viernes, 4 de enero de 2013

Patologías asociadas al virus-amor

Cuando el virus del amor ataca fuerte y se combaten sus síntomas ingresando en una pareja estable, hay muchas posibilidades de sufrir complicaciones que agraven el estado del enfermo. Son esas actitudes, reacciones  y posturas absurdas que adopta repentinamente el afectado, que no le pegan nada y que en algunos casos son absolutamente insoportables para los de su alrededor. Cosas como estas:

-El atolondramiento
Es la complicación menos seria de todas, la más común y la menos molesta para el entorno del infectado. Sus síntomas se manifiestan desde las primeras fases del enamoramiento y suelen ir a menos con el tiempo. Esta patología convierte al enfermo en un despiste andante que compra dos veces el pan en un día, se deja las llaves en la puerta porque está contestando a un sms de amor-todo-el-rato-siempre y que no piensa en nada que no sea la parte contratante de la parte contratante de la primera parte, es decir, el/la que en ese momento considera su medio cítrico.

-El abuelamiento
Otra afección muy común asociada a estados de sobre-exposición amorosa. Los sujetos abducidos por la pareja estable reducen al mínimo su interacción con los miembros externos a ella y se mantienen al margen de proyectos comunes como juergas, cañas, excursiones y cualquier plan divertido que exija el mínimo esfuerzo, así, en general. Toda acción cuya realización requiera elementos distintos a sofá, tele y mantita tiene altas posibilidades de ser rechazada de plano.

-El "nos"
El trastorno más absurdo relacionado con el virus-amor, que causa que los infectados hablen permanentemente en plural de absolutamente todos los temas. Que a veces está justificado, cuando se refieren a proyectos comunes, a planes consensuados, a situaciones vividas a la vez. Pero en la gran mayoría de las ocasiones se trata de un "nos" artificial no aplicable a supuestos como: "no nos gusta el chocolate". No, perdona. A él puede ser, pero yo te conozco a ti hace 20 años y de siempre has sido tan adicta como yo (o más, que ya es decir) a todo tipo de dulces y en especial al chocolate. A ti y a mi el chocolate, menos a pagar la hipoteca, nos ha ayudado a todo. ¿Y ahora no "nos" gusta? ¿A ti y a quien? ¿A tu hermana gemela zombie que te ha comido el cerebro? ¡Venga hombre, por favor!

O las preguntas constantes a la otra mitad del cítrico sobre cuestiones que no puede responder. "Ay, sí, el El Rey León, qué peli más bonita, ¿cuándo la vimos, cari?" Pues a no ser que hayáis cargado el condensador de fluzo para utilizar la máquina del tiempo y retroceder casi dos décadas, ya te lo digo yo: un viernes, después de clase, con nuestros compañeros del cole. Si, del CO-LE-GIO, que aún no estábamos ni en el instituto. A él le conoces hace cinco minutos, ¿como va a saber cuando viste la peli?

Como podéis comprobar, el "nos" y las complicaciones asociadas son los trastornos más molestos de los ataques severos del virus-amor. Como tratamiento paliativo recomiendo reducir los tiempos de exposición a la fuente vírica, mínimo reposo, largas sesiones de juerga e ingestión de altas dosis de copazos, preferentemente por vía oral. Si el paciente no mejorara... pues un buen par de collejas bien dadas, que nunca están de más.

¡Y que espabile! ¡Hombre ya!

12 comentarios:

  1. ¡¡¡Aaarggghhhh!!! Odio el "nos", es como si los dos perdieran su identidad, es como una secta... escalofríos.

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  2. Esto es pasa porque no estáis habituadas a usar el plural mayestático. A nosotros no nos pasa eso.

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  3. Cuanta razón tienes!!! Este es de los peores virus que hay y si las collejas no sirven, al menos te quedas más a gusto que tó! xDD

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  4. La que gente que reniega de una comida que le gustaba no es de fiar, te lo digo yo :)

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  5. Todo un virus, sí... Pero y lo bien que están algunos cuando lo padecen...

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  6. Cuanto daño ha hecho la tele y las películas de la MEG jajajaj pero tienes más razón que ... no sé alguien con mucha razón ;P

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  7. Si si, lo del "nos" a veces es una exageración. :D
    Y el "abuelismo" también le da fuerte a algunas parejas: es como si al juntarse les entrara sueño y sólo pudieran estar quietos y con los ojos entrecerrados :D

    Por cierto, acabo de ver el chiste del "este" en la cajita de Twiter que tienes en el menú del blog y vaya risa floja que me ha dado por un momento, jajaja

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  8. Doctora A., a mí también me parece que algunos dejan de ser un poco ellos mismos... por eso, cuando de trata de amigos míos, me molesta. Es como perder un amigo.

    Efe, tú en concreto estás a costumbrado al plural, pero porque todavía te tratan de "vos", como a la realeza en épocas antiguas, en plan: "¿Habéis desayunado ya, alteza?" jajaja

    Tomate, pues sí, una colleja a tiempo siempre es una victoria,para todos ;P

    Doctora, y de una comida, tira que te va... pero del chocolate???? Renegar del chocolate?? Eso nunca!!!!!!!! jajaja

    Juan, pues sí, ellos contentos pero algunos un poco insoportables, no me digas ;P

    Papacangrejo, yo creo que la pobre Meg no tiene nada que ver en esto. Pero vamos, de muuuchas otras cosas si que tiene la culpa, ¿eh? ;P

    Tarambana, jajaja, sí que es bueno el chite del "ese", ¿eh? A mí también me dio la risa, por eso le hice RT

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  9. El "nos" es una afección severa, que viene precedida en el caso de lós tíos los primros días de relación por el "esta".

    "No puedo ir al partido, es que he quedado con esta". ¿ Esta? Tiene nombre y si te da palo decir novia llámale por su nombre pero no como si fuera un objeto inanimado

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  10. Efectivamente renegar del chocolate tiene algo de bíblico...

    Más allá del "nos" está el acaramelamiento pringoso, que es la versión extrema: todas las frases acaban con un verdad, cari?, y cada vez que se dirigen al otro medio cítrico se empieza con mi vida, corazón, cari y variaciones similares de la categoría "toffee blando y pegajoso". La única terapia (para el entorno, se entiende) es un aislamiento indefinido con revisiones periódicas (2 al mes) para comprobar el estado de los afectados ;-)

    Feliz año!
    Anónimo F

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  11. Cosa rara, estoy con Tomate, pero no se lo digas que se lo va a creer.

    Besos.

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  12. jajaja, Peter, yo creo que lo del "esta" sí que es timidez, de no querer llamar a la chica novia. Bueno, o costumbre, porque yo también tengo la manía de llamar a mis amigos "estos". Cuando digo que "he quedado con estos", todo el mundo entiende que me refiero a mi padilla del cole, los de toda la vida ;P

    Hombre, Anonimo F, renegar del chocolate tiene algo de bíblico, especialmente de la parte del Apocalipsis y demás... casi diría más satánico que bíblico. En cualquier caso, pecado mortal jajaja

    Daniel, yo no se lo digo, pero en este blog no hay secretos, Tomate se va a terminar enterando jajajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.