sábado, 20 de diciembre de 2025

(No) me lo olía

Creo que no he contado por aquí que padezco hiposmia, que es una manera fina de decir que no huelo (casi) nada. Y no por el COVID, como le ha pasado a mucha gente. En mi caso es así desde pequeña. De hecho, no conservo recuerdos de casi ningún olor. Si llegué alguna vez a oler algo todavía no tenía conciencia, supongo. Y digo (casi) nada porque algunos aromas MUY específicos sí los reconozco: el amoniaco, la acetona, el alcohol de alta graduación muy muy muy concentrado. Pero poco más.

Nunca le he dado importancia y casi nunca lo comento. No creo ni que mi familia lo sepa, la verdad, porque no lo hemos hablado y no sé si lo habrán notado ellos solos. Y yo a la gente de fuera nunca se lo decía, me daba como vergüenza, parecía rara, o tarada o que me lo estaba inventando. Yo qué sé, hijos míos, ya sabéis como funcionan las cabezas...

Como jamás he olido, no sé lo que me pierdo excepto por lo que oigo comentar. Se ve que el olor a pan recién hecho es increíble y el de la tierra mojada un flipe. Parece que hay perfumes que huelen riquísimo y fragancias que te transportan a tu infancia o a la casa de tu abuela. Por lo visto si alguien te gusta, su aroma te pone a mil...

Lo bueno me da envidia porque me pierdo sensaciones, al parecer, chulísimas. Pero a mi casi siempre me ha preocupado más no percibir los tufos, que son, con frecuencia, avisos de peligro. No saber si hay un escape de gas, ni si una comida está podrida o si mi bebé se ha hecho caca. No localizar por la fetidez donde ha echado la potada el borracho de turno o si se está quemando algo. No tener la certeza de si mi casa sigue o no oliendo a tubería después del MierderTsunami.

En realidad, esto último es lo más disruptivo para mi, las dudas que me genera. Siempre tengo miedo de desprender algún tipo de peste, no ser consciente y que la peña lo vaya comentando por ahí. Que mi ropa en invierno no se seque bien y huela a humedad, un hedor, por lo visto, muy desagradable. Que a alguna de mis chaquetas viejas se le haya quedado algún tufo de esos que no se quitan con los lavados y vaya apestando por ahí sin saberlo. Que mi desodorante nuevo no tenga la suficiente potencia y sea yo a la que le vaya cantando el alerón sin darme cuenta. Pongo un ENORME esfuerzo en cuidar mi higiene y aún así siempre me da pavor ir por la vida oliendo mal, una de las cosas que más ridícula me hace sentir.

A cambio de este miedo permanente, no sufro los pedos que se tira el típico cerdo en el ascensor, ni el bonito aroma a sudor del transporte público en pleno agosto. ni la fragancia maravillosa que se nota en la ciudad en plena huelga de los servicios de recogida de basuras.Todo tiene sus ventajas, no sé. Aún así, yo aguantaría lo malo por poder percibir lo bueno. Sin haber probado nunca como es, creo que merecería la pena.

viernes, 19 de diciembre de 2025

My best

Es viernes en los aledaños de las fiestas navideñas, con el estrés organizativo y PECUNARIO que ello conlleva, así que muchos estaremos muy de acuerdo con el gatito de arriba y que a estas alturas del año poco más se nos puede pedir. Yo, de momento, voy a dedicar todo mi finde a la compra de premios varios. Y es que, ¡oh, sorpresa! soy la encargada de los juegos de los speedySobris en las reuniones familiares que se vienen estos días. Si alguien tiene alguna sugerencia de pequeño detalle bueno, bonito y barato que le pueda conseguir a los ganadores de nuestras peculiares olimpiadas festivas, soy toda oídos.

Entre tanto, ¡buen finde e id cogiendo fuerzas para las celebraciones! 

Y por la sombra, bombones 

miércoles, 17 de diciembre de 2025

MusiEscritura en formato mini

Digo que me gusta escribir, porque es el medio que más domino, pero lo que me flipa en realidad es crear: inventar, imaginar, poner algo donde antes no lo había. Eso es la escritura, pero también la música, el teatro, la pintura, la cocina, la programación... La lista es larga.

Me encanta crear yo y me turbo mola ver a alguien creando o --mejor todavía-- explicando como crea o qué le motivó y con qué referencias creó alguna obra que yo conozca. Es que eso es increíble, como alucinar con un espectáculo de magia y que luego te expliquen el truco, que por un lado, qué pena y por otro es como "ahhhh, leñe, ahora todo en caja". Ese bienestar, esa especie de alivio, parecido al de después de rascarse algo que te pica un montón.

Por desgracia, no hay muchas ocasiones en las que la peña te explique su proceso creativo. Igual sus rutinas, sus trucos para arrancar, para que les cunda, puede que algo más. Pero ver a un escritor contando de verdad como le vino la idea para su novela o con qué mimbres ha construido un personaje, con ejemplos concretos, es menos común.

En música quizá algo más, a lo mejor porque las canciones suelen ser más cortas y otro rollo. El caso es que últimamente he escuchado a varios artistas hablando sobre como compusieron sus temas y me ha llamado la atención. Para empezar porque nunca me paro a pensar que las letras son escritura, parecido, muchas veces, a poesía por la brevedad y la simbología. Y luego porque la música es el arte más unido a las emociones, creo yo. O al menos el que más rápidamente las convoca.

Toda esta chapa venía  a que a mi me gusta la canción La Toscana, de Veintiuno. Me parece movida, fresca, me anima. Nunca me había parado a escuchar lo que decía. Después oí a su autor contando cómo se le ocurrió la letra y ahora me gusta más. No porque sea algo trascendental, ni poético, ni metafórico, que no lo es. Es una tontada divertida, casi una broma. Pero ahora sé de donde viene cada frase y qué sentimiento dio origen al tema y es como ver la imagen completa, el puzle resuelto. Y no sé, me gusta más. Os la dejo por aquí, por si queréis ponerle un poco de ritmo al miércoles.

 

Me gustaría tener un plan
Robar yo al banco para variar
Y huir contigo de madrugada
Cambiar el piso que te alquiló
El nepo baby, que lo heredó
Por una vida junto a la playa

Dime tan solo que lo intentabas
Y nos fugamos por la mañana

 (Estribillo)
Y al despertar somos portada y titular
El caos más dulce del lugar
Huimos a La Toscana
Dormimos vistas al mar
Desde Palermo hasta Milán
Donde jamás nos buscarán
No quiero que sea perfecto
Quiero algo que recordar

Si el plan suicida nos sale mal
Un limoncello para olvidar
Y un escondite contra el destino
"Ciao bella" y topless en el balcón
Haciendo trizas la habitación
En una fiesta con los vecinos
La fantasía de Sorrentino
 

(Estribillo)

Me encantaría verte de Prada por la ciudad
Subir en Vespa toda la cuesta que va al altar
Gritar "ragazzi" a los paparazzi que nos esperan
Gastar mis siete vidas curando toda tu pena
Y al despertar
 

(Estribillo)
 

martes, 16 de diciembre de 2025

Numerología MAL

Bueno, amiguis, el día de la marmota. Aquí estamos otra vez, 16 de diciembre y una cantidad muy triste de entradas en 2025. Oootra vez. No sé qué ha podido pasar, si empecé super bien. Eh, eh, eh, 8 o 9 entradas de media hasta marzo, ahí es nada. No me lo creía ni yo. 

En abril, mayo y junio la cosa se frenó bastante, pero aún iba aguantando mecha. Una media de cinco raspado, ni tan mal. Oye. y menos en julio que pinché total, mantuve esos mínimos en verano, que con esos calores es toda una heroicidad.

Pero aaaay, amigo, luego llegó el otoño, la caída de las hojas, la melancolía de los colores ocres y mi ritmo actualizatorio, como dirían los jóvenes de ahora, flopeó. Y así llevo los últimos meses, con tres tristes tigres (y entradas) por mes. Qué penita, ¿no? Diría que ha sido culpa de la campaña Stop Turras, que me ha mantenido medio amordazada, pero no es del todo cierto. Creo que ha tenido mucho que ver también el bombardeo de dopamina de pantallas infinitas que me está friendo el cerebro. Me cuesta un mundo concentrarme en cualquier cosa, mucho más para crear algo de cero. ¿No os pasa?

