvió" para olvidar en tu nuevo amor.
    Y eso mola. No? XD

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  10. Aunque creo que tienes razón en general, en mi caso particular discrepo.

    Mis mejores amigas siguen siendo las del cole, las que conocí hace más de 30 años. Y en algunos casos hemos estudiado la carrera en ciudades distintas

    En mi caso, he intentado añadir y no sustituir, pero obviamente hay gente que "se pierde" por el camino...generalmente nos perdemos por vagazos que somos.

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  11. ¡Caray, qué razón tienes, Speedy! Pero estos cambios, estas sustituciones están bien, ¿no? Te ayuden a progresar y, como bien has dicho, a enterrar dolores que es mejor que se queden atrás.

    Los mandamases del Universo hay ocasiones en que se merecen una colleja, para que espabilen. Pero oye, te recuerdo que si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma ;)

    ¡Un pajarraco saludo!

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  12. Ayyyyyyyyyyy, Tarambana, por muy políglota que se sea, siempre se necesitan cosas del Universo! ;P

    Pues sí, Adalias, eso mola, la verdad

    Bich, sí, hablaba en general, es verdad que siempre hay casos en que se logra sumar y no sustituir... y es una gran suerte que los haya!

    Pájaro, me uno a lo de la colleja y me apunto lo de la montaña. Buen consejo! ;P

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  13. Qué gran verdad, pasamos la vida sustituyendo. A veces los sustitutos tardan un poquito más en llegar, así que no desesperes ;).

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  14. Ya se sabe, nada dura eternamente, y hay que sustituirlo. Paciencia

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  15. Ya, Doctora Anchoa, es que esperar es taaaaaaaaan aburrido!

    Ay, Papacangrejo, ¿dónde venderán unos sobrecitos de paciencia? ;P

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  16. Me parece que como contadora de cosas eres aún mejor que como superheroina. Te estás autosustituyendo en cualidades! :D

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.