domingo, 1 de junio de 2025

No seáis cabritos

 

Cuando alguien te trata mal sin razón te duele porque es injusto y porque no te lo mereces. Y aún te duele más porque el trol porculero que todos tenemos en la cabeza te susurra que si te trata como un microbio es porque en realidad ERES un microbio. Y te duele al cuadrado: por el ego exterior entre el mundo y tú y por el ego interior, entre tú y tú. En realidad entre todos tu túes insultándose entre ellos a la menor ocasión.

Esto cuando es un trato malo, pero dentro de la cordura, de una cierta moderación. Cuando la cosa se va de madre, cuando te tratan tan EXAGERADAMENTE mal, cuando se pasan de la raya de una forma tan colosalmente inmensa que nada en absoluto podría justificarlo ni explicarlo, ahí empiezas a pensar que de verdad no tiene nada que ver contigo. No es como eres tú, ni lo que ha pasado o no, ni lo que has hecho o no, sino las movidas mentales de la otra persona y como las está pagando contigo.

Y bueno, eso ayuda algo, porque al menos no es tu culpa. Pero también molesta el triple, porque ¡JODER!, no es tu culpa. ¿Por qué cojones la pagan contigo?

Y este mismo sentimiento elevado a la enésima potencia aparece cuando repercuten en ti una metedura de pata que han hecho ellos. Es decir, la cagan a lo grande, lo saben, se sienten mal consigo mismos, verte a ti les recuerda lo mierdas que son y huyen. ¿Y cuál es su manera de huir? Obviarte, ignorarte, sacarte de su vida o lo que es lo mismo tratarte como un microbio. ¡Por algo que han hecho o no han sabido gestionar ellos! Ya es el colmo de los colmos, ¿no?

Por favor, no seáis cabrones. No seáis Joey en el video de arriba. Nadie merece eso.

1 comentario:

  1. Entiendo lo que dices, pero la gente solo piensa en sacar balones fuera sin mirar donde caen.

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.