En fin, que tampoco voy a meterme ahora en berenjenales. El tema aquí es, como cada diciembre, pegar un último acelerón escritor para acabar 2025 con un número de entradas medio digno. No voy ni a apostar por una cifra porque no me atrevo. Se hará lo que se pueda, a ver si por lo menos consigo que sea par.

Preparados, listos... ¡¡YA!!

 

viernes, 12 de diciembre de 2025

De cartón piedra


 

El decorado del piso de Monica y Rachel en Friends no tiene atascos en el fregadero, porque no hay tuberías. Tampoco les preocupa que llegue buena o mala cobertura de internet. Su nevera ni se avería ni chorrea agua, aunque tampoco enfría. No les cuesta una pasta la calefacción si no hay nada que calentar, la tele no se estropea y el sofá no tiene manchas de café en la tapicería. No se les acaba el sitio en los armarios ni necesitan engrasar las bisagras de las puertas. No les salen goteras en el techo ni se les ensucian los cristales con la lluvia.

En el piso de Rachel y Monica no hay grandes problemas, pero tampoco hay vida. 

domingo, 7 de diciembre de 2025

No sirve

No es cuestión de actitud. Con una cuchara no se puede hinchar una rueda. No se puede. Y no es que no sea útil, eh?

Con una cuchara remueves el guiso, tomas la sopa, te ayudas a enrollar los espaguetis. Mides la cantidad de harina para una tarta. Rescatas el cacao del batido que ha quedado al fondo del vaso. Sirve de mini catapulta o tirachinas y haciendo palanca igual hasta atrancas un cajón de la cocina.

La puedes usar para chocarla con la copa de champán, pedir silencio y empezar tu discurso para los novios de una boda. Si eres habilidoso y la sostienes bien en la boca, quizá ganes la carrera de patatas del campamento de tus hijos. A falta de pala, podría ayudarte a hacer un castillo de arena en la playa. Yo vi, incluso, una famosa influencer que empleaba una cuchara para rizarse las pestañas porque tuvo una mala experiencia con un rizador.

Pero con una cuchara no puedes hinchar una rueda.

No se trata de querer, de esforzarse, de tener paciencia, de no generar expectativas, de ser realista, de no apuntar demasiado alto, de conformarse. No sirve, ya está. Vale para muchas otras cosas, pero no hincha ruedas.

Por eso me sorprende ver a tanta gente intentándolo. Y fingiendo que les funciona.

lunes, 1 de diciembre de 2025

Edrefugio

Mi lugar seguro es debajo de mi edredón.

Él siempre me ha protegido del Coco, del hombre del saco, del monstruo del armario, del puñal del tipo de la careta de Scream y del terrorífico payaso de It.

Él ha sido mi cómplice camuflando la luz de mis lecturas a deshoras cuando ya debería estar dormida. Ha escondido lágrimas a destiempo, quejidos de rabia, lamentos de frustración.

Mi edredón no me juzga si no tengo ganas de pasar la aspiradora, buscar un plan de sábado o escribir el próximo bestseller mundial. A él le parece bien si hoy solo me quedan fuerzas para taparme hasta las orejas y ver vídeos de caídas graciosas en Youtube.

A mi edredón no le importa mi pijama viejo lleno de bolas, ni mis pelos de loca, ni mis ojeras de oso panda. Con él no necesito fingir que mi película favorita es Casablanca en lugar de cualquier mamarrachada romanticona de Sandra Bullock. 

No tengo que justificarme ante mi edredón por mi incomprensible trayectoria profesional ni por no tener un piso en propiedad. Él no me pide que sonría cuando me estoy rompiendo por dentro sólo para quedarse más tranquilo. Mi edredón no se cree con derecho a opinar sobre mis decisiones vitales ni a pontificar sobre lo que debería o no debería hacer con mi vida.

Y luego que por qué paso tanto tiempo en la cama...



viernes, 21 de noviembre de 2025

¿Really?

Y dado como está el tema, yo poco más que lo de la imagen de arriba. Minimetas y eso.  

¿En serio esto es todo? ¿De verdad me dices que no va a haber nada más, que el narrador de mi vida no piensa inventarse algo distinto (y MEJOR) que esta sosada? 

¿Really? 

En finnnn.... 

sábado, 15 de noviembre de 2025

Premios que no existen

 



Ah, ¿no? ¿Y tampoco hay medalla a la que lo ve todo más negro, a la que más sobrepiensa, a la que peor se habla a sí misma y a la que más se culpa?

Y yo entrenando tanto para nada... ¡será posible!

viernes, 7 de noviembre de 2025

Sobre mi

Una de las muchos, muchos, muuuuuuuuuuuuchos inconvenientes de ese infierno en la tierra llamado eufemísticamente app de ligoteo es la repetición. Si no hay suerte a la primera, no te queda otra que hablar con muchos perfiles distintos que suelen hacerte siempre las mismas preguntas y sacar temas de conversación iguales. Que será normal, supongo, empezar por lo más típico, interesarse por la profesión, las aficiones... Igual no se puede evitar, no sé. Pero es un aburrimiento descomunal. No me quiero ni imaginar los actores en esos junkets de prensa interminables, en los que se sientan a responder durante horas una y otra vez a la misma cuestión formulada por una interminable sucesión de periodistas de todos los medios. Qué tortura, madre mía. Como para tirarse por la ventana.

Yo de junkets no sé nada, pero en las app he tenido que buscarme mis estrategias para no cortarme las venas a las millonésima vez que hay que contestar a qué me dedico. Y eso que considero la originalidad uno de mis puntos fuertes, pero hijos, es que es drenante a más no poder, agota a cualquiera la repetición infinita. Así que creé un documento con las respuestas a los grandes hits más frecuentes y cuando alguien saca el tema... ¡ZAS! corta y pega que te crió. De verdad, es estaba perdiendo años de vida, en serio.

Y a esto, que es una táctica de supervivencia, se le añade mi condición de bloguera con un blog de 15 años de historia donde cuento trozos de mi vida con un nivel medio alto de ficción y licencias poéticas, ya tu sabeh. Así que es fuerte la tentación de ahorrarme cuatro párrafos de anécdota arreándole al ínclito de turno una entrada de estos lares inspirada en hechos reales. Todavía no ha ocurrido, pero dame tiempo...

Por ahora, además del documento de grandes hits, estoy tentada de hacer otro parecido al de la imagen de abajo y arreando que es gerundio.

 


miércoles, 29 de octubre de 2025

Dudas

 

 

Todavía devastada dos días después por los efectos del cambio de hora y tras laaaaargos y sesudos debates con cientos de persona sobre la preferencia del horario de verano o invierno, me sigo haciendo la misma pregunta que la autora del tuit de arriba:

¿Por qué sois tan masocas? 

lunes, 20 de octubre de 2025

El retorno del bicicleteo

Como últimamente no vengo mucho por aquí no os lo he contado, pero igual es hora de hacer algunos updates de mi vida (que dirían las influencers de pro)

¿Os acordáis que yo en los albores de este blog bicicleteaba mucho y que corté por lo sano porque no hacía más que caerme? Bueno, pues trece años me ha durado la prudencia. Han puesto por toda SpeedyTown unas bicis eléctricas que te llevan sin esfuerzo a cualquier lado y, claro, no me he podido resistir.

Lo siguiente, estoy segura, ya os lo imagináis. Tres días tardé en besar el suelo en esta secuela del ahorro sobre dos ruedas. T-R-E-S- No es una forma de hablar ni una exageración, Exactamente en mi tercer paseo ciclista hice el superman y terminé en urgencias, en un remember de otro gran deporte que acabó como el rosario de la aurora: el surf con bastón.

Por suerte, tampoco en este caso mi clave era escafoides y no tenía nada roto, aunque estuve manca un par de semanas porque me dolía que flipas. Y vosotros supondréis, con razón, que he vuelto a romper mi relación con las dos ruedas en aras de preservar mi seguridad, pero os equivocaréis porque os falta un dato clave. 

El otro día estaba yo tranquila en mi cocina, cenando de chill, sentada de lo más normal cuando... ¡ZAS! Al suelo. Un culetazo antológico. En serio ÉPICO. Me dolió que alucinas. Y no os estoy dando una explicación razonable para el accidente porque no la tengo: La silla no se rompió, ni yo estaba haciendo ninguna postura rara ni hubo ningún movimiento brusco. Aún no sé como, el asiento resbaló y yo estuve a punto de romperme el culo, lo que habría sido, como mínimo, un titular bastante clickbait,

Como no quiero pensar que en mi superguarida hay un espíritu amargado haciéndome bullying o riéndose a mi costa, no me queda otra que concluir que tengo un talento especial para las caídas. Tanto, que las llevo a cabo incluso sin pretenderlo y desde parado. Pensando en positivo, soy un diamante en bruto. Si lo hicieran disciplina olímpica, yo iba a reventar el medallero español con mis portaciones. Y sin entrenar, no como los pringados de los atletas de élite de otros deportes.

¿Y qué tiene que ver la continuidad del bicicleteo con mi cocina? Pues que si no logro mantener la verticalidad ni sola y en parado, no hay forma de evitar el riesgo. Y si voy a caerme igual, por lo menos que sea llegando rápida y cómodamente a los sitios en mi bici eléctrica. ¡Y encima entreno para las olimpiadas! ¿Qué más queréis?

viernes, 10 de octubre de 2025

Recibido, Hemingway. Corto y cambio.

 


Aquí las normas del escritor según Hemingway. En los últimos tiempos no cumplo ni una, en especial (y a las pruebas me remito) la 2. Será por eso por lo que no escribo como él, supongo. Y a lo mejor hay uno o dos razones más, pero no vamos ahora a ponernos a investigar que estamos a las puertas de un puente festivo (¡aleluya, hermanos! uno de los pocos del año) y el cuerpo lo sabe.

Así que a disfrutar. 

Y por la sombra, bombones.

viernes, 26 de septiembre de 2025

De fiar

 

 
Qué perracos del infierno esos que no tienen el enemigo en casa, ¿verdad? No ya los que no tienen un terrorista de Al Quaeda en la cabeza, que también, claro, pero de eso ya hemos hablado mucho. Me refiero a los que se pueden fiar de sí mismos. Los que se proponen algo y cumplen. Porque es difícil, ¿eh? Yo soy inmensamente responsable y tengo una enoooorme fuerza de voluntad y disciplina cuando hay más peña de por medio, pero cuando el trato es solo conmigo misma, siempre me fallo. SIEM-PRE.
 
Qué se sentirá bebiendo más agua cuando decides beber dos litros al día. Qué se sentirá apagando la luz a una hora razonable cuando juras que vas a dormir más. Qué se sentirá no saltándose la rutina de brazos diaria porque se te olvida o ya estás en pijama. Qué se sentirá haciendo la skincare a diario y no cuando te acuerdas. Qué se sentirá consiguiendo reducir en, al menos, un 15% el porcentaje de mierdas varias ingeridas cada día. Qué se sentirá llevando al punto limpio las toneladas de objetos descartados en casa antes de que lleguen a ser kilotones o gigatones. Qué se sentirá logrando salir mínimamente peinada de casa cada día.
 
¿Qué se sentirá pudiendo confiar en una misma, en todos los sentidos?
 
Seguro que es guay, ¿no? 

domingo, 21 de septiembre de 2025

Whatever it takes

Bueno, caris, llegó el momento. 
A situaciones desesperadas, medidas desesperadas.
No voy a meterme en harina porque sigue en vigor la campaña StopTurras, pero de verdad que yo ya no puedo más sola. Escapa de mi control. Haga lo que haga, no hay forma humana de lograr que nada funcione en ningún ámbito de mi vida. Así que no me queda más remedio que acudir a altas instancias.
Necesito un golpe de suerte.
Que el karma afloje.
Que el tuerto ese deje de mirarme.
Algo.
Y como ni de forma espontánea, ni con la ayuda de la sorpresa del roscón de Reyes ha sido posible cambiar la tendencia, tendré que implementar medidas expeditivas. Voy a hacer mi primer ritual de baño de sal.
¿Quiere esto decir que voy a ducharme con un mejunje salado para quedarme como recién llegada de la playa en vez de limpia? Si padre. Y lo que haga falta. Porque esto no puede seguir así. Necesito ayuda, ayuda PODEROSA. Haré lo que tenga que hacer.
¿Quiere esto decir que ya estoy buscando sitio en el frigo para guardar tarros de congelación de malas vibras?
A riesgo de ser reiterativa, haré lo que tenga que hacer.

Ya lo dijo ese gran capo de la mafia bancaria europea para aterrorizar a los piratas especuladores de la bolsa que querían tumbar el euro: whatever it takes.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Mente F.M.

(Visto en Twitter, no se autor, sorry) 

 

¡Buen finde!
 

sábado, 13 de septiembre de 2025

Mi primera manicura, chispas

Con independencia de la edad que se tenga, siempre quedan por delante primeras veces de algo. Y yo, a mis taitantos, el otro día tuve una: mi primera manicura, chispas. No sé por qué no me había introducido antes en el intricado mundo de cuidado ungueal. Supongo que estaba habituada a un desastre de uñas al más puro estilo Speedy la Chapucera, con esmaltes mal distribuidos, picos no totalmente limados y formas cuanto menos sospechosas. Simplemente no pensaba que hubiera vida más allá. Y un día de repente, viendo las impecables y brillantes uñas de casi toda la peña, pensé: ¿Por qué yo no? Y me fui a uno de los trillones de millones de establecimientos que hay ahora a cada paso dedicados a esta materia.

Bien, como consejo general os diré que si vais a introduciros por primera vez en un proceso del que no tenéis ni idea, lo hagáis de la mano de alguien que hable vuestro idioma. Los gestos, las onomatopeyas y las miradas insistentes pueden llevar a malentendidos cuando no tienes ni idea ni del resultado que buscas, ni de los pasos que debes dar, ni de las indicaciones que, en teoría, alguien te está dirigiendo.

Como habréis supuesto ya a estas alturas del párrafo, yo no seguí esta simple recomendación. Yo me metí en un sitio donde una "amable" (o no tenía un buen día, quien sabe) ciudadana china empezó a gritarme cosas ininteligibles. Bueno, unas veces a mi y otras veces a su compañero de trabajo, una becario en prácticas que, a juzgar por los decibelios de la conversación, no iba a superar el periodo de prueba.

No lo iba a superar él como empleado ni yo como como clienta. Por lo que se deducía de la cara de la amable ciudadana asiática, yo no daba ni una. No ponía las manos de la manera correcta para facilitar su trabajo. Las sacaba antes de lo debido de las lámparas esas de secado rápido. Cuando quería la derecha, le daba la izquierda y al revés. No elegí el color lo bastante rápido. Lo que os digo, una nota de muy deficiente en la asignatura de manicura pasiva.

Y lo peor no es el complejo de perrito entrenando para dar la patita cuando se la piden con el que sales.de la tienda. Lo PEOR es sospechar que, entre esas indicaciones en idioma ininteligible con las que me ametrallaba la nipona, había más de un "¡inútil!" camuflado entre palabra y palabra neutra.

Las uñas bien, gracias.

Próxima búsqueda en internet: kit de manicura en casa.

jueves, 4 de septiembre de 2025

domingo, 31 de agosto de 2025

Mi decoración de millonaria

No me interesa la decoración. En mi superguarida tengo cuatro cosas funcionales para dormir, sentarme, trabajar y colgar la ropa. No decoro las paredes con nada excepto que signifique algo para mi. Lo único que llama mi atención en el ámbito mobiliario es cualquier contenedor tipo baúl o taburete vacío donde guardar en secreto los millones de cachivaches inservibles que mi síndrome de diógenes no diagnosticado me impide tirar a la basura. Así que la única casa que me podría hacer ilusión amueblar sería tipo esta.



Si no sois de mi quinta no reconoceréis las imágenes de esta peli en la que un Tom Hanks niño se vuelve milagrosamente adulto. En un mundo de mayores se comporta como un chaval y, entre otras muchas peripecias, decora su apartamento con una cama elástica, máquinas recreativas y todo tipo de cosas molonas preadolescentes. Como yo lo era cuando vi la peli, para mi era el piso de mis sueños.


Bueno, pues estas vacaciones he encontrado la decoración soñada de Tom en versión adulto. Si yo fuera millonaria y tuviera un estudio diáfano para amueblarlo con lo que me gustara, seguro que pondría esto.



Es una cabina de teléfono antigua de esas molonas tipo London reacondicionada como estantería para guardar libros. ¿Podría ser más guay? 

jueves, 21 de agosto de 2025

La Speedy de 2025 según el antiguo Twitter

Soy de la resistencia que sigue llamando Twitter a X y no tiene pinta de que eso vaya a cambiar nunca, lo siento en el alma.

Soy de la resistencia que sigue resistiendo en esa (a veces) red social del demonio sin huir a Blue Sky fundamentalmente por pereza. Y también porque sé por experiencia que puedes intentar huir de las malas vibras, pero que por desgracia las malas vibras siempre terminan llegando a toda app con cierto tamaño, hagas lo que hagas y te pongas como te pongas. Así que para mejorar poco o nada me ahorro la mudanza, que es algo que odio tanto en el mundo digital como en la vida en 3D.

También os digo que yo no sufro demasiado el lodazal tuitero porque no escribo nunca y sólo leo a peña cuidadosamente escogida. Con unos estoy más de acuerdo y con otros menos, pero son gente de fiar que aportan algo en algún sentido. Yo ya aguanto demasiados lerdos fuera de internet para tener que hacerlo también dentro. Parafraseando a Ozores: "No hija nooooooooo".

En realidad, lo que más pena me da del destrozo que hizo Eloncio es que esa red ya no sirve para informarse tan bien como antes cuando pasa algo gordo. Todavía es mejor que la auténtica BASURA que nos tragamos en la mayoría de los medios convencionales, pero cuesta mucho más esfuerzo encontrarla. Mogollón de expertos guays se han ido o están sepultados por el algoritmo, que te obliga a comerte a toneladas ingentes de retromongers diciendo gigantescas sandeces que ni siquiera tienen la disculpa de ser graciosas antes de encontrar una aportación medio potable. Aún así, con mucha paciencia y siguiendo a cuentas adecuadas que retuiteen cosas interesantes, todavía se consigue entender un poco mejor el mundo que viendo la tele. Hay que aguantar la disonancia cognitiva, claro, y soportar puntos de vista contrarios a los propios, pero al final terminas sacando algo en claro y no sólo lo que un bando u otro te haya querido vender.

A pesar de todo ello, yo sigo leyendo Twitter porque de mil en mil años todavía encuentro alguien que dice algo gracioso o con lo que me identifico "cien por" porque "es que soy yo literal", que dirían los Z. O los Alpha, yo que sé, me hago ya un lío con la jerga de unas generaciones y otras. Así que voy a recoger aquí una compilación de mis últimos retuits más chachis, que hace mucho que no lo hago y me gusta guardarme esta cositas por aquí. Además el mundo tuitero ha cambiado mucho desde 2018 y se nota. Vamos allá.

Lo primero, una verdad fundamental, aunque ahora el azúcar sea el enemigo público número uno. 


Algo de eficacia probada, digan lo que digan los nutricionistas. 

 
Porque es que, además, como intentes hacerle caso a esta gente y te quedes sin tu dosis, luego pasa lo que pasa.
 
 
Puede ocurrir que implosiones y que el cielo nos coja confesados o lo contrario, que te quedes sin fuerza ninguna.Y claro, no puedes desperdiciar la poca energía restante en leer infinitas chorradas en millones de grupos de whatsapp random.
 

Es que, de verdad, por qué se empeñan en complicarnos la vida sin azúcar. Luego que tenemos la cabeza como la tenemos


Y bueno, voy a ir dejándolo por aquí. Bastante tengo con mi diógenes en 3D para potenciar también el digital.


Ale, por la sombra, bombones.

sábado, 16 de agosto de 2025

Vacíos y mierdas

Es indecente volver del verano con una turra a 40 grados, pero lo tengo aquí atascado y no sale nada más. Seré breve, entre otras cosas porque no vais a entender ninguna de las referencias que voy a usar. Aún así creo que los que tengan un pasado de series televisivas común conmigo algo les va a sonar.

Embrujadas, ¿vale? Esa ida de olla de infinitos capítulos con trillones de villanos mágicos. (No será una joya audiovisual, pero es mítica, reconocedlo.) El caso, durante muchos episodios el poder más absoluto, más aún que el del demonio supremo Fuente de Todo Mal, era el vacío. No encuentro el vídeo en el que lo explican, a ver si con este os hacéis una idea.

 
 

Bueno, pues yo ahora siento un poco lo mismo, que la nada me come por dentro. Que estoy vacía, arrasada y que no logro reconstruirme de ninguna forma. No consigo que nada me importe ni me ilusione. Ojalá querer luchar (y por tanto sufrir, claro) por algo. No estoy loca, no pido una vida sin problemas, aquí cada uno tenemos lo nuestro. Pido tener movidas que yo quiera apañar, con un sentido y una significación para mi. Mark Manson lo explica mucho mejor que yo en su libro (del que ya os hablé,) así que le dejo a él.

-"No importa a dónde vayas, siempre habrá una montaña de 500 kilos de excremento esperándote. Y está bien. La cuestión no es alejarse del excremento. La cuestión es encontrar el tipo de excremento con el que disfrutes lidiar". 

 -"No esperes una vida sin problemas. No existe tal cosa. En vez de eso, espera una existencia llena de buenos problemas. Los problemas nunca terminan, simplemente se intercambian o se mejoran. La felicidad se consigue al resolver problemas. Resolver, no evadir. La verdadera felicidad solo ocurre cuando encuentras los problemas que disfrutas teniendo y resolviendo."

Y con esto y un bizcocho continuamos con la campaña Stop Turras. Por la sombra, bombones.

viernes, 8 de agosto de 2025

IA listilla

Fui la última española en tener whatsApp. Tras una laaaaaaaaaaaaaarga resistencia y muy a mi pesar, acabo de dejar de ser la última española sin Bizum y todavía estoy en la lucha con esto de la inteligencia artificial. Que sí, que ya lo sé, que es una batalla perdida, que es imparable, que cuanto antes la conozcamos y manejemos mejor. Pero qué queréis que os diga, le tengo manía. Me cae gorda, qué le voy a hacer. Por muchas razones.

Primero, porque ha llegado con mala educación, empujando y haciendo tareas que nadie le había pedido. "Estoy deseando leer el libro que escriba un robot", dijo NADIE NUNCA. Quiero máquinas que se ocupen de las tareas desagradables que yo odio, como recoger la cocina, fregar los platos y ordenar mi cuarto. Del arte, de la música, de la literatura, del cine, de las traducciones y de todo tipo de trabajo creativo ya me encargo yo, gracias.

Segundo, porque veo que se está desarrollando sin control alguno y hay muchísima probabilidad de que se nos vaya de las manos de mil maneras diferentes. Que se utilice sobre todo para el mal. Que nos haga perder capacidades humanas, intelectuales y sociales. Y que se le vaya la pinza y se de la vuelta a la tortilla, como hemos visto en  tantas películas que estaban en la estantería de ciencia ficción y ha habido que moverlas a la de actualidad e historia contemporánea.

Y tercero porque... no sé, porque la IA muy lista para unas cosas y muy tonta para otras, ¿no? Yo soy objetora de conciencia y no la he utilizado casi, pero he visto muchos vídeos de gente usándola y bastante bluf aún. Muchas cagadas. Muchas inventadas (que diría nuestro presi). Muchos darte la razón digas lo que digas y según como se lo preguntes. Y un gran porcentaje de las veces bastante meh. 

Ejemplo.

Yo niego el permiso para que mi navegador de internet use IA. Se lo pasa por el forro (mala decisión, conmigo así no llegas a ningún sitio, bonita) y a una búsqueda sencilla que el viejo Google de toda la vida entiende perfectamente y me da buenos resultados, la IA responde sandeces. Sinónimos de las palabras que yo he escrito. A ver. LISTILLA (nunca mejor dicho), si quisiera sinónimos, habría preguntado por sinónimos. Pero no lo he hecho, así que vete con tu listeza a incordiar a otro.

¿Y sabéis lo peor? Que de contestaciones correctas va escasita, pero el oído lo tiene perfecto. Y cuando ha escuchado que venía a reírme de ella aquí en el blog y necesitaba un pantallazo de la búsqueda para ilustrarlo, ya no ha dado las mismas respuestas otra vez. Silencio absoluto. Sin pruebas no hay delito, como el narco que tira la droga por el wc antes de que la policía registre su casa. Muy bien, listilla, muy bien. Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos.

Yo sólo os digo que ya estoy pensando un nombre molón para cuando empiece la guerra entre máquinas y humanos y yo tenga que ser la tía buena con pantalones de cuero negro que lidere la resistencia. Como Trinity ya es un nick cogido, ¿qué os parece Speedity?

 

martes, 5 de agosto de 2025

Injusticias alimentarias

(*Cuando abandono unos días el blog nunca sé a la vuelta si dar explicaciones o no, así que hago un paréntesis que es algo bastante neutro y fácil de saltar para el que quiera. Resumen: vacaciones. Falta de previsión para dejar entradas programadas. Vagancia para averiguar como escribir desde mi modernísimo móvil nuevo, del que aún no utilizo más que un 2% porque aún no sé como va. Desconexión, en general. Ya estamos de vuelta. Empecemos por algo suave.)






sábado, 12 de julio de 2025

Enterrar el listón



Te dicen: disfruta lo que sucede, no generes expectativas. Te dicen: be water my friend, Te dicen: ama lo que pasa y así siempre pasará lo que amas. Te dicen: cuando algo duele párate a observar lo que la vida te está enseñando. Te dicen: la vida es como un espejo, sonríela y te sonreirá.

Pero en serio, troncos, de verdad, sinceramente: ¿cuánto tenemos que bajar el listón? ¿Con qué tuneladora necesitamos excavar profundizando más y más en la nada? ¿Cuántas plantas más tiene este sótano de "es lo que hay"?

 

domingo, 6 de julio de 2025

Amor fosilizado

 

Sé que estáis ocupados, pero en serio, ved este video si no lo habéis visto ya antes. Me lo vais a agradecer.



domingo, 29 de junio de 2025

Ooooooooooootra vez

Llevo LITERALEMTE (que dicen los jóvenes) una hora a 42 grados de temperatura intentando actualizar con algo que no sea tristeza, muerte y destrucción, así que no me queda otra que rendirme que me quedan muchas cosas por hacer antes de que empiece la semana ooootra vez,

Así que paso por aquí sólo a saludar y a poner una imagen con la que creo estaremos todos de acuerdo.




Mañana lunes ooooooooootra vez.

¡¡¡NOOOO!!! Vacaciones, llegad pronto, por favor.


jueves, 26 de junio de 2025

A las olimpiadas

 

Desde luego. Iba a tener yo más músculo que el campeón mundial de culturismo.

No harán una competición de esto, no...

 


 

 

 

 

 

jueves, 19 de junio de 2025

Se levanta la sesión

 




No hay más preguntas, señoría.

domingo, 15 de junio de 2025

Al punto limpio


Lo peor no es que se acabe, sino todo lo que se pierde, lo que se te queda en las manos, en la punta de los dedos.

La canción con la que ibas a decirle te quiero por primera vez. Esa ideaza para el regalo de su próximo cumpleaños, de los siguientes Reyes Magos. El nombre increíble que se te había ocurrido para el cachorro que ibais a adoptar. Los textos flipantes que te había inspirado y que ibas a dedicarle. El viaje de cuento que habías buscado para el verano. Las mil soluciones que se te habían ocurrido para los problemas de su curro. Las perchas que habías comprado para sus cosas. La lista de restaurantes que ibais a probar. Todo lo que ibas a contarle a él y a nadie más.

¿En qué contenedor va todo eso? ¿Se lleva al punto limpio?

viernes, 13 de junio de 2025

Mañana gripado


 

Siempre que se me ocurre una idea para el blog miro si ya lo he escrito aquí. Y con frecuencia encuentro algo parecido, relacionado o sobre el mismo tema. Porque 15 años dan para mucho, desde luego, pero también porque todos tenemos asuntos recurrentes que nos vienen a la cabeza una y otra vez. Por lo menos los que escribimos. Y lo sé porque en los libros de literatura del cole, cuando estudiabas cualquier autor siempre encontrabas un apartado de la lección dedicado a sus orígenes y referentes, otro para las etapas de su obra y otro llamado "obsesiones" o algo parecido. Y allí eras consciente de que peña tan lista como Aristoteles, Unamuno, Lorca o Emilia Pardo Bazán le daban vueltas a la cabeza como todo hijo de vecino, sólo que ellos además aprovechaban todo ese soprepensamiento para hacer algo bonito.
 
Total, todo el párrafo de arriba para decir que lo iba a escribir ya lo conté aquí, sólo que ahora pienso más cosas sobre lo mismo. Cosas que no me gustan nada. Porque si la idea es aguantar a mínimos, con las fuerzas justas para llegar al día siguiente, la clave es creer que después será mejor, que en algún momento las cosas cambiarán. CONFIAR en MAÑANA.
 
¿Y si hasta eso se te gripa? ¿Y si mañana ya no te sirve porque ya no consigues tragarte que mañana vaya a ser mejor que hoy? ¿Y si la palabra mágica, la única que podía salvarte (como dice el gran Casona en el texto de abajo) ya no funciona? 


ISABEL. Estaba desesperada... ¡no podía más! Nunca tuve una casa, ni un hermano, ni siquiera un amigo. Y, sin embargo, esperaba... esperaba en aquel cuartucho de hotel, sucio y frío. Ya ni siquiera pedía que me quisieran; me hubiera bastado alguien a quien querer yo. Ayer, cuando perdí mi trabajo, me sentí de pronto tan fracasada, tan inútil. Quería pensar en algo y no podía; sólo una idea estúpida me bailaba en la cabeza: "no vas a poder dormir... no vas a poder dormir". Fue entonces cuando se me ocurrió comprar el veronal. Seguramente las calles estaban llenas de luces y de gente como otras noches, pero yo no veía a nadie. Estaba lloviendo, pero yo no me di cuenta hasta que llegué a mi cuarto tiritando. Hasta aquel pobre vaso en que revolvía el veronal tenía rajado el vidrio. Y la idea estúpida iba creciendo: "¿por qué una noche sola...? ¿Por qué no dormirlas todas de una vez?" Algo muy hondo se rebelaba dentro de mi sangre mientras volcaba en el vaso el tubo entero; pero ni un clavo adonde agarrarme; ni un recuerdo, ni una esperanza... Una mujer terminada antes de empezar. Había apagado la luz y sin embargo cerré los ojos. De repente sentí como una pedrada en los cristales y algo cayó dentro de la habitación. Encendí temblando... Era un ramo de rosas rojas, y un papel con una sola palabra: "¡mañana!" ¿De dónde me venía aquel mensaje? ¿Quién fue capaz de encontrar entre tantas palabras inútiles la única que podía salvarme? "Mañana." Lo único que sentí es que ya no podía morir esa noche sin saberlo. Y me dormí con la lámpara encendida, abrazada a mis rosas ¡mías! las primeras que recibía en mi vida... y con aquella palabra buena calándome como otra lluvia: "¡mañana, mañana, mañana...!"
 
(Los árboles mueren de pie, Alejandro Casona.) 

sábado, 7 de junio de 2025

Flipanding

 



No voy ni a molestarme en intentar comentar los últimos acontecimientos de la actualidad política porque se escapa totalmente de mis posibilidades. Me veo incapaz por completo, dado el grado de surrealismo y vodevil al que hemos llegado. Ya no es que seamos el Netflix de los marcianos, ni siquiera que nos hayamos colado sin querer en una comedia de humor absurdo. Esto se parece más a una parodia de Martes y 13 o de los Morancos o un sketch de José Mota. Es que, de verdad, mirad la foto de arriba: ¿alguno de esos dos tiene pinta de persona real y no de intérprete caracterizado para hacer una escena de risa?

Yo flipo y como flipo tanto sólo voy a destacar una cuestión lateral y no por poco importante menos sorprendente. Creía que yo era la única víctima incapaz de convivir con un incontrolable estilismo capilar. Pero ya me he dado cuenta de que no estoy sola ¿Habéis visto los pelos de Leire? Si esa señora se presenta con esa facha melenística cuando sabe que un millón de cámaras de todo tipo la están inmortalizando para siempre es que da la batalla por perdida. Que no es que la hayan pillado en la calle de improviso, que convocó ella a los medios. Ella, que tiene dinero a porrillo proveniente de, ejem ejem, trabajos fontarenísticos varios pendientes de aclaración. Ella, que con esa pasta podría contratar a los mejores profesionales que la ayudaran a domesticar ese caos melenudo que le crece en la cabeza. Si ella y su ejército estético no pueden vencer, ¿qué esperanza me queda a mi?

Bueno, bien pensado me queda la esperanza de que Leire  se haya rendido ante semejante rebeldía capilar. Que ya ni lo intente. Que haya aceptado su destino y asuma que incluso para salir en fotos que pasarán a la historia por los siglos de los siglos se va a presentar con esos pelos. Que no le queda otra, Que no hay más remedio. Que otras virtudes tiene. Buenos amigos. Aptitudes para la ejem ejem negociación. Olfato para la ejem ejem cof cof investigación. Para todo eso un buen peinado no hace falta en absoluto.

A lo mejor también para mi ha llegado el tiempo de la paz, de la capitulación, de dar por perdida la batalla del estilismo capilar y dedicar mis energías a otra cosa. No iba a haber otro apagón en España con todos los watios acumulados que iba yo a ahorrar en eso y que podría inyectar en el sistema eléctrico patrio.

Es un buen plan, ¿verdad? 

Explicádselo vosotros a SpeedyMum, por favor.

domingo, 1 de junio de 2025

No seáis cabritos

 

Cuando alguien te trata mal sin razón te duele porque es injusto y porque no te lo mereces. Y aún te duele más porque el trol porculero que todos tenemos en la cabeza te susurra que si te trata como un microbio es porque en realidad ERES un microbio. Y te duele al cuadrado: por el ego exterior entre el mundo y tú y por el ego interior, entre tú y tú. En realidad entre todos tu túes insultándose entre ellos a la menor ocasión.

Esto cuando es un trato malo, pero dentro de la cordura, de una cierta moderación. Cuando la cosa se va de madre, cuando te tratan tan EXAGERADAMENTE mal, cuando se pasan de la raya de una forma tan colosalmente inmensa que nada en absoluto podría justificarlo ni explicarlo, ahí empiezas a pensar que de verdad no tiene nada que ver contigo. No es como eres tú, ni lo que ha pasado o no, ni lo que has hecho o no, sino las movidas mentales de la otra persona y como las está pagando contigo.

Y bueno, eso ayuda algo, porque al menos no es tu culpa. Pero también molesta el triple, porque ¡JODER!, no es tu culpa. ¿Por qué cojones la pagan contigo?

Y este mismo sentimiento elevado a la enésima potencia aparece cuando repercuten en ti una metedura de pata que han hecho ellos. Es decir, la cagan a lo grande, lo saben, se sienten mal consigo mismos, verte a ti les recuerda lo mierdas que son y huyen. ¿Y cuál es su manera de huir? Obviarte, ignorarte, sacarte de su vida o lo que es lo mismo tratarte como un microbio. ¡Por algo que han hecho o no han sabido gestionar ellos! Ya es el colmo de los colmos, ¿no?

Por favor, no seáis cabrones. No seáis Joey en el video de arriba. Nadie merece eso.

lunes, 26 de mayo de 2025

No es drama, es material


 

Tengo el ritmo actualizatorio de este blog por los suelos porque me cuesta escribir aquí. No sabía la razón de estar tan atascada, así que me puse a hacer arqueología bloguera el otro día y me di cuenta de que es porque ahora me siento incapaz de reírme de mi vida. 

El tema es que muchas de mis entradas de antes iban de yo pasándolo de pena y partiéndome la caja de mi misma, de la situación, de las reacciones. Y como, otra cosa no, pero movidas rarunas y mierdones tengo para dar y regalar, eso era combustible infinito para la creatividad. Sólo necesitaba levantarme por la mañana y dar dos pasos para tener un post en la recámara. O como lo dice Asaari Bibang en el minuto 27 del video de arriba, "no es drama, es material".

Bueno, pues para mi ya no. Será que se me ha llenado el vaso o no sé, pero mi vida ya no me hace ni puñetera gracia y no me quedan ganas de contarlo jijijaja. Más bien lo que me apetece es encontrar un pasadizo secreto tipo los del tablero del Cluedo y colarme en otra vida totalmente distinta, una que me divierta un poco más. Tanto vivirla como contarla.

Estaría bien.

viernes, 23 de mayo de 2025

¿Cómo será?

 

 
 
¿Como será? Que tu cerebro haga lo que tú quieres. Que atienda a razones. Que no fabrique absolutas locuras y las de por ciertas fuera de toda duda cuando no hay ninguna prueba objetiva de que vaya a ser, sea o haya sido así. Que deje de darle vueltas a cosas sin solución. Que no manipule recuerdos a su antojo. Que no magnifique detalles irrelevantes y pase por alto otros que no le cuadran con la versión que se ha montado. 

¿Cómo será? Que tu cerebro pare cuando tú le mandas parar. Que se centre en lo que toca. Que consienta en dejar las cosas del pasado en el pasado. Que deje de echar combustible a la rabia, al enfado, a la tristeza, a la desesperación. Que deje de hurgar en la herida.
 
¿Como será tener un cerebro que no te haga la vida imposible? 
 
Los que lo tenéis, ¿cómo lo habéis conseguido, cabritos?

viernes, 16 de mayo de 2025

Feos sí, tristes no

Lo vi en Twitter, se me ocurrió una entrada, lo archivé para ilustrarla y como soy un moncayo de mujer o al final no lo guardé o no lo encuentro. Después de media hora de búsqueda infructuosa, me rindo, pero voy a hacer un apaño porque cosas sobre esto tengo que decir. Sirva este párrafo de disclaimer para la autora del tweet e inspiradora de esta turra. Si llegas a leer esto, levanta la mano y te doy todos los créditos.

Bueno, pues una chica seguramente muy ingeniosa publicó en ese pozo sin fondo que es el nuevo X algo así.

FEOS SÍ, TRISTES NO.

No sé a qué se refería ella, porque las palabras bien combinadas tiene muchos significados, pero sí sé lo que pensé yo. Lo que pienso casi cada día en ese séptimo círculo del infierno que son las app de ligue.

Madre del amor hermoso qué horror, colegas.

Porque a estas alturas de mi vida, con estas edades y sin ser yo precisamente la máxima competidora de la actual Miss España, imposibles no pido. Ya sé que no va a ir el hermano gemelo de Brad Pitt a darme a mi like en una foto. Y ni falta que me hace, también os digo. Si mantener mi propio pelo mínimamente peinado no está muy arriba en mi escala de prioridades, imagina el de los demás. Es que no sé, hijos míos, superados unos mínimos físicos muy mínimos, me parecen más importantes otras cuestiones.

Y ahí viene cuando la matan, claro. Porque a ver, si no eres el mellizo de Brad, otras cosas tendrás que ofrecer, majete. Ser interesante.  O divertido. O inquieto. O curioso. O amable. O tierno. Con alguna afición que te apasione. Con una mínima MÍNIMA capacidad para mantener una conversación fluida que no se limite a contestar con monosílabos a mis preguntas. Que le pongas un mínimo, MÍNIMO, de esfuerzo al intento de conocer a alguien. Yo qué sé, tronco, algo. No pido todo, pero colega, ALGO.

Si contestas que te gusta reír y pasarlo bien, como si a los demás lo que nos encantara fuera sufrir. Si te deben 500 horas extras en el trabajo reconocidas judicialmente y aún así no encuentras momento para cogerte días libres y disfrutarlas. Si me diriges una frase al día y ni siquiera te la curras un poco para que de pie a seguir hablando. Si te quejas de que no tienes vida, pero sales a las 17.30 de currar y sólo te apetece irte a casa. Si no vas al cine y al teatro porque "no te nace", no lees porque "no tienes ganas ni concentración" y no haces deporte porque "no te da tiempo". Si "te encanta la música en directo" pero desde la universidad no vas a ningún concierto.

Pues entonces, hijo mío, convendrás conmigo en que de donde no hay, no se puede sacar.

Ya lo decía la tuitera anónima esta:

 FEOS SÍ, TRISTES NO. 

domingo, 11 de mayo de 2025

Discutir con la adversidad

"Ya no escribe como quien grita atrapada en una tormenta, pero si como el que ha aprendido a reconocer la tristeza cuando toca a la puerta, a sentarse con ella a escucharla y a dejarla ir cuando su mensaje ha sido comprendido.

Su música dejo de ser una discusión contra la adversidad y paso a ser una conversación más profunda con la vida entera."


¿Qué pasa cuando la tristeza no trae ningún mensaje, cuando viene solo por la sostenida ausencia de alegría? ¿Cómo se puede dejar de discutir con la adversidad cuando esta parece profundamente injusta?


viernes, 2 de mayo de 2025

Lo único que queda por hacer

 

¿Ya se me han vuelto a pasar los días sin entrada? Puede ser. ¿Voy a dejar esto en blanco? Ni de coña. ¿No me queda otra que recurrir a Kun Fu Panda? Ni confirmo ni desmiento.

Pero en realidad esto no es tan cutre como parece porque no voy a poner lo típico del ingrediente secreto. Resulta que depende de cuando veas una peli o leas un libro te dice unas cosas u otras y a mi esta joya del Séptimo Arte (no irónico, no seáis adultos juzgadores) últimamente me manda mensajes distintos. No sólo lo que dicen en el vídeo de arriba, sino un diálogo del que ahora no encuentro el corte, pero que seguro que recordáis. Cuando el maestro le dice al discípulo: Vamos a creer, porque es lo único que nos queda por hacer.

Y ese es exactamente mi caso. Cuando ya has subido, bajado, entrado, salido e intentado todo lo humanamente posible sólo te queda probar algo que nunca hayas probado. Yo, en concreto, confiar. CREER en que todo saldrá bien al final.

¡Vamos con ello!

 

domingo, 27 de abril de 2025

Confesiones

Lo voy a confesar, porque luego todo se sabe, incluso en los blogs anónimos. 

Sí, me he saltado unas cuantas entradas.  Y sí, las cuentas de los post mínimos de abril van reguMAL y eso que llevaba una trayectoria inmejorable en los primeros meses del año. Pero, ¿es mi culpa? No del todo.

Lo que ha ocurrido es que, como pasaba en los albores de este rinconcito que ya tiene una edad, otras artes se han interpuesto en la tarea escritora, obligando a transferir horas de dedicación de unas a otras. Y vosotros preguntaréis: ¿qué artes? Y yo os respondo: ¿qué artes van a ser, si soy un zote cantando, dibujando y ni te digo esculpiendo? Pues las memeces teatreras, hijos míos, qué va a ser si no.

Que he estado metida en un bullullu de ese negociado, que como he contado en muchas entradas, es mas que subirse a un escenario. Los ensayos, la escenografía, el vestuario, los cambios de última hora, millones de detalles random y su santa madre son un agujero negro de tiempo en el que se sabe ccuando se empieza, pero no cuando se acaba. Y tú miras desde el interior del torbellino de pases y nervios que falta seguridad en el texto y atrezzo y decoración y ropa y sitios para moverse y piensas: bua, esto va a ser un cuadro. Y al final no. Al final todo sale bien. ¿Cómo? No se sabe, es un misterio. Ya lo decían en esa joya de película que es "Shakespeare in love".

 

Así que, sí, aventura teatrera finiquitada con éxito. Ha sido, además, una experiencia chula en la que he podido hacer labores distintas a la actuación que me han gustado mucho, me han dado ideas y me han animado a escribir cosas nuevas. No sé si aquí, ya se verá. Pero por aquí nos seguiremos encontrando, claro.

Por ahora, ánimo con el lunes y ahora que ya parece que empieza el buen tiempo... por la sombra, bombones.

jueves, 17 de abril de 2025

Hiroshimas prescindibles

Tengo un dilema moral.

¿Sabéis cuando veis claro que alguien va a estrellarse, que se va a dar una leche de campeonato, pero no podéis avisarle? Porque es su vida, porque no sois quien, porque no serviría de nada hasta que se de cuenta por si mismo...

Les pasará mucho a los padres con sus hijos, supongo.

Yo no soy madre, pero una persona que aprecio se está metiendo en un bullullu del que va a salir llorando SE-GU-RO. Pero vamos, fijo. Sin atisbo de duda. Y sí, en esta vida nunca se sabe, y los milagros existen y siempre pueden llegar goles mágicos antes del pitido final y todo lo que queráis, pero que no. Que en este caso se distingue a la perfección desde fuera que no hay partido. Y ella ahí, de cabeza.

Va a llorar y me da pena. Y ya sé lo que me vais a decir: que es parte de su camino, que será una experiencia que la va a hacer más fuerte y que va a conformar su yo verdadero para encontrar lo que realmente es para ella. Y siendo verdad todo eso os diré que meh. Que como graduada cum laude en leches morrocotudas opino que nos mandan muchas más mierdas de las necesarias para componer nuestro verdadero yo. Que hay peña por ahí perfectamente diseñada con muchos menos marrones y que algunos putadones nos los podríamos ahorrar, la verdad. Como los que no van a ninguna parte. 

A mi me habría gustado que alguien me hubiera advertido de un par de hiroshimas de mi trayectoria vital para poder esquivarlos. ¿Habría servido de algo? Vosotros decís que no, yo pienso que nunca lo sabremos. 

Por eso ahora quiero avisarla, para quedarme tranquila de que yo he hecho mi parte. Pero creo que no puedo y que quizá no debo. Y así, fumata blanca, habemus dilema moral.

viernes, 11 de abril de 2025

Pesimismo defensivo, mis coj*ones 33

 

Iba a decir una cosa, pero como llevo en la blogoesfera más años que un árbol, se me ha ocurrido mirar a ver si ya lo había contado y resulta que sí, que esta turra ya tenía su check hace una década. Pero me he puesto a leer lo que escribí y resulta que dos lustros después sobre los mismo pienso distinto.Así que vamos al lío.

No os habréis dado cuenta porque en este blog apenas se nota (ejem ejem) pero una de mis peores condenas es un super mega maxi pesimismo extra de queso que me hace mirar un donut y ver sólo el agujero. Esto me venía en parte de manera natural y en parte como sistema de protección, en plan quien se pone en lo peor no tiene nada que perder. Me enteré que eso era una técnica extendida que incluso tenía nombre científico y en ese momento me pareció algo positivo que mi cerebro "amablemente" usaba para cuidarme. ¡JA! Ilusa...

Diez años después he aprendido a las malas que mi mente antes muerta que remar a favor de obra, que antes muerta que facilitarme la vida, que antes muerta que ayudar. Y que OBVIAMENTE esa super negatividad dopada con toneladas de esteroides sólo servía para verlo todo negro tizón, sufrir como una perra, dar la guerra por perdida antes de empezar y autosabotearme en batallas que ya nunca sabremos si podría haber ganado yendo con una mentalidad y un ánimo mejores. Ojalá en ese momento haber leído este hilo de Twitter

 

 
 
No habría servido de nada, supongo. No me lo habría creído. He necesitado una década para darme cuenta de la chasta que me estaban haciendo mis maravillosas neuronas y aún ahora, sabiéndolo, trato con todas mis fuerzas de combatir esa tendencia equivocada y casi nunca lo consigo. El peso de las malas costumbres.

Si me encontrara a mi yo del pasado primero seguramente le pegaría y después le daría un único consejo: tienes al enemigo en casa, en concreto encima de las cejas. No te fíes.

domingo, 6 de abril de 2025

La paranoia del maleficio

Antes me hacía gracia que mi vida fuera como una permanente cámara oculta. Me reía, lo contaba, lo escribía. Pero, de verdad, como broma ya ha valido. Como dirían en ese clasicazo de peli que es "A propósito de Henry" (ahora no encuentro el clip) cuando se tiene suficiente se dice hasta donde. Así que, oye, a quien corresponda: ¡¡HASTA DONDE!! ¡¡BASTA YA!! ¡¡STOP!! ¡¡CRUCIS!!

No voy a dar la chapa, pero cuando intentas algo y no sale. Intentas lo otro y no sale. Intentas lo de más allá y no sale. En todos los ámbitos de tu vida. Cuando te turran con instrucciones contradictorias como "si quieres algo, haz cosas para conseguirlo" y "no puedes hacer las cosas esperando conseguir algo porque si no lo logras te frustras". Cuando de verdad ya no sabes por donde tirar, porque lo que hay no es y no encuentras forma humana de cambiarlo. Entonces empiezas a pensar que te han echado mal de ojo, que eres gafe, que estás maldita. Y te acercas peligrosamente a la zona esoterifriendly.

Bolas de cristal. Cartas del tarot. Astrología. Limpiezas de aura. Baños de sal. Numerología. En serio, estoy a un telediario de llamar al maestro africano Kumbu que deja fotocopias cutres en el parabrisas de los coches prometiendo ahuyentar todo tipo de espíritus y energías negativas.

Con eso os lo digo todo.

jueves, 3 de abril de 2025

Airbags


 

"Sentir ese nivel bajo y constante de felicidad que en los mejores momentos de la vida fluye por debajo de todo lo demás, como un amortiguador entre tú y el mundo que te rodea"

(La novela del verano, Emily Henry)

Es exactamente eso. Un flotador, un protector, una tirita antirozaduras de la realidad. Porque la vida es un viaje movido, lleno de frenazos, curvas y a veces hasta accidentes con vueltas de campana. Para todos, nos e libra nadie, aquí cada uno tiene lo suyo. Sólo que a algunos les dan airbags para mitigar los golpes y a otros no.

Esa es la cosa.

domingo, 30 de marzo de 2025

Un cerebro en tu equipo

 

Se habla de los que tienen digestiones pesadas. De los que les duele la espalda a mínimo que hacen cualquier esfuerzo. Los que padecen migrañas inexplicables. Los que se tuercen un tobillo con mirarlo. A los que les salen callos. Los que no consiguen pegar ojo en cuanto se cambian de cama. Se dice de ellos que pobrecitos, que lo que les ha tocado, que qué mala suerte.

No se aplica la misma regla con los que tienen un cerebro que no juega a su favor. Y no hablo de enfermedades mentales graves, sino de los que sufren (no hay otra palabra) una mente dedicada por completo a complicarles la vida. Que ve solo lo negativo. Que percibe a su dueño siempre por debajo de los demás. Que no deja de sobrepensarlo todo hasta la náusea. 

En estos casos no se dice pobrecito, qué mala suerte, sino "hay que ver, es que te obsesionas con lo malo y te empeñas en estar triste". Como si fuera una elección, algo que se hace voluntariamente. Nadie le dice al de las digestiones pesadas del párrafo de arriba que se empeña en digerir con dificultad, que no pone suficiente esfuerzo en que la comida le siente bien. Todo el mundo comprende que es su tendencia natural, que no depende de él, que lo único que puede hacer es controlar sus hábitos, escoger los horarios y los alimentos que menos mal le hacen y aguantar el tirón.

Pues con temas de "azotea"  un poco lo mismo. Nadie escoge ser pesimista, verlo todo negro, sentirse inseguro o hundirse con facilidad. Eso te lo encuentras de gratis, igual que al optimista le viene de serie. Puedes esforzarte en mitigar tu inclinación haciendo ejercicio, leyendo unas cosas y no otras, durmiendo lo suficiente y rodeándote de determinadas personas y alejándote de las demás. Pero la base de la que partes es la que es y no hay más.

Dejad a la gente tranquila, coño..

jueves, 27 de marzo de 2025

Atascos mierder


 

He visto esta imagen en Twitter y he pensado que sí, que es verdad, que cada uno tiene lo suyo, que la vida son épocas, que hay momentos buenos y malos. Y es verdad que a veces eres el coche blanco, otras el negro, otras el gris. O así debería ser.

Pero qué pasa cuando la regulación de semáforos falla y se forma en tu carretera vital un gigantesco atasco sostenido de coches mierder. Que intentas centrarte en que no son camiones mierder, ni grúas mierder ni hormigoneras mierder, que son más de tamaño utilitario, recogido, pero que no hay uno medio apañado para compensar. Que no hay un coche blanco, ni uno azul clarito ni uno de esos de los que se cambian de carril en la foto.

¿Qué sentido tiene soportar un embotellamiento eterno de shit cars?

 

lunes, 24 de marzo de 2025

Cota cero

Desde que te enteras de que Disney te ha tomado el pelo y que los príncipes azules no existen todo es bajar el listón. Asumes que no todo el mundo puede tener la cara y el pelazo de Robert Redford, ni la clase de Cary Grant, ni el carisma de George Clooney, ni el pacto con el diablo para nunca envejecer de Brad Pitt. Entiendes que no todos los que te encuentres serán millonarios, con trabajos significativos, emocionantes con buenos horarios y buen sueldo. Comprendes que aquí quien más quien menos tenemos nuestras cosas y hay que tolerar cierta cantidad de desacuerdo, incluso de rarezas. 

Aceptas que cada uno tiene sus experiencias, sus traumas, sus mochilas emocionales. Que la comunicación es difícil y que a veces alguien quiere expresar algo y el mensaje que llega es otro. Admites además la disincronía, el hecho de que a menudo las cosas no llegan en el momento oportuno.

Y sigues bajando el listón. Que sea bueno, inteligente, interesante. Que me haga reír. Que tenga detalles.

Y continúas bajando. Que sea, al menos, amable. Que me trate bien. Que pueda fiarme. Que muestre interés.

Y la bajada se empina. Que no esté condenado por malos tratos, ni atravesando una depresión severa, ni lleno de rencor por su pasado.

Y bajas aún más y más: Que me caiga, al menos, bien, que esté mínimamente a gusto con él. Cómoda.

Hasta que llegas a la cota cero, a partir de la cual necesitarías una tuneladora para seguir bajando el nivel. Y piensas: "Por favor, parafraseando a Joey, que al menos no me irrite hasta el punto de que me den ganas de arrancarme un brazo para tener algo que tirarle".



viernes, 21 de marzo de 2025

Capichi?

 

 

Voy a colocar la imagen de arriba como foto de perfil, tuit fijado y me la pego en la frente si es necesario. Aquí no puedo explicar nada más porque sigue en vigor la campaña StopTurras y no están mis finanzas lo suficientemente boyantes como para arriesgarme a multas. Pero vamos, yo creo que, como diría la gran Noemí Argüelles en Paquitas Salas: digo pocas cosas, pero se me entiende